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♥ Entra y siéntete en casa ...

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jueves, 27 de noviembre de 2014

Motivos ~ 2~




Fatemeh tenía una vida sencilla con sus padres y hermanos en unas tierras áridas e inhóspitas, a pesar de ello vivía bien, incluso comenzaba a hacer planes de boda con su prometido, pero como suele ocurrir, sin casi darse cuenta llegó un tiempo oscuro, de maldad y muerte.   Los sucesos se desenrollaron rápido, cono el azote de una ola, como un alud en la montaña... Y todo su mundo conocido desapareció.  La gente amiga y conocida había desaparecido o simplemente habían muerto.

Estuvo dos años en un campo de refugiados, en un lugar tan árido e inhóspito como su propio hogar. La diferencia es que en ese lugar no había ni amor ni risas, se sobrevivía, no más.

Fatemeh pensaba y soñaba con su prometido en muchas ocasiones. Intentaba imaginar donde estaba, si habría podido escapar, si luchaba en alguna guerrilla o simplemente ya no había destino en él. Pensaba en como podría haber sido su noche de bodas y lamentaba no haber hecho el amor con el hombre de su vida, lloró amargamente la noche que aquel tipo la agarró y la usó como si fuera un clinex.  Después de aquello, sólo tuvo una idea en su cabeza... salir de allí a toda costa.


Era un día de infierno, cercano al fin de año.
Antes del alba, una mujer atravesó la frontera. Salió como Fatemeh y entró como Virginia.



Virginia era silenciosa y desconfiada con los hombres.  Apenas tenía acento al hablar. Después de mucho penar consiguió un trabajo en una empresa de limpieza. Trabajada mucho fuera y dentro de casa, tardó meses en poder arreglar todas las sillas, incluso pudo comprar un aparato de radioaficionado. Cada noche rastreaba las ondas, buscaba frecuencias y mantenía conversaciones con personas lejanas en el idioma de su viejo y árido hogar, mantenía la esperanza de encontrar al que iba a ser y nunca fue su marido...

Resultó que cierta mañana llamaron a su puerta, hacía frío, faltaba poco para Navidad. Abrió los ojos y esperó un momento...   -volvieron a llamar- ...hacía tanto frío en aquella casa sin calefacción.
 Se cubrió con una manta y fue a abrir.

Había dejado toda la noche el aparato de radioaficionado encendido y cada tanto las voces entrecortadas se hacían dueñas del lugar.
En un principio no vio a nadie tras la puerta, pero una voz se escuchó interrogante. "¿Eres Virginia?"
Ella afirmó con la cabeza mientras cubría con la manta aún más su cuerpo.
"verás, es que tengo esto en casa y me ha dicho Emilio, el de la frutería de la esquina, que tú le sacarías partido. La verdad es que yo lo veo fatal pero si  te interesa es tuyo"
Virginia dio unos tímidos pasos fuera de casa y se giró para mirar de lo que hablaba. Estaba todo metido en un camión grande, bien podía ser de mudanzas.
"Bueno pero de que me estás hablando, ahí dentro hay muchas cosas"
"Hablamos de todo lo que hay dentro"
"¿Todo? pero, es demasiado... no sé que decir"
"Mujer, no te preocupes" rió a carcajada limpia, como si no le importara llamar la atención a los madrugadores viandantes."Mi hermana se ha empeñado en reformar la casa y joder, esto no puede ir a la basura, llevo días dándole vueltas a lo que hacer con esto y Emilo me dijo que tú reformabas muebles o yo que sé que historia. Si los quieres me haces un favor, llevan un mes ahí metidos"
"Claro, claro que los quiero" 
"Pues si me invitas a un café llamo a mi primo y lo descargamos"

El hombre entró siguiendo los pasos de Virginia, ella con timidez acentuada pidió que esperara un momento a que se vistiera.
Mientras que estaba en su cuarto cambiándose, escuchaba al hombre hablar con voz alegre y jovial con "su primo",  se despidió con un "Aquí te espero churra".  
Al salir Virginia se dirigió a la cocina. Hizo el café y lo sirvió junto a unas galletas. "jo. En esta casa hace un frío que pela". 

