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♥ Entra y siéntete en casa ...

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viernes, 20 de noviembre de 2020

Cansada







Cuando la tormenta pase

 Y se amansen los caminos

 y seamos sobrevivientes 

de un naufragio colectivo. 

Con el corazón lloroso

 y el destino bendecido

 nos sentiremos dichosos

 tan sólo por estar vivos.


 Y le daremos un abrazo

 al primer desconocido

 y alabaremos la suerte

 de conservar un amigo.


 Y entonces recordaremos 

todo aquello que perdimos

 y de una vez aprenderemos

 todo lo que no aprendimos.

 

 Ya no tendremos envidia

 pues todos habrán sufrido. 

Ya no tendremos desidia 

Seremos más compasivos. 


 Valdrá más lo que es de todos

 Que lo jamás conseguido

 Seremos más generosos 

Y mucho más comprometidos 


 Entenderemos lo frágil

 que significa estar vivos 

Sudaremos empatía por quien está 

y quien se ha ido.


 Extrañaremos al viejo

 que pedía un peso en el mercado, 

que no supimos su nombre 

y siempre estuvo a tu lado.


 Y quizás el viejo pobre 

era Dios disfrazado.

 Nunca preguntaste el nombre

 porque estabas apurado.


 Y todo será un milagro

 Y todo será un legado 

Y se respetará la vida, 

la vida que hemos ganado.


 Cuando la tormenta 

pase te pido Dios, apenado, 

que nos vuelvas mejores,

 como nos habías soñado. 


 (𝐊.𝐎'𝐌𝐞𝐚𝐫𝐚 - 𝐏𝐨𝐞𝐦𝐚 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐨 𝐝𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐚 𝐞𝐩𝐢𝐝𝐞𝐦𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐞𝐧 1800)

martes, 16 de junio de 2020

Codigos secretos



El cerebro tiene unos códigos complejos y en ocasiones descifrarlo es una actividad imposible.

Hace unas semanas realizaba un acto cotidiano, fui a la cocina después de cenar a llevar algunos de los cubiertos que habían quedado en la mesa.
Cuando llegue a la cocina vi que los vecinos también trasteaban en  su cocina y con su luz me bastaba para poder moverme en mi ir y venir.  Dejé los cubiertos y me volví para el salón. 
Solo fueron algunos instante... tres o cuatro segundos en los que con la luz tenue y en penumbras tuve la clara sensación de estar soñando.  Esto es un  sueño... o quizá un déjà vu. En un par de segundos estaba en el salón. El televisor encendido y el calor de las noches de hogar ...  pero durante un rato pensé en lo que experimenté.  No me suele pasar a menudo, sin embargo cuando pasa lo vivo intensamente,  como si  el yo de otra dimensión o de otra época o dios sabe que me diera una pista de algo que no llego a entender ni descifrar nunca . Como si a una hormiga le dieras a resolver una ecuación. 

De vez en cuando,  cuando me relajo recuerdo el momento. Puede que la penumbra , las luces y sombras que había en la cocina ayudó . No se ... es inquietante y aún más que nos acostumbramos a estas sensaciones ( déjà vu) y no podamos saber más con la certeza de la ciencia... y que solo se alcance a especular... o a soñar .







miércoles, 10 de junio de 2020

La hoguera



Su mayor triunfo es que el mundo crea que no existen.  Y su única obsesión es que nadie descubra lo que es, lo que sabe y lo que ve. 

Vivir  intentando ignorar los vientos susurrantes no es fácil. No es fácil andar el camino cuando se sabe lo que encontrarás más allá de lo que la vista alcanza. 
Abrir los ojos cada mañana convenciendote que eres una oveja más del rebaño y que la ignorancia es la felicidad.  

Ahora está en el futuro que vio en el pasado e intenta ignorar que sigue estando en el pasado y que hay más futuro, ya no están las piedras en sus bolsillos y las plumas en su pelo pero sigue siendo ella, sigue hablando con las cosas y los animales, sigue observando el mundo como si fuera nueva en él.  

