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jueves, 2 de octubre de 2014

Vladimir II




Me consta que algunos de vosotros tenéis curiosidad por descubrir el enigma de saber quien es ese hombre que responde al nombre de Vladimir.   No os puedo asegurar que saciéis vuestra curiosidad pero al menos os contaré lo que yo misma sé.  Ahora que han pasado meses desde que dejó nuestro pueblo puede que sea el momento para poder contar.  Para ello debo remontarme un momento a esa noche...


En ciertos lugares  sólo hace falta una pequeña brisa para provocar un huracán.  Este pueblo es uno de esos lugares. 
Mi abuela había estado enferma y aquella noche volvía después de un mes. La gripe la había dejado débil y hasta que no la vi con fuerzas no quise volver a casa.
No era demasiado tarde a pesar de que el sol ya hacía rato que se había ocultado en el horizonte. 
Iba pensando en el trabajo acumulado que me esperaba, en cómo me encontraría la casa después de tanto tiempo cerrada, en el reencuentro con los vecinos y en las posibles novedades...

Apenas había tráfico, la carretera del norte siempre es tranquila,  sólo una camioneta a varios centenares de metros me hacía sentir ese viaje mas acompañada.  Cuando la perdía de vista  aceleraba y si parecía estar demasiado cerca me relajaba y la dejaba alejarse un poco....  
Un fogonazo inmenso, durante unos breves instantes fue como volver a tener  la luz del día. Un ruido ensordecedor, como el de los aviones cuando rompen la barrera del sonido. Una luz en el cielo que caía... dejando un rastro de fuego...
Frené en seco porque me di cuenta que me daba de bruces con la camioneta que había parado en la carretera sin precaución alguna. El conductor estaba en la calzada observando atónito el acontecimiento.

"¿lo has visto?" " Ha caído mas allá del pueblo"
Me habló sin conocerme, con familiaridad a pesar de ser un completo desconocido.

Mi intensión no era parar, invadí el carril contrario para adelantarle, lentamente, bajé la ventanilla y le comenté "Si... en los bosques negros, provocará un incendio"   ... odiaba los incendios...

Cuando llegué al pueblo todos estaban en las calles, alborotados, desconcertados.  Una cuadrilla de bomberos había vuelto a la central para llamar a la capital. No había incendio pero si un gran cráter en mitad del bosque con una gran piedra  humeante en el centro...

Estaba cansada del viaje y pese a todo lo que se especulaba quise entrar en casa para dormir.  Tan pronto pisé el portal de casa, mi amigo Alfredo me llamó desde el balcón de su casa,  "sube, ha caído otro en Murmansk"
Subí para escuchar las noticias con él. Especulamos un rato y terminé rendida de sueño.
Es un echo que unas noticias eclipsen a otras. La caída del meteorito de Murmansk había sido filmada por decenas de personas, había imágenes de todos los momentos de su caída y el nuestro cayó anónimo, - sin imágenes y apenas testigos- así que en el mundo de la imagen y sonido pasó inadvertido para el público en general.  Sino había imagen no había noticia. Así que todos los noticieros se volcaron en Murmansk.

En los días siguientes varios científicos estuvieron  recogiendo muestras y estudiando la zona. Entrevistaron a algunas personas que lo vieron caer para tener en cuenta su trayectoria y poco más.
En un par de semanas todo estaba olvidado y todos los forasteros curiosos se marcharon, pero de pronto nos dimos cuenta de  la presencia de Vladimir.

¿Cuándo había llegado?

Mariana recibió una llamada de teléfono la mañana siguiente de la caída del meteorito. Era tan temprano que aún estaba en la cama.
Vladimir preguntaba por la casa que tenía en alquiler. Fue una llamada corta, escueta, como un telegrama. Mariana aceptó sólo por la tranquilidad de que si lo tenía de inquilino le ingresaría en su cuenta bancaria dos años por adelantado.

