Los días transcurrían con algún que otro sobresalto, alguna caída, alguna pelea... pero nada que no se arreglara con un poco de agua oxigenada o un apretón de manos.
La noche del Jueves, ya de madrugada, tuve que salir de mi confortable estancia dento del saco de dormir para ir a hacer pis, cuando volví y quise entrar todos se habían reuvicado y por mucho que intentaba buscar un hueco no había manera de que ninguno de ellos moviera un músculo.
Escuché el murmullo del grupo de guardia; todas las noche un grupo se quedaba pendiente del fuego pero por mucho que los profesores internaran que el grupo cambiara siempre eran los mismos, el típico grupo revolucionario (ya me entendéis).
Pensé: - Bueno me iré al fuego un rato
Cogí a ciegas algo de abrigo, ¡¡el cardigan de Javier!! me estaba grande pero no tenía humor de seguir buscando.
Cuando me acerque a la hoguera sentí la mirada de todos, esas miradas que dicen... A que viene esta aquí!!!
Me senté en el suelo apoyada a un gran tronco de un árbol caído que alguien decidió poner junto al fuero para sentarse, entonces vi el motivo de mi incómoda presencia.
Uno de los chicos escondía entre sus piernas una botella de alcohol.
- Podéis seguir bebiendo, no voy a decir una mierda.
No soy de decir palabras feas (como dice mi sobrino) y en aquellos días aún menos pero me pareció guay decirla porque todos las decían y no quería ser la corta puntos.
Entonces el chico miro a Ángel, mi amor platónico, el primer chico que me hizo sentir las mariposas en la barriga, como me gustaba dios...
Ángel asintió con la cabeza y siguieron bebiendo y charlando.
Yo en silencio me limitaba a mirar y escuchar al chico que me tenía el corazón robado.
Mi corazón se puso a mil por horas cuando él y no otro se sento justo a mi lado y me dijo en voz muy baja
- Vamos a hacernos un cigarrillo, podemos confiar en ti no?
- Claro
Me dio una palmada en la pierna como gesto de "trato echo, yo también confío en ti"
Estaba allí junto a mí haciéndose el cigarro cuando una parejita que no había parado de besarse en todo el tiempo desde que llegue se levantaron, el chico cogió una manta y dijo. - Ahora venimos
La noche transcurría apacible, hablamos de lo que haríamos al terminar el colegio, de los profesores, de todo aquél bosque que ya se quedaba pequeño porque estaba todo por explorar...
Una hora después uno de los que estábamos allí dijo.
-La pareja tarda mucho, vamos a echar un vistazo?
- Ni hablar. Dijo Ángel
- Quién se va a enterar tío?
...
En medio de aquella discusión el sueño me rindió y me quedé dormida.
Cuando desperté no había nadie en el fuego, solo una chica que dormía y Ángel junto a mí también dormido, decidí ir a mi camping que ya volvían a estar en posición mas adecuada para que pudiese entrar y seguir durmiendo hasta el día siguiente.
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A la mañana siguiente todo el mundo sabía que aquellos dos habían hecho el amor, fue lo primero que me contó mi hermana nada mas verme abrir los ojos. Yo no salia de mi asombro, quién lo habría contado y como se había propagado tan rápido la noticia.
Aquel día no fui a la exclusión de la mañana porque estaba apuntada en el grupo de cocina. Mi asombro fue cuando el chico protagonista del día volvió solo al campamento porque dijo que se había pegado con uno y lo habían mandado al grupo de cocina como castigo
Pelaba papas en silencio y con la cabeza gacha cuando escuche a uno de los profesores.
- Haber que eso que me enterado de que anoche en la guardia hubo jaleito
- No paso nada, me lié con una chica y ya está
El profesor le echo una buena reprimenda y justo cuando parecía que todo se estaba aplacando el profesor llamo mi atención e hizo un gesto para que me uniera a ellos.
- Es verdad que estuviste en la hoguera?
- Si porque . Le contesté con aire de despiste
- Viste algo que me debas contar?
- No vi nada. Dije
- Ya se lo que están diciendo por ahí pero yo estuve desde las tres a las cinco y media y no pasó nada importante, te lo aseguro, bueno que se liaron estos dos (gesticulé señalando al chico que se notaba la perplejidad de mi complicidad) pero que nada mas.
El chico se sentó a mi lado, cogió una patara, el cuchillo, dio el primer corte a la patata y paro un segundo.