Y creedme que no es fácil saborear la derrota antes de vivir la aventura, ni saberse ganadora antes de empezar el juego ... tener esa ventana que se abre sin permiso a la intuición y al desenlace de las historias de la vida no es ninguna suerte, ningún privilegio, todo lo contrario, es una losa difícil de llevar, sin embargo se aprende a ser rebaño, a vivir ignorando lo que se sabe que será, creyendo que solo son pensamientos y ensueños sin sentido.  Sabiendose a salvo de la hoguera de las burlas y la incomprensión, sabiendose a salvo porque su mayor triunfo es que el mundo crea que no existen.




martes, 2 de junio de 2020

Enmascarados




Esa tarde iba a ser mi primera vez. No estaba nerviosa pero si expectante, mis amigos me habían hablado mucho sobre sus primeras veces y aunque sabía que en algún momento me llegaría la ocasión no había estado ansiosa por adelantar el momento.

Mi novio aparcó cerca. Hacia calor, respire profundamente y me puse la mascarilla. Sali del coche y experimenté personalmente lo que me contaban; el calor,  el agobio, la pérdida de reflejos... además de pronto  me sentí como ' Billy el niño' antes de atracar el banco nacional.  Justo antes de entrar a nuestro destino me di cuenta que podría decirse que era la novia del hombre invisible. Cuando lo miré justo en la entrada de nuestro destino descubrí que entre la máscarilla, las gafas de sol y la gorra tenía  esa imagen en la que el hombre invisible se cubre por completo para no dejar al descubierto su secreto de invisibilidad.

Cuando llamamos al timbre ya solo portaba la mascarilla, igual que yo. Una señora elegante nos abrió la puerta... también enmascarada.  Di las buenas tardes y sonreí... Me di cuenta que no podía ver mi sonrisa. Descubri lo que nos distanciaba ir por la vida enmascarados.

En estos últimos días también pienso en algo tan femenino como maquillarme... en el absurdo de pintarme los labios para enguarrinar la mascarilla además de no lucirlo. Solo me pinto los ojos con lápiz negro. Cuando me doy el último vistazo antes de salir me digo;   ¿A quién te pareces?  No se. ..

Supongo que es cuestión de tiempo el acostumbrarse, posiblemente después de mucho tiempo utilizandola se tenga una especie de síndrome que nos haga no querer salir sin ella, como después de meses en casa recluidos hay quien tiene ese síndrome... el síndrome de la cabaña.... hay quien ya no le apetece salir de su hogar, donde se encuentra cómodo y a salvo.  Es curioso todo lo que nos ha tocado vivir, quiero pensar que lo peor ya pasó y ahora tengo curiosidad de saber que nos espera en la nueva normalidad, solo su nombre me suena a término de ciencia ficción. Intento imaginar cómo será la vida, si a partir de ahora todos seremos seres enmascarados. Si los mares se llenarán de mascarillas y guantes para acompañar a los trillones de bolsas.

Yo soy una de esas persona que quieren salir y vivir sin miedo. Pero se que a partir de ahora el planeta se sacudirá para sentirse mejor ... para que la polución disminuya, para que las aguas se limpien y para que los animales lleguen donde el hombre no les deja . El planeta a respirado durante algunas semanas mientras el hombre estaba en sus hogares.
Es lo único bueno que saco de tanto pesar y miedo.





sábado, 23 de mayo de 2020

Memoria





En estos días de confinamiento en casa se piensa bastante. Resulta curioso las cosas que se recuerdan de golpe. En estos días recordé a alguien. Una de esas personas que llegan a tu vida tan sutilmente como desaparecen.  Ella fue una de esas personas... no recuerdo su nombre ni donde la conocí, supongo que en algún bar de moda o alguna discoteca ... de pronto allí estaba, unida a nuestra pandilla. Era apocada, tímida y nueva en todo. Intuyo que le caí bien o le llamé la atención, yo era totalmente opuesta a ella; me conocía todo el mundo y como decía aquel 'estaba en todos los fregaos' .