Mariana es la hermana de Rodolfo y Rodolfo es compañero de trabajo  de Alfredo... Alfredo, mi amigo y vecino, me lo contó uno de esos días en que el tema de conversación era Vladimir.  "puede que no pueda hablar" Insinué ante la evidencia de que nadie había escuchado su voz desde que llegó. Aquél argumento desmontaba mi teoría. Podía hablar, incluso sabía nuestro idioma, lo hizo  en aquella llamada de teléfono.


....

La semana pasada la cajera del supermercado me comentó con una naturalidad pasmosa que Vladimir -el tipo de las latas de atún y el Vodka- aclaró para que no hubiera duda de quien se trataba, me necesitaba. ¿Para que? Yo era una mujer multiempleada; era profesora de ingles en la academia "Resueltos S.A." , Los jueves y Viernes estaba en la agencia de viajes " Xiao Bambino" y  por las tardes de Lunes a Sábado acompañaba a Doña Manolita a dar sus paseos, a la consulta del médico y todas esas cosillas que van saliendo a diario.  Los fines de semanas eran para mi,  Doña Manolita casi siempre me daba la tarde de Sábado libre, decía que tenía que pasar mas tiempo con mi novio y trabajar menos...
¿Para que me necesitaba? Fuera lo que fuera podía haber ido a mi puesto de trabajo pero no... me dejó el encargo en la caja del Mercadona...

Quise llamar al timbre... parecía no funcionar, di un par de golpes con mis débiles nudillos.  Eché un vistazo al buzón mientras esperaba  pero no había nada, ninguna postal...

Me abrió y me dejó pasar sin decir nada. Entré...    De pronto descubrí miedo, quizás me estuviera metiendo "en la boca del lobo" como una palurda. Me dirigió al salón donde un fuerte olor a cerrado impregnaba todo.   Se sentó y yo hice lo propio frente a él, una mesa  con varios vasos y la dichosa botella de Vodka nos separaba.  Se relajó y vertió el vodka en dos vasos. " No. Gracias, no suelo beber y menos estas bebidas tan fuertes"
Bebió de un trago el líquido de su vaso y dejó esperar el otro.

"necesito una ayuda" "Un mapa,  es muy importante que tenga ese mapa antes de 10 días"

¿Un mapa? Yo no entiendo de mapas, su petición fue tan inesperada que el sonido de su voz pasó desapercibido.  Así se lo hice saber; "¿que clase de mapa era? En internet podía encontrar todos los caminos, hoy en día todos los mapas del mundo podían encontrarse en la red a golpe de click".

"¿Internet?"  "¿Cómo puedo ir a internet?"


¿Cómo puedo ir a internet? Acaso había alguien medianamente civilizado en este planeta que no supiera de la existencia de la red de redes... puede que quisiera aturdirme, hacerse el loco,  puede que aquella actitud de panoli  fuese una especie de coartada, pero que sentido  tenía. Su rostro fue de asombro, de alegría ante la evidencia de que la solución a ese problema que venía arrastrando desde tiempo atrás la tenía internet. No sé porqué, os lo juro... no sé porqué le creí. Supongo que confié en su mirada, siempre he sido confiada.

Espérame aquí, volveré en 20 minutos con tu mapa.

20 minutos después volví a sentarme en la misma silla pero con mi portátil frente a los dos.

"A ver... ¿Dónde quieres ir?"  Dije animada y predispuesta a ser portadora de un gran misterio. Alfredo lo iba a flipar cuando se lo contara.

"No es mapa tierra, es mapa de cielo"

"Ah... bueno...  eso es diferente... dime que es lo que quieres ver... "

"Mapa constelación Dorado, por favor"

En un minuto la constelación Dorado ocupaba todo el monitor del portátil.  Vladimir arqueó una de sus cejas en forma de asombro y acercó sus ojos al monitor, fue haciendo ruiditos conforme iba desglosando el mapa. Yo no entendía nada.  Entonces se levantó, fue a una estantería y cogió el libro que leía constantemente, lo miró un instante. No fui tan discreta como se debe ser en ocasiones como esta, miré el libro a la par de él... eran dibujos, señales, letras parecidas a las rusas...  Volvió a mirar el monitor y comenzó a dibujar el mapa de Dorado a la ves que ajustaba unos números.
Estaba claro que yo había dejado de existir, me alejé del monitor y le dejé trabajar durante dos horas...
Al marcharme Vladimir me acompañó para despedirme y antes de abrir la puerta para  marchar me hizo parar y me dijo:
" Muchas gracias, yo quiero pagar por tu trabajo un buen dinero y por tu silencio por favor"
" No, no, no me tienes que pagar, internet es para todos y confía que no diré nada. De verdad"
"Muchas gracias por favor"

Aquella coletilla de POR FAVOR, resultaba curiosa, llamativa y hasta graciosa... 

