Querido Jose, en las dos horas que tarda el bus en llegar a tu casa no dejo de pensar en ti.
Ya casi no te conozco, pero en el momento en que te vi por primera vez en la tienda de mi hermana Remedios, sentí que te conocía de toda la vida. Tal vez porque hay dos cosas que percibo rápidamente en la gente; la nobleza y el dolor... y tú tienes ambas.
... Y no dejo de preguntarme porque te fuiste tan lejos después de haber estado durante tanto tiempo tan cerca. Hace varios soles que descubrí que te quería, de esa forma que nunca entendiste y yo nunca tomé en serio. Hoy recorro medio condado para sólo saludarte un momento de pasada, para hablar de lo que acontece el momento, para verte marchar a tus quehaceres mientras aprieto mi boca rindiendome al precipicio del desconsuelo, sabiendo que mi amor está ahí, prisionero del miedo... marchitándose en el tiempo.
No he podido evitar ponerme a llorar... Estoy sensible últimamente con estos temas... Me ha encantado
ResponderEliminarBesos
Vaya¡ que sea un buen encuentro
ResponderEliminarBss
i consider a magnific write kisses
ResponderEliminarBreve, pero intenso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Díría que ella tiene que hablar pronto, animarse de una vez a confesar su amor, qué puede perder? Y tiene mucho por ganar! Un abrazo Nieves!
ResponderEliminarComplicado...esto del amor <3
ResponderEliminarMil besos!!!
Le tiene que echar valor, y al toro. No tiene nada que perder y mucho que ganar. En cosas de amoríos, las estrecheces lo que te hacen es sufrir.
ResponderEliminarBesos Nieves.
Muchísimas gracias por vuestras letras y ... siento haberte echo entristecer Dorothy :(
ResponderEliminarBesitos y un abrazo de los de verdad :)
Al menos puede volver a verlo, olerlo, impregnar su mente con su sonrisa.... Hay a quienes se nos negó esa oportunidad que puede parecer nimia, pero no lo es... :(
ResponderEliminar