OH NO!!! ha sido sin querer...
- No pasa nada yo lo arreglo, dame - cogí cuidadosamente las dos partes del faro de madera que trajo mi madre de alguna excursión de recuerdo y termino siendo el faro de la playa de la Isla del Tesoro , estaba sobre una caja de madera que hacía de montaña, los barcos estrategicamente colocados para el desembarco y los piratas esparcidos por la playa aunque algunos ya se había adentrado en la selva ( todo eso en medio del salón por supuesto)
El pequeño me miro con cara de "sin el faro no se puede seguir jugando".
- ¿Como lo vas a pegar?
- Con un pegamento super especial que lo pega super rápido.
- ¿¿Tita tu lo arreglas todo??
Le miré con cara de ironía aunque él no supo captarlo y le respondí:
- Casi todo, hay algunas cosas que puedo arreglarlas aunque quiera.
Esperó unos segundo y volvió a hablar.
- Puedo coger el dominó.
Aunque en casa hay dos juegos de dominó sabia de sobra a cual se refería
- Bueno cógelo pero ya sabes ten mucho cuidado, es de mi abuelo y es lo único que tengo de él.
- ¿Donde está el abuelo?
- En el Cielo.
Supongo que es la respuesta mas fácil y menos complicada para un niño.
- Ya, mi mamá me ha dicho que mi tito también está en el cielo.
- Claro todos vamos al cielo.
- El gusano de ceda que se nos murió está con tu abuelo y el tito.
- No se, el cielo es muy grande y no creo que se conozcan, el gusanito estará en el campo.
- Ah verdad!!!
- ¿ Y donde está el cielo?
- Pues en el cielo, arriba. señale con la mano el techo.
- En las nubes!!!
- Mas arriba de las nubes.
- Con los astronautas en otro planeta!!!
- Bueno exactamente no lo se porque nadie lo sabe, es un misterio, pero tiene que ser parecido a eso, a un planeta...
- Con los marcianos!!!
- Mas leeeeeeeeejos, ese planeta está aún mas lejos. le dije mientras sujetaba las dos partes del faro para que pegaran rápido
Entonces el pequeño empujó la última ficha del dominó y se fueron cayendo una tras otra sin dejar ninguna en pie.
- Bravo!!!
- Has visto tita, soy el campeón.
- ¿Está pegado ya el faro?
- Hagamos la prueba. Lo puse boca abajo y se mantuvo en su sitio
- Bieeeeeeen seguimos jugando!!!!!!!
Guardo el dominó en su caja y después se sentó en el suelo y aclaró lo importante:
Empecemos despues del cañonazo del faro, pero esta ves no se lo tiro para que no se rompa verdad tita?
- Tienes alguna pregunta mas que hacerme sobre lo que estábamos hablando?
- Ehhhhhhh giro la cabeza a un lado pensativo. - No no sigamos jugando.
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Me resulta escalofriante que un niño tan pequeño, tan solo cinco años, tenga la idea de muerte, aunque tan abstracta y llena de fantasía que tienes casi la necesidad de no dar mas explicaciones que las que él reclama.
. Recuerdo muy bien cuando yo fui consciente de la muerte, no se la edad que tenía, pero recuerdo el momento.
Estaba sentada en un velador esperando a que mis padres trajeran los refrescos y algún aperitivo, mis dos hermanos se levantaron y jugaban correteando alrededor de la mesa, vi al fondo a mi padre con los vasos viniendo a la mesa y en ese preciso instante un gato se paro a una distancia prudencial, tanto que no no se porque tuve que fijarme en él pero lo miré, el gato se sentó me miró tal como en la foto y en ese momento un pensamiento tuve, por primera ves de mi corta vida "Que algún día moriría".
Mi padre llegó, todos nos sentamos pero dentro de mi tenía ya una certeza de algo que hasta ese momento ni se me había pasado por la cabeza.
Los niños ven las cosas con naturalidad y las certezas suelen llegar siempre de golpe, como un mazazo.
ResponderEliminarBuen relato.
Saludos desde el aire.
Los niños te desconciertan. Preguntan poco sobre lo que a nosotras nos parece importante y mucho sobre lo que creemos que es una tontería.
ResponderEliminarUn beso.
* Rosa, la verdad llega como dices de golpe, por eso yo soy de las que pienso que a los niños no se les puede engañar, aunque a veces de camufle y se les deje fantasear.
ResponderEliminarUn beso :)
*Dorothy, pues si a mi no son pocas las veces que me dejan perpleja.
