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♥ Entra y siéntete en casa ...

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sábado, 30 de abril de 2016

El sabor del amor






La alegría sabe a fresa,  el odio es como hielo en un Martini.  Y el amor sabe a agua de rosas.

Me gustan todas excepto una, la traición... esa sabe como el carbón sobre la carne quemada


martes, 26 de abril de 2016

Bordeando


A veces bordean la línea de los moldes predefinidos. 

Te mueres por explorar su silueta y adentrarte en ese pijama de primavera, por contar sus lunares y comenzar de nuevo al perder la cuenta de tan suave tarea, te mueres por saborear su aliento de sueños y certezas, te mueres por adentrarte en esa cueva de aventuras y tesoros.
Se muere por verte surcar en el vaivén  de los deseos, sentimientos y pecados, por verte navegar corazón adentro. Se muere por sentir tus ansias y tus ganas.

A veces bordean la línea de los moldes predefinidos. 

Y toma aire, siente la brisa de sus pestañas, y prefiere escucharle.
Y le diría que hace tiempo que la quiere, quizás demasiado, que mejora su vida, que se siente feliz cuando está a su lado.

A veces bordean la línea de los moldes predefinidos. 

Olvidando lo que hay corazón adentro siguen en su suave nube de algodón y caramelos,  siguen ahí... hablando... siguen ahí envueltos en canciones y cuentos.  
Bordean la línea que a veces juega con ellos, olvidando esos traviesos pensamientos que anidan en esa frontera de amistad  y vértigo.

Y puede que algún día no encuentren la línea, y que los dos estén en el mismo lago, puede que algún día quizás… hoy se están completando. Se están complementando.





sábado, 23 de abril de 2016

with you




 
Sucedió aquella noche de primavera,
imaginando los dos en un cielo de ilusiones.

Soñamos con viajar a lomos de un cometa, visitando nuevos mundos,
esquivando juntos los asteroides de la duda, recorriendo galaxias a la velocidad de esa luz que desprendía nuestra cómplice mirada.

Pero los sueños, sueños son... y despertamos.

Y yo sigo aquí, en mi universo paralelo,
buscando la inspiración en las perseidas,
fugaces intenciones que se desvanecen en la penumbra de mi mente.

Aquella noche te prometí la Luna... pero volveré a tu lado con las estrellas.






martes, 19 de abril de 2016

No sólo los perros lamen




Apenas hacía un par de meses que Lima, un perrito de siete meses vivía con ella en el 4º A de ese viejo bloque de pisos. 

Un extraño virus  estaba haciendo morir súbitamente a todas las mascotas de barrio. Todos estaban asustados y el silencio de las familias afectadas no tranquilizaba sino que creaba aún más incertidumbre  a todo aquel acontecimiento.

La muchacha decidió tras una visita rutinaria al veterinario verificar que Lima estaba sana y fuerte y en los últimos días decidió que dormirían juntas...

Una de esas noches en estado de duermevela sintió como Lima le lamía el pie.
Al despertar vio  un papel grisáceo, de esos reciclados y ásperos  a los pies de su cama.

Agitada e inquiera lo leyó...
“No sólo los perros lamen"

Abrió los ojos con temor y asombro. Un escalofrío y un repentino sudor frío recorrió todo su cuerpo.  Miró a Lima que yacía en su mantita de rayas naranjas y blancas. Se acercó a la perrita, verificó con pánico y desazón que su amiguita ya no dormía.  La abrazó sintiendo su cuerpo frío e inerte...  

“No sólo los perros lamen"
Aquella nota quedó olvidada tirada en el suelo 





viernes, 15 de abril de 2016

arrullos





Me atrapas...
Me voy...   y vuelvo
y te sigo por el aire como una brizna de hierba

Las nubes en las que habito no las verás en el cielo.
Están llenas de sueños y colores
De reflejos de vida, fragancias y sabores
Repletas de ti y de mi, de vivencias y pasiones
Las nubes en las que habito no las verás en el cielo.
Mi cabeza sigue allá arriba...
Pero mantengo los pies en el suelo.










lunes, 11 de abril de 2016

TreS






Te amaron los faraones,
Gato pequeño, tigre casero.
Gata vikinga.

Ella fue pensada y deseada antes de que llegara a casa, luna llegó en otoño, cuando todo se asienta, cuando el loco verano es un recuerdo y te preparas para un invierno de fríos y de vientos del norte en mitad del salón.



Ella deambula sigilosa por su hogar, escala por todo los lugares en altura para vigilar a los enemigos, no tiene  modales de gata de modista, ella bebe del fregadero, se come los restos de gelatina del vasito, juega con el mechero de su amigo el vikingo y lo espera pacientemente cada día para abordar la cama del que la cuida y la quiere. Allí donde la suave colcha es mullida y calentita.  Se esconde bajo las mantas buscando la amabilidad y benevolencia de su amigo para que la deje compartir el mismo espacio en sueños. Le gusta el olor del vikingo,  a gasolina, a alguna cerveza de fin de semana, a papel y tinta de bolígrafo, a ciudad y coches, a  hierba y árboles,  apenas ha conocido a gente, pero eso a Luna no le importa. 

Luna no es una gata de faraón ni de relojero ni de ama de casa ociosa. Luna es la gata de un vikingo sin barco.


Te amaron los faraones,
gato pequeño, tigre casero.
Gata hechicera.