Recuerdo que venía a mi casa y pasábamos las tardes hablando de este o aquel ... de esto y aquello mientras nos fumábamos un cigarro compartido. Y de pronto desapareció, aunque parezca surrealista me he dado cuenta 25 años después. Me pregunto porque no me di cuenta de su ausencia y porque justo ahora la he recordado . Deseo que la vida le haya sonreído y todo le vaya bien ... porque a veces el destino te guarda cosas inesperadas, porque claro, igualmente  recuerdo una de esas amigas de juventud  guapa como una princesa de cuento, con el pelo rojo, largo y rizado . Era de esas persona que conocen a un chico a los 13 años y lo eligen para siempre. Siempre salía con su novio y con nosotras. Eran la pareja ideal ... la pareja de guapos que tendría hijos guapos y la vida le sonreiria.
Hace un par de años antes de marcharme de mi primera vida la vi por la calle, íbamos hacia la misma dirección y nos acompañamos un rato . Ya no era princesa de cuento, su pelo no era tan rojo ni tan largo y su novio se había enamorado de otra mujer.  Ahora vivía sola con dos gatos y trabajaba en un supermercado .  Me sorprendió tanto.  La vida nos guarda tramas sorprendentes. Igualmente pienso cuantas personas habremos olvidado en el camino y cuantas de igual forma nos habrán olvidado.  El agujero negro de la  memoria y el tiempo absorbe más de lo que creemos todos esos momentos que un día disfrutamos,  sustituyendolos por otros que presumen de ser los mejores e inolvidables.  Pero eso... eso solo el tiempo lo sabe.



martes, 7 de abril de 2020

Erase una vez...






Hacia seis días que la había conocido. No pensaba en otra cosa cuando escuchaba atónito la noticia del conf obligatorio. Recordaba aquel beso en la puerta de su casa y la promesa de volverla a ver el sábado siguiente...

48 horas en su piso de 60 metros cuadrados bastó para darse cuenta que no podría soportar aquella situación.   Ni el teletrabajo ni las horas en la cocina preparando nuevos y suculentos menús para uno le evadian de aquel pensamiento.
Se asomó al balcón... ni un alma en la calle.  Si quería hacerlo debía hacerlo ya . Antes que las normas se endurecieran y los cuerpos de seguridad del estado se pusieran más estrictos.

Un maletín  con el portátil, una mochila con ropa y objetos personales y su compañero de cuatro patas amarrado con la correa, así recorrió la mitad de la ciudad. Su corazón latía fuerte como si estuviera cometiendo el mayor de los delitos .  Un niño lo miraba desde el balcón de su casa... sus pasos se aceleraron.

Cuando llegó a la puerta se enfrentó al dilema de que timbre tocar ... sabía la puerta . Justo allí la beso 8 días antes. Pero no sabía que puerta era. Tocó  uno de los timbres al azar.

-Un paquete para Sofía.   Dijo sin haberlo pensado

-Es en la puerta 8

-Oh . Gracias . Respondió con el aluvio de ver que había resultado más fácil de lo que había pensado

Tocó el timbre de la puerta 8. Reconoció su voz.

-Sofía soy Carlos abre por favor

Cuando llegó a la puerta de sofía ella estaba esperando con un pijama de corazones rosas.

-Perdona el retraso. Ella sonrió y él se sintió aliviado.

El perro entró al piso sin permiso y ella le cogió el maletín con el portátil a la vez que le dejaba entrar. Él le transmitió sus miedos y le pidió disculpas por el atrevimiento de presentarse allí sin avisar pero no sabis que hacer... ella le miró con los ojos brillantes y no dio pie a más exposiciones.  Le abrazó y le besó.

Ahora pasan el confinamiento los tres; se turnan para ir a la compra, para pasear al perro y  cocinar . Desayunan juntos,  se sientan juntos para escuchar los comunicados de los ministros del gobierno y en las sobremesas, para que el día se alegre rompen la rutina del  día  haciendo  el amor.

-¿ Qué harás cuando podamos salir ? Le pregunta Carlos aún desnudo en la cama.

-Seguir aquí en casa contigo.  Aunque tendré que salir a trabajar

Salen al balcón a tomar un poco el aire... Si, todo comenzó cuando el miedo se apoderó de todos. Cuando todos mantenían la distancia ellos se fundieron en elamorparasiempre.

martes, 24 de marzo de 2020

En cuarentena


No salgo de casa. Hoy es el día 11 de este confinamiento.  Imagino mi casa como un bunker  de donde no se puede salir salvo necesidad mayor . Imagino a un tipo enguatado en un traje de látex verde Lima corriendo por las calles gritando soy coronavirus ...  son cosas que pienso mientras hago mi media hora de bici junto a la ventana para ver con suerte a alguien pasear al perro con mascarilla y guantes .

