- Mama puedes comprarme unos prismáticos.
- ¿Para que los quieres? Miro la madre al niño con cara de asombro
- Para ver las cosas de cerca.
- Bueno ya veremos.
Ese "ya veremos" sonó a no te los voy a comprar.
El niño subió las escaleras del patio y se sentó junto a mi que esperaba en mi posición de guardia desde hacia ya una hora.
- Creo que no lo va comprar. Dije mientras subía las escaleras
- ¿Hay novedad?
- Se ha encendido la luz azul y he visto la sombra en la tercera ventana de arriba
- Lo has apuntado en el cuaderno
- Si claro
- Es un Fantasma escurridizo. Sentenció mi hermano que siempre tenia razón.
En ese momento vimos subir la escaleras a mi hermana que le tocaba la siguiente guardia
- Vengo a decir que paso de la guardia, no creo que sea una casa con fantasmas, seguro que la persona que vive ahí trabaja en discotecas y por eso tiene las habitaciones de colores.
- Pues te digo que cuando tengamos los prismáticos que mamá nos va a comprar no te lo dejaremos para que veas al fantasma
- Me da igual .
Bajo las escaleras y mi hermano dijo en voz alta y rotunda
- Borrala de la lista, ha perdido todos los privilegios de nuestro club porque Ya No Esta En Nuestro Club
- Paso del club . balbuceó mientras bajaba las escaleras
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Después de todo un verano de vigilancia, con el mejor equipo, prismáticos incluidos, descubrimos el secreto de la casa misteriosa, que así la bautizamos.
La casa Misteriosa era una casa ubicada en una finca privada que desde el último peldaño de la escalera de mi patio se veía perfectamente.
Era antigua, tipo mansión o palacete del 1800. Había sido propiedad de gente pudiente de mi pueblo por aquellos años, supongo (de eso no tengo constancia) se fue heredando generación a generación hasta llegar a los días en que mis hermanos y yo la descubrimos.
Evidentemente no vivían fantasmas, ni hombres que trabajaran en discotecas, solo eran gente pudiente que venían a pasar los veranos, por eso en los inviernos no veíamos nada, no era que el fantasma tenía demasiado frío para dar vueltas -como decía mi hermana- los prismáticos nos dio la respuesta final.
Las habitaciones de colores eran las cortinas y las sombras simplemente los inquilinos.
Así eramos, así pasábamos los veranos mis hermanos y yo cuando teníamos 8,9 años
Nota final:
Con los años llegué a entrar en "La Casa Misteriosa" ¿sabeis porque?
Los terrenos se vendieron al ayuntamiento y la casa paso a ser la comisaría de la policía Nacional y tuve que ir varias veces a renovar el D.N.I., no puedo negaros que la primera vez que entre me causo ilusión y la mágia de la infancia me acompaño todo el rato que estuve alli dentro , recuerdo que me pare bajo la escalinata de entrrada un instante y pude ver que la casa que permanesia en su estructura tal y como era en sus orígenes.