El día pasó rápido en compañía de aquellos hombres alegres y dinámicos, le trajo recuerdos de sus hermanos. Tras ese día llegaron otros, muchos mas, Javier no dejó de visitarla con cualquier escusa. Pasaron juntos la navidad, la primavera, el verano y pronto volvería una nueva navidad en sus vidas.  Virginia aprendió a confiar en él y Javier terminó entendiendo la tristeza de su mirada y su actitud huidiza. No le importaba, porque después de tantos meses a su lado descubrió que la quería, una vez se atrevió a decírselo, en la costa, en una noche tan calurosa que no podían dormir en el camping y decidieron pasear junto al mar, si...  allí se lo dijo y ella no dijo nada, la oscuridad de la noche le impidió ver su mirada, se limitó a seguir caminado como si nada, cosa que Javier interpretó como una negativa rotunda, un portazo mudo en todas las narices. Así que nunca más sacó el tema del amor, de su amor, el que gastaba en silencio, con su compañía, con sus conversaciones, con sus rarezas y esas extrañas cosas que tardaba días o semanas en descifrar.
En los últimos tiempos Javier le estaba arreglando la cocina, las humedades traspasaban la pared provocándole a la mujer constipados continuos. Apuraba tanto el día trabajando que pasaba la noche  en casa de virginia. Fue entonces cuando descubrió las terribles pesadillas. Se despertaba gritando y llorando, hablando en otra lengua y llamando a alguien como si se le fuera la vida en ello.
Javier entró en la habitación, se acercó  a ella y pudo  ver el terror desencajado. Virginia le abrazó y hundió su cara en el pecho de Javier. Intentó tranquilizarla a duras penas, ella aún aturdida hablaba en su lengua madre, tardó mucho rato en poderla tranquilizar.  La mantuvo entre sus brazos, ella se dejó acurrucar, decidió quedarse junto a ella toda la noche, bajo las mantas, junto a un cuerpo tan suave como infranqueable.
Aquella mañana de Domingo llovía, el sonido de la lluvia golpeaba con fuerza las ventanas, el viento gritaba colándose por las rendijas. Bajo las mantas se estaba bien, aún era temprano, Virginia aún dormía y Javier la observó unos momentos intentando imaginar como hacerle la vida mas fácil.  Virginia despertó entonces, abrió los ojos lentamente y dejó escapar una sonrisa al verle allí junto a ella, buscó las manos de Javier y las enlazó con las de ella. Le dio las gracias por cuidarla y estar cada día mimándola.  Javier no sabía que decir, aquel despertar lo aturdió, era feliz con aquello, no quería volver a dejar caer los cimientos ya construidos con un alarde de valentía y seguridad masculina.  Sus actitudes de macho alfa quedaron atrás, en otro tiempo. Se dejó llevar por el silencio, se dejó llevar por los sonidos, el tacto de sus manos, su mirada brillante, y como si todo aquello fuera el envoltorio  de un regalo Virginia acercó sus labios a los de Javier y le besó,  con timidez, con sutileza, Javier le respondió con un nuevo beso, mezclado entre su incontrolable arrebato y la ternura que  destilaba su hermosa amiga. Sintió las manos de Virginia temblorosas.  Sus corazones comenzaron a fundirse con aquel  beso,  el deseo y la pasión llegarían después... a su debido tiempo. Cuando sus corazones terminaran de fundirse y sólo fueran uno.





              


8 comentarios:

  1. Después del calvario y sufrimiento que pasó, parece ser que su vida iba a cambiar para bien y terminaría por ser feliz. Puede ser perfectamente el retrato vivo de muchas personas que les toca vivir valga la redundancia en el culo del mundo, y en condiciones nada optimas. Joder como te lo curras.

    Besos Nieves y cuídate.

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  2. Hermosa historia, Nieves.
    El sufrimiento quedó atrás, ahora tiene una nueva vida para ser feliz, lo logrará seguro.
    Me encantan estos relatos tan profundos, los manejas fenomenal, felicidades.
    Besos!!

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  3. Que tierno, tanto sufrimiento encuentra refugio y amor... precioso
    Me encantó tu relato
    Besos

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  4. Vaya... así que más que amigas... encontró paz!!!!
    Eso sí que vale la pena, eso sí que vale todo el sufrimiento, la espera, la soledad. Encontrar la paz al lado de un buen corazón... eso es lo que algunos llamamos "suerte".

    Ten un buen finde, Nieves linda :)

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  5. MUCHAS GRACIAS!!!

    He decidido ampliar con una entrada más esta historia, creo que bien se lo merece Virginia :))

    Mil Besos amig@s !!

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  6. Nieves, me estoy perdiendo este relato, ahora voy a ver lo que sigue, es una historia atrapante, un abrazo!

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Hola chic@s!!!!
Gracias por visitarme, por estar y compartir tus pensamientos....