No se lo conté a nadie obviamente. Ni siquiera a Alfredo y creerme cuando os digo que no me costó guardar silencio. Intuía que había algo que merecía mi silencio.

Al día siguiente pasé por casa de Vladimir y le dí el mapa. Lo saqué por impresora. Debía tener un buen mapa y no un medio garabato en una de las hojas de ese libro suyo.


Hace meses de ese día.  Nunca más lo vi. Simplemente se marchó.  No tengo ni idea a donde. Mariana recogió las llaves de la casa que le había dejado en el maltrecho buzón.   Todo volvió a ser como siempre, incluso como antes de la noche del meteorito.  Todos le habíamos olvidado. Incluso yo, lo confieso.


Esta tarde abrí mi propio buzón.  Entre las cartas del banco, el recibo de  la luz y una publicidad de una tienda de muebles encontré lo inesperado. Una postal. No había nada escrito.  Sé de quien era, claro que sí. Mi sonrisa se me escurrió sin querer. Era una postal de "la Constelación Dorado".











11 comentarios:

  1. Coño pero por fin que era: un marciano, el mismo Jesucristo que en vez del vino le daba al vodka, un espía del KGB o este Vladimir era primo del otro Vladimir Putin que mandó a este para averiguar hasta donde querían llegar los ucranianos.

    Besos Nieves.

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  2. Nieves no, no trabajo de vigilante. Te digo esto al hilo del comentario que has dejado en el posts anterior. El vigilante era Vladimir.

    Besos.

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  3. *Rafa, la narradora nos advirtió que no sabía si iba a saciar nuestra curiosidad, que simplemente iba a contar su vivencia. Ahora si me preguntas personalmente dejando al lado mi lado de narradora , especulando un poquito me gusta pensar que del cielo cayó algo mas que una roca. Vladimir tuvo que quedarse hasta que su "medio de transporte" se arregló y pudo volver a casa.
    Pero claro esta es mi especulación ... cada uno tendá la suya y seguro que las habrá para todos los gustos.


    un besito y gracias por tu humor ;))

    Pd: pensé que era compañero de profesión. Queda aclarado ;))

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  4. Me gustó el modo en que cerraste la historia de Vladimir, un alien "doradiense".
    Que le enviara una postal, está buenísimo.
    Un fuerte abrazo, linda.

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  5. Ahora si que lo tengo claro, es un marciano el que inspira toda esa desbordante imaginación que tienes y que nos permite disfrutar de tus relatos,jajaja.
    Un abrazo.

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  6. Si será verdad que los tenemos cerca.
    Muy buena historia inmejorablemente escrita.
    Besos

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  7. Vladimir, el viajero espacial! Sólo espero que para hacer un viaje tan largo no se hinchara antes a vodka...! Me imagino su nave haciendo eses, jajajaja!

    De verdad, pero qué imaginación tan chispante tienes, Nieves, me encanta!

    Te deso un feliz fin de semana...¡Muchos besos!!!!

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  8. Un extraterrestre!!!!! No lo hubiese imaginadoooo. Me gustan las sorpresas Nieves.
    Mil besos!!!

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  9. Muchas gracias por vuestras palabras, que me hacen sonreír,que me hacen descubrir detalles del relato que no veo cuando los escribo.

    Un abrazo inmenso y FELIZ semana :)

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  10. Creo que la protagonista no contó la búsqueda de Vladimir no solo respondiendo a su pedido sino también quien le hubiera creído?
    Muy imaginativo, felicitaciones
    Abrazos

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Hola chic@s!!!!
Gracias por visitarme, por estar y compartir tus pensamientos....