Recuerdo otros tiempos, tiempos que parecen lejanos pero que solo retroceden un mes atrás,  recuerdo cuando a las tres y media una de mis vecinas salía a su puerta con la jaula de su canario,  a esa hora da el sol en su puerta y aprovechan para tomar el sol y charlar con la vecina de enfrente que es muy amiga suya... cotilleaban durante un buen rato.  Ahora se hablan de acera a acera .  Llámame por teléfono se dicen ... y mientras recuerdo estos pequeños fragmentos de vida una lluvia de cáscaras de pipas cae a través de la ventana, ¿ pero esto que eeeeesss? .  Hay quien en su confinamiento come pipas compulsivamente mientras  deja llorar a su hija pequeña,  come pipas y las tira a la calle desde su balcón,  así alegremente ,como sino fuera una gran cochinada.  "No hay nadie que pueda verla " pensará.   Cuando termino mi media hora de ejercicio me asomo para mirar la calle y observo espantada como los techos de los coches aparcados tienen una alfombra de cáscaras de pipas.
Nos queda bastante en esta batalla y son pequeños detalles los que van llenando nuestros días. Pequeños detalles que no olvidaremos nunca seguro, porque estamos viviendo el efecto Gran Hermano... encerrados todo se vive con más intensidad.

Ánimo a tod@s y besitos





martes, 17 de marzo de 2020

Pequeñas torturas

El mundo está cambiando.  Eso lo estamos aprendiendo todos a base de palos . Hoy es el tercer día de encierro en casa por la cuarentena.  Ya sabemos el nombre de la nueva pandemia, nos aferramos a pensar que todo pasará pronto,  que volveremos a aquella vida cuando paseábamos por las calles y nos tomábamos cervezas al sol.  Hoy es mi cumpleaños.  Llueve. Miro el mundo desde el balcón... no pasan coches ni mujeres con sus carros de compra hacia el mercado,  los jubilados de la calle no toman el sol, carmen no sale a las tres y media a su puerta con su canario para que  les de el sol mientras cotillea con su vecina de enfrente. Todos nos asomamos a las ventanas y balcones a ver el mundo ... a recordar aquella vida cuando los domingos se visitaban a los abuelos, aquella vida cuando nos dábamos besos y abrazos sin miedo.

El mundo va a cambiar sin duda ... la contaminación bajará de forma asombrosa , cuando esto acabe habrá muuuuchos divorcios de los que no les fue bien y muuuchos embarazos de los que les fue genial.  Los animales de las sierras y bosques se atreverán a acercarse a zonas antes complicadas por la afluencia del hombre . Pequeños cambios que nos susurraran lo que somos y lo que provocamos a nuestro alrededor.

Si . Estoy bien.  Hoy solo es el tercer día de muchos y ya aprendí cosas... que me siento cuidada y protegida en el hogar en el que vivo. Que la sociedad entra en pánico con más facilidad de lo que yo imaginaba y que nunca hubiera llegado a pensar lo importante que es el papel higiénico para sobrevivir.
El mundo está cambiando y creo que cuando salgamos de esta nunca lo olvidaremos ... como el que no olvida la guerra o tuvo que vérselas con la fuerza de la naturaleza; tsunamis... terremotos , aludes o inundaciones. Saldremos de esta claro que si ... seremos como los osos cuando salen de la hibernación ante la primavera. Pero nunca olvidaremos esas pequeñas torturas que todos tuvieron que experimentar para sobrevivir a la pandemia. Pero mientras que haya café y amor en nuestros hogares venceremos.

Ánimo a tod@s.








miércoles, 12 de febrero de 2020

Germen


Aquel lugar era un puñado de casas rodeadas de cientos de árboles frutales.  En mi estancia solo pude ver una mujer, un coche aparcado  a unos metros de la casa, que iba y venia conducido por un vecino invisible que nunca vi y un gato.

A la lumbre de la chimenea observaba el único cuadro de la casa, se intuía que no era un cuadro cualquiera, lo que hoy era cuadro un día habia sido parte de la colcha de una cama. Posiblemente una cama en la que se había soñado,  se había hecho el amor mil veces y había germinado el inicio de una vida maravillosa. 

Y allí estaba yo, la nueva inquilina por días y por horas bajo el influjo del fuego primitivo y la belleza de los cuadros inventados.  Tumbada en la cama tan solo con la luz del fuego en aquella estancia de sueños y fantasías de bosque observé su silueta entre luces y sombras...  Mi pecado y mis ganas eran él, mi deseo y mi locura eran él.  Mi amor, mi único amor era él.