La abuela Margarita el destino la trajo al sur, mujer de vida dura, la pos-guerra le quitó cuatro de sus ocho hijos, vivía en lo que se llamaba un corral de vecinos, allí vivió una de sus mejores épocas.
Una de sus vecinas un día le dio una pequeña palmerita, débil y frágil como casi todo en aquella época, era mujer de flores, tenía a su cuidado casi todas las macetas que adornaban el patio común.
Allí el ese patio cojio fuerzas, tanto que tubo que transplantarla en una maceta mayor, en esa maceta llegó al piso que con los años compraron, ahí en el descansillo de la segunda planta sin ascensor fue donde yo la conocí, me gustaba pasar la mano cuando entraba al piso en mis continuas visitas.
La abuela Margarita siempre me reñía.
_ Niña no la dañes que me ha costado mucho trabajo que esté así.
Pero en la siguiente visita volvía a pasar la mano, me gustaba como me arañaba la palma sin hacerme demasiado daño claro.
Pasaron varios años, hasta que la abuela nos dejó, se marchó con las estrellas y entre algunas cosas sin valor mas allá que el sentimental nos llevamos a casa la palmera, la transplantamos varias veces hasta que no había tiesto donde plantarla, así que a votación familiar se decidió plantarla en la plazoleta del barrio.
Ahí está desde hace 25 años, desde casa la puedo ver cada día y os aseguro que son muchos los días que me quedo mirándola y pienso:
_ Si la abuela la viera no se lo creería, está inmensa, cada año vienen a podarla y la dejan requetebonita.
No hay duda que esta es la mejor herencia de pude tener.
Me gusta tu herencia, cuídala!!
ResponderEliminarSaludos Muerte.
¡Qué bonita herencia! Espero que siempre esté ahí y se convierta en una especie de leyenda familiar.
ResponderEliminarUn beso
Ahí mismo está tu abuela, en la energía que puso en la palmera y en el calor que sientes al verla y recordarla.
ResponderEliminarAlguien dijo que no morimos del todo mientras que nuestros seres queridos nos recuerdan, así que le estás dando vida a tú abuela.
Un abrazo
Qué bonito, tienes unas historias preciosas , vivan las palmeras y tu abuela, que amaba las plantas como la mía.
ResponderEliminarBesitos.
GRACIAS A TOD@S!!!
ResponderEliminarTodos y cada uno de vuestros comentarios me llegan dentro del alma y me satisface que os gusten.
Rosa. Dorothy. O SuSo. Reyes. Sois Geniales.
Preciosa herencia!! Estas cosas son las que hacen que recordemos a la gente para siempre, no las otras herencias más... pecuniarias.
ResponderEliminarBesos, guapa!
guaaalaa! :O si k dura la palmera :D e una bonita herencia familiar :) y ahora es de todo el barrio (>.<) todos la pueden difrutar ^.^
ResponderEliminarTu abuela hizo un grandioso trabajo :D
Muchos besotes y cuidate!
Holitas!!! Guau!! Bonito blog-te sigo y te invito q visitas el mio...buen noche y un hermoso Miercoles............abrazos y mordiskos
ResponderEliminarhttp://checktheseblueskiesout.blogspot.com
Estupenda herencia la de la abuela Margarita; creo que es el mejor tributo que le podíais hacer: compartir la palmera con todo el mundo en la plaza.
ResponderEliminarBesos
* Carmen, gracias por pasarte y hacer esas apreciaciones tan gratas para mi.
ResponderEliminarUn beso ;)
* Pequeña fantasía, una palmera nos supera en vida a todos nosotros con creces. Ah pronto se te desvelará el misterio con el que te quedastes con Moby Dick.
Un beso grande ;)
* angÿÿ, bienvenido a este mi y vuestro blog.
Un saludo
* Jo, me alegra verte por aquí y que te agrade lo que lees.
Un beso ;)
Una herencia viva y visible que crece desde el pasado hacia el futuro, ¡qué bonita idea!
ResponderEliminarBesos.
* Susana, gracias por estas palabras tan bonitas.
ResponderEliminarUn beso :)
Holitas mi nena!! espero q pasas buen incio de semana-abrazos y mordiskos
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