- Gracias tía
Le miré con cara de despiste
- Por no decir lo del cigarrillo y el alcohol. Susurro a mi oído
- Yo no vi nada de eso.
Él sonrío y vio que podían confiar en mi.
Desde ese momento todo cambio porque mi acercamiento hacia el grupo rebelde del cole fue evidente.
Recuerdo que aquella tarde, ya con los últimos rayos de sol de un Viernes ajetreado, me cepillaba los dientes en el río cuando llegó Ángel, no hablamos mientras nos cepillamos juntos los dientes, enjuagaba el cepillo cuando le hice la pregunta que me daba vueltas desde me me desperté ese día.
- Quién crees que lo ha contado?
- Ella. Dijo rotundo
- Ella, y porque?? Me sorprendió
- Para darse el pegote con sus amigas, las amigas han ido contándolo por ahí
Subimos juntos la colina para llegar a la explanada, su camping estaba justo encima de la cuesta.
- Gracias por cubrirnos, me ha contado éste que estuviste de puta madre esta mañana
No me dio tiempo a contestar me dio un abrazo y un beso en la mejilla pero que me hizo flotar, levité hasta llegar a mi camping, con aquella sonrisa de gili que hasta Javier tuvo de decir:
- Quilla, te has fumado un porro con tu nuevo amiguito o que !!!
Aquello había sido mejor que cualquier porro.
Recuerdo que aquella tarde, ya con los últimos rayos de sol de un Viernes ajetreado, me cepillaba los dientes en el río cuando llegó Ángel, no hablamos mientras nos cepillamos juntos los dientes, enjuagaba el cepillo cuando le hice la pregunta que me daba vueltas desde me me desperté ese día.
- Quién crees que lo ha contado?
- Ella. Dijo rotundo
- Ella, y porque?? Me sorprendió
- Para darse el pegote con sus amigas, las amigas han ido contándolo por ahí
Subimos juntos la colina para llegar a la explanada, su camping estaba justo encima de la cuesta.
- Gracias por cubrirnos, me ha contado éste que estuviste de puta madre esta mañana
No me dio tiempo a contestar me dio un abrazo y un beso en la mejilla pero que me hizo flotar, levité hasta llegar a mi camping, con aquella sonrisa de gili que hasta Javier tuvo de decir:
- Quilla, te has fumado un porro con tu nuevo amiguito o que !!!
Aquello había sido mejor que cualquier porro.
jaja, aupa Roja!!
ResponderEliminarpues pocas cosas hay mejor que un porro eh??? jajaja
Abrazos!!! una historia muy real...
Doña M. Un campamento movidito eh!!!
ResponderEliminarUn beso desde el aire
¡Chica, no os aburríais nada, jajaja!
ResponderEliminarBesos y buen finde.
* Sucede, pues tu que sabes valorar los efectos de un porro podrás imaginate como me sentía en aquel momento, en el que la inocencia aún brillaba con luz propia.
ResponderEliminar* Rosa, todas las excursiones eran parecidas, no podré olvidarlas nunca.
* Susana, aburrimiento? eso era un un parar, piensa, tres curso de niñas y niños de 12 a 15 años, imaginate.... la locura!!!
Un beso a los tres!!!
Muerte Roja,
ResponderEliminarMe has sorprendido con tus textos (es la primera vez que te leo). Las palabras Muerte y Roja juntas habían formado en mi mente una imagen de tus escritos como algo radical, violento… vamos, un poco gore. Y sin embargo en ellos hay un dulce canto a la vida, una visión positiva de las relaciones humanas.
Leerte es recibir una brisa suave en una mañana de luz.
Mis felicitaciones,
Y muchas gracias por tus palabras sobre mi relato en “VAN AL AIRE”
Un saludo. Ana
* Hola Ana!!!
ResponderEliminarTus palabras me alagan y me ruborizan...
A la ves me has echo reír con tu deducción ante mi nombre que como en la vida real la apariencia suele engañar y solo los que se atreven a ir mas allá del nombre o de la apariencia descubren la verdadera esencia.
Me alegra mucho de verdad que te guste lo que lees en este pequeño rinconcito nuestro, te animo a que me visites de ves en cuando, vale?
Un besito y hasta pronto :)
Hola! pasé para saludarte y x desearte buen finde....Por cierto esta cap #18,hojala q puedes lleer..tkm..abrazos y mordiskos
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