Estamos en temporada de nísperos. Es habitual que cuando me como uno me traslade a otros tiempos, tiempos lejanos cuando era tan solo una niña .
Una niña que iba los domingos a bañarme a una alberca en la finca de unos tíos y junto a esa alberca había un árbol repleto de nísperos y todos cogíamos algunos y nos lo comíamos sentados con los pies a remojo. Recuerdo el olor de ese agua y de los nísperos recién cogidos. Recuerdo a mi abuelo llegar con su coche peculiar. A mis hermanos zambullirse en el agua y a mi madre reírse con sus primas.
Recuerdo a mi madre contarme este paisaje veraniego. Justo este . El mismo que yo recuerdo al comerme un níspero y entonces me planteo una de esas preguntas extrañas... ¿ son mis recuerdos o recuerdos heredados ?
Supongo que el tiempo y los recuerdos antiguos pueden entrelazarse como el adn en nuestro cuerpo dejando de importar mucho de quienes fueron los recuerdos primigenios y si las sensaciones que nos transmiten.
Siempre que hablan de nísperos no puedo evitar recordar aquello que decía mi abuela:
ResponderEliminar"El que nísperos come,
bebe cerveza,
espárragos chupa
y besa a una vieja,
ni come,
ni bebe,
ni chupa,
ni besa".
Un abrazo.
Sean heredados o no son tus recuerdos, y muy bellos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mi amiga Irene me trajo un gajo de níspero, lo tengo en un gran macetero, hasta ahora solo tiene hojas, pero en vista de que es la temporada ya mismo le reclamo el fruto! Un abrazo Nieves!
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