Un besin :)
Nosotros, los adultos, ya no preguntamos tanto porque sabemos que no hay respuestas; ellos todavía no lo saben...
ResponderEliminarBesos,
* Hola Carmen!!
ResponderEliminarEstá claro que la imaginación endulza la realidad y los miedos de no saber la respuesta.
Un besito y cuidate ;)
Eres rara , querida , maravillosamente rara; mira que tener esa "revelación " ; fue el gato, sin duda, los gatos son muy especiales , no sé si has leído "De guardia con Oscar " , el gato ése que avisaba en el geriátrico de cuando uno iba a morir.
ResponderEliminarEn aquel caso te hizo ver la certeza de nuestra mortalidad .
Pero puede decirse que los niños saben de alguna manera lo natural que es estar , no estar , irse "al cielo " , me gusta de ellos esa capacidad , los adultos somos los que dramatizamos todo.
Me encanta lo que escribes.
Besos.
Y qué suerte tienen algunos niños de tener esa maravillosa compi de juegos.
¡Que potente lo que nos cuentas, ese momento de conciencia de la muerte! y eso es lo que nos hace humanos, esa conciencia. Es la clave del paso de la animalidad a la humanidad. Y que bien transmites esa interacción con un niño... creo una ha de decir hasta donde un niño desee escuchar, ni más ni menos... el niño nos guía en eso cuando necesite saber más, preguntará más. Eso en todo tipo de temas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Qué bonito fragmento, como lo subtitulas tú, con salpicaduras biográficas que le dan autenticidad...
ResponderEliminar(Epa, me pillaste el micro el jueves pero sólo estuvo unas horas allí, jeje, de paso; yo soy muy disciplinada y regreso rápido al martes. Igual, gracias). Besos marcianos
*Reyes. cuando pienso en aquel día tengo la intuición o el presentimiento que efectivamente fue el gato pero inmediatamente después el raciocinio adulto me dice ¿Un gato, que te da mensajitos?. La única certeza es lo que os cuento, lo que sentí, "el mensajero no es importante".
ResponderEliminarYo siempre he sido rara Reyes, os iréis dando cuenta con el tiempo.
Un beso guapa :)
* Eva, que tal,me alegra verte por aquí!!!
Es un tema potente como dices, lo peculiar es que cuando pregunto a amig@s no saben cuando tuvieron esa certeza, lo raro es que yo me acuerde de ese instante.
Los niños saben mas de lo que imaginamos,son muy listos.
* Susana,poco a poco iréis leyendo mi vida al completo porque fragmento a fragmento algún día se completara el puzzle ;)
Saludos Marcianos (pereces que has tenido algo de "simbiosis" porque mi próxima entrada va de marcianos, -te lo cuento como esclusiva-)
Un besote;)
Los adultos, no preguntamos mucho porque ya sabemos que no hay respuestas; y los niños todavia no saben q no ay respuesta.
ResponderEliminarTe deseo buen fin de semana,espero q te pasas genial!! TKMM
abrazos y mordiskos
En la película Roma (que me atrevo a recomenarte si no has visto), el hijo le dice a la madre que su maestro le ha dicho que xxxx (no desvelo nada) está en el cielo. La madre le explica que eso no es así. Que alguien muere no se va al cielo ni a ningún lugar. Solo muere. Pero su recuerdo y el amor permanece en los seres que le conocieron y quisieron. Y ese es el verdadero legado del que se va.
ResponderEliminarMe ha venido a la memoria tras leer tu post sobre estos temas.
Ah, y me encantan los faros.
Un beso.
* Angy, que tal, espero que tu también pases un finde genial!!
ResponderEliminarGracias por tus comentarios.
Un beso ;)
* Sue, bienvenida a este rinconcito.
Gracias por recomendarme la peli, sin duda la veré y te cuento mis impresiones.
A mí también me gustan los faros y además me traen buenos recuerdos, Sue vuelve cuando quieras.
Un besin ;)
Los niños aceptan las explicaciones que les damos con naturalidad. Somos de adultos que nos planteamos dudas y preguntas. Para ellos el mundo es un lugar 'fácil' porque se lo hacemos fácil. Luego crecemos...
ResponderEliminarAbrazos!
* Ariadna, me entusiasma verte por aquí y saber que te has decidido a seguirme.
ResponderEliminarBienvenida a este blog que hacemos entre todos!!!
Un Abrazo !!!