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Mi cara cuando me entero que le gusto a alguien |
Marina y su loca amiga
esperaban en la barra de la cafetería su desayuno.
"Con
estas fotos ningún tío normal se fijará en ti como es debido"
Marina escuchó aquella afirmación con su risueña resignación.
En ese momento un atractivo hombre entró en la cafetería y sin
pensarlo dos veces la amiga de Marina se dirigió a él.
“A ver, tú pareces
ser un atractivo heterosexual que nos puedes ayudar. Perdona ¿Tienes
facebook? Mi amiga si”
“No, no tengo"
El hombre sonrió por la loca situación inesperada.
“Verás, es que mi
amiga atrae a un montón de pringaos y personalmente creo que es por esas fotos
que se empeña en poner, quería tener una opinión objetiva masculina"
Entonces en ese momento le enseña la foto de perfil y el hombre la mira
sin saber muy bien como actuar.
"mmmm Si, está bien" Dice
con una sonrisa mirando a Marina
“¿ Qué quieres
decir con está bien?. Yo creo que esta foto es cebo para raritos"
Sigue diciendo esa amiga sin pelos en la lengua. "No, no, no. Tienes que ayudarme a encontrar
algo mejor. Mira las fotos de su móvil. No te fijes demasiado en las que sale
en pelotas, y elige una que te parezca que esté guapa"
La amiga le da el móvil al hombre.
"¿Hay alguna en pelotas?”
Pregunta el hombre atónito pero con una sonrisa en los labios.
"No, que va"
Confirma avergonzada Marina.
El hombre pasa las fotos una a una, para en una en concreto.
¿Quién es?
Marina mira la foto y le dice que es Lucas, su perro. Y él
comenta que es chulo, que le gustan los perros. Ojea alguna más hasta que
indica una que le parece razonable. ”Aquí
estás muy guapa"
“Lo ves, debes
poner esta Marina"
Justo en ese momento otro hombre llama la atención del
atractivo heterosexual. Pide disculpas y se marcha al encuentro del colega.
"Vaya, que
monada de tío " Aclara la descarada amiga.
"Ya, pero está
casado" Declara Marina.
"Pues yo
diría que no" Mantiene la fe con la risa en su mirada.
“Nunca lo parecen"
Las dos rien mientras se dirigen a la mesa con sus cafés. Con el tiempo aquél hombre dejó de ser un desconocido y... no, no estaba casado, él terminó siendo el dueño de las risas y los secretos de Marina. Por una vez el mangoneo de la amiga de Marina fue una intromisión acertada.