Ella es la dueña de su territorio. Es el felino salvaje que observa en silencio. Desde el primer día que llegó a casa supo que había alguien más, alguien que no veía pero presentía, algunos días  con mas fuerza  que otros.  El Vikingo a penas le habla de ella pero Luna sabe, luna  presiente y siente... que son una familia de tres.

A veces sale al balcón y la espera, sabe que es chica como ella y que tiene un nombre blanco como ella, sabe que la quiere y que está lejos... pero luna que es una gata de libros, de series y películas dominicales sabe ser paciente, sabe que en ocasiones hay cosas que no se ven pero que existen, siempre ha sabido que son dos pero que hay alguien más que forma parte de ellos. Alguien que apacigua los ánimos cuando hace trastadas y que siempre está  de su lado.


Luna no es una gata de faraón, ni de carpintero, ni de dueño de tienda de discos y vinilos. Luna es gata de hechicera sin pociones.



A esa familia de tres.
Luna, 
el Vikingo sin barco
y la hechicera sin pociones.

viernes, 8 de abril de 2016

La casita del corazón verde




Siempre soñó con una casita no demasiado grande pero con un pequeño jardín donde su perro pudiera estirar las patas y gruñir a sus anchas.
Siempre se soñó volviendo a casa a alguna hora de la tarde, abrir la puerta de casa y sentir como su perro le lamía la mano moviendo alegre su cola y que su compañero de vida le diera un beso en los labios sin demasiada intensión.  Tener aún tiempo suficiente en la tarde para poder sentase en el pequeño jardín  en su silla favorita, esa que estaría estratégicamente colocada para poder sentir y aprovechar los últimos rayos de sol junto a alguna bebida y algún sándwiches.
Se imaginaba oliendo a tierra mojada en otoño, con su bufanda verde en invierno, oliendo  cloro y té helado en verano y a flores y pólenes desatados en primavera.  Observar con paciente contemplación las enredaderas que sembraron juntos en algún momento de primaveras pasadas,  escuchar alguna moto que pasa y los niños del vecino pelear por la pelota.  Esperar pacientemente la hora de la cena mientras mira las últimas luces del día como traspasan las hojas de las plantas del jardín, mientras escucha  las cosas de su compañero, el que llegó en un otoño para hibernar en su regazo y nunca encontró primaveras para alejarse.
Imagina como suena el teléfono y él lo coge, lo escucha hablar dentro de casa, mientras hace planes con los amigos para el fin de semana, mientras ella entra para preparar una cena rápida.   Él le cuenta en la cena todo lo comentado, lo planeado, las risas, lo que se sabe, lo que se intuye... los amigos y su mundo...
Se acuestan pronto, se enroscan, él le toca la tripa y ella le advierte que aún es pronto para sentir su presencia, pero aún así él le da las buenas noches acariciando la piel del templo en el que se encuentra su niño.
 Ella siempre quiso tener una casita con sus tazas en la cocina, su música en el salón y mesita en el jardín, con un perrito amigo con el que compartir la vida y un hombre a quien querer tanto como él la quisiera a ella, flores en el jardín, barbacoas los domingos, vacaciones en familia sin planear demasiado,  niños con los que practicar matemáticas y a los que aplaudir mientras jugaban a fútbol con su padre. Una casita con corazón, con corazón de dragón, con corazón verde esmeralda, verde esperanza, verde rareza, verde como los prados de esa Irlanda que siempre amó.


Hoy volvió a casa a alguna hora de la tarde, abrió la puerta y su perro le lamió la mano, y él... el que llegó para hibernar un invierno y nunca encontró primaveras para marcharse le dio un beso sin demasiada intención.








domingo, 3 de abril de 2016

Un martes cualquiera




Dime que hay tras tu mirada perdida en un mar de silencios
Tras tus silencios  ahogados en emociones contenidas
Dime que hay tras esas emociones sin palabras
Tras esas palabras  que se descifran como crucigramas de domingo

Dime si tus gestos son el camino
Que no es tarde para entender que es a ti a quien debería querer
Que tu corazón renace y sana con fuerza
Aunque aún no es fuerte ni valiente, que le cuesta

Dime en que idioma hablas, de que mundo vienes
Si este enredo mágico es ilusión de mago
Si debo esperar como el gusano a la primavera para echar el vuelo
Si debo dejarme llevar por otra corriente, por otros susurros

Dime a que lado del rio me encuentro
Si debo quedarme aquí, sin miedo a este lado del río,
Sentada bajo la sombra de las grandes ramas de un árbol torcido
Olvidando que el tiempo no se paró
Y que seguimos ahí en aquella tarde que fue oasis 
En aquella tarde de un martes cualquiera para el mundo 
Sintiendo que siempre podremos volver allí, a aquel lugar delicioso...
Porque hay recuerdos que son un lugar
Y donde una parte de nosotros queda olvidada debajo de alguna piedra 

Dime que encontramos en aquella calle
Si ahora después de haber cavado tanto y tano llegaste al otro lado
encontrando un mundo de luces nuevas e inesperadas
Dime si hoy sabes volver a casa.

Dime que hay tras tu mirada perdida en un mar de silencios
Tras tus silencios  ahogados en emociones contenidas
Dime que hay tras esas emociones sin palabras
Tras esas palabras  que se descifran como crucigramas de domingo