La búsqueda

Un año más se dio de bruces con la Semana Santa, una semana en la que todo era ajeno para ella; las procesiones y el fervor que causaban  nunca lo había entendido demasiado.

Había crecido en un ambiente religioso, había comenzado los primeros años de  estudio en un colegio católico, estaba bautizada, había hecho la comunión y convivía cada día con fotos y símbolos religiosos pero todo ese mundo se encontraba a años luz de ella, no le afectaba lo más mínimo, respectaba a todos los que se declaraban católicos y tenían fe en un Dios que nunca había dado señales de que estuviera ahí, cuidándonos...

Eso si, la historia del hijo le parecía apasionante, de principio a fin, fue un hombre especial que cambio el mundo y ella creció llamándole "El maestro", su abuelo siempre solía llamarle así y ella siguió la tradición.

Es de suponer que la fe no se busca, se encuentra, un día se descubre que la tienes o que no la has tenido nunca (que era su caso) a pesar de haber estado rodeada del mundo católico.

Suele pensar que:

                    "Cuando decides que lo que sabes es más importante

                      que lo que te han enseñado a creer

                     habrás cambiado la velocidad en la  búsqueda de  tu verdad.

                     El éxito viene de tu interior, no de fuera"