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♥ Entra y siéntete en casa ...

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lunes, 30 de septiembre de 2019

Bajo la almohada



Desperté aquella mañana con mi trocito de oscuridad bajo la almohada, noté que había crecido, era llamativamente más grande. Supe entonces que había vuelto a encontrarme, que había estado allí, en la oscuridad, en el silencio, llegó en algún momento de la noche, estuvo observando mientras dormía a los pies de la cama...

La tierra se colmó de barro y el barro en gusanos y entonces ella entró... oscura, áspera, pegajosa.  Durante un breve instante me di cuenta pero fue sigilosa  como una serpiente  y pegajosa como la lengua del sapo.  Quise despertar pero ya no pude,  ella estaba dentro.

Desperté aquella mañana con mi trocito de oscuridad, ella estaba en mi, ella ahora soy yo.  No queráis saber quien soy, ni el día en que nací, ni el nombre que me puso mi padre.  Si algún día lo sabéis encontrareis vuestro trocito de oscuridad bajo la almohada  e irá creciendo hasta que os engulla hasta vuestro infierno. 
Descubriréis que llego desnuda a vosotros pero nunca me voy con las manos vacías. Siempre me marcho con algo de vosotros. Algo que sin duda echareis mucho de menos...




viernes, 13 de septiembre de 2019

Mi verano 2

En estos días estoy lejos de mi amor, Y eso me hace recordar lo mucho que lo quiero, lo mucho que me regala cada día,  recuerdo  esos días de verano, largos y calurosos, adornados de nuestras risas y esos besos a sabor de caramelo, dulces y con ese toque picante que él siempre aporta.
Si, los últimos días de verano me han pillado lejos de sus protectores brazos y sus divertidas conversaciones. Pero a su vez, recuerdo todas esas cosas que logramos en esos días tan  llenos de luz.  Pienso en nuestros maravillosos viajes, en nuestras tardes de cine y las cenas hogareñas pero sobre todo pienso en nuestro pequeño gorrión que después de pasar todo el verano en casa, después de convertirse en un miembro de la familia, de compartir los días, los ratos  de conversación en la cocina, paseos por el jardín, e incluso visitas a casa de familiares por fin decidimos llevarlo a un espacio libre y abierto, más allá de los espacios cerrados de cocinas, salones y balcones.  Así fue, una mañana de Sábado lo metimos en su cajita y fuimos a buscarle un bonito lugar. Yo llevaba la caja y mi amor conducía, paramos en tres lugares antes de decidir el lugar, a mi amor, no le parecía ninguno lo suficiente seguro o bonito para  su pequeña amiga... demasiado solitario, demasiado cerca de la carretera, demasiada ausencia de árboles. Pero al final encontramos un lugar en aquel oasis de naranjos. Cogió la caja y la puso bajo un árbol teniendo en cuenta la ubicación del sol para que le diera sombra en las horas centrales del día.  Entonces abrió la caja y la pequeñina que había aprendido a volar en semicírculos en el pequeño espacio de la cocina salió volando como una flecha, descansó un momento y voló alto y lejos, hasta que la perdimos de vista, pero mi amor que lo había previsto todo, dejó su caja con agua y comida y yo le metí su juguetito, un tapón con el que pasaba el rato picoteando y tirando al suelo para que yo fuera a recogerlo y así poder  escucharme decirle cosas y terminar subiéndose sobre mi.
Ahora ya es libre, está en los campos de naranjos del Edén y en estos días que estoy lejos cierro los ojos y veo la imagen de nosotras dos, mi pequeña pajarita y yo, las dos en la cocina mirando a mi chico cocinar, yo sentada en la silla y la pequeñina sobre mi brazo, veo a mi chico mirarnos y decir aquello  de ahora tengo dos espectadoras, porque a mi me gusta sentarme mientras lo veo cocinar, dándole conversación o simplemente en silencio, según lo que de el día; a mi me preparaba una copa y a la pequeña le daba algún trocito de verduras, a mi me daba algún besito y a ella  le hacía alguna travesura.
Pronto volveré a casa, estoy deseando de pasar un nuevo otoño, las primeras noches de frío y esas tardes de pelis y manta compartida.  Pronto volveré a casa dispuesta a vivir y abrazar todo aquello que los días traigan, recordaré este verano como ese verano que salvamos una vida, y no puedo evitar pensar en una frase de cine; quien salva una vida salva al mundo entero.   No sé si salvamos al mundo pero sabemos que la salvamos a ella.  Y hoy pienso en todos los momentos compartidos y que pronto estaré junto a mi amor...