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♥ Entra y siéntete en casa ...

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domingo, 23 de diciembre de 2018

Años


Un año mas os deseo una feliz Navidad .

No creáis que me olvido de vosotros . Os llevo en mi corazón siempre . Siempre que me pasan cosas bonitas o sorprendentes pienso en vosotros . En  como en otras épocas no tardaba en escribir para contaroslo.
Ahora parece que estoy en plena vorágine de vida . Donde cada día es como un doble salto mortal con tirabuzón y  por no  sé qué  apenas tengo tiempo para paseme por este rinconcito que tanto, tanto,  tanto  me ha dado.
Ahora estoy más tiempo,  mucho más tiempo en eso que llaman la vida real . Adoro esa vida . Soy tan feliz que creo que vivo en un sueño.
No creáis que me olvido de vosotros .
Desde mi universo de cascabeles y sueños ... Desde  mi burbuja caminos y ensoñaciones .
Desