Un diente menos

Ayer a mi sobrino se le cayó un diente, el primer diente que se le ha caído, estaba ya muy flojillo, se le movía mucho, estaba comiéndose una galleta de chocolate (sus  preferidas) cuando de pronto soltó :

- Ehhhhh, que es esto! lo cogió y grito ¡¡¡¡ EL DIENTE!!!

Todos empezamos a gritar, no sé,  como si nos hubiera tocado un gran  premio.

Él estaba nervioso, supongo por la sensación tan extraña de tener ese hueco libre, llamó por teléfono a sus padres a sus respectivos trabajos para contarselo  y comenzo a planear como hoy le iba a enseñar su mella a todos sus compañeros ya que era el 2º de la clase en tener una paleta menos, solo había sido superado por Gonzalo.

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Intente recordar con mi hermana  ( que se encontraba en casa)  cuando se nos cayeron nuestros dientes y yo solo me acordaba del día que se me cayó unos de los dientes, no sé esactamente cual  y me lo tragué, estaba comiendo y recuerdo que sentí algo extraño pero trague y me lo comí... al dar el siguiente bocado descubrí que un nuevo hueco entre dientes había aparecido ¿Y mi diente? No estaba, no pude dejarle mi diente al Ratón Perez y le escribí una carta contándole lo sucedido y fue tan amable que aunque no pudo llevarse mi dientesito me dejo  100 pesetas "toda una fortuna" . La carta la descubrí en el suelo abierta y con las manchitas de sus pequeñas patitas, seguro que no tenía fuerza para llevarse una hoja de papel tan grande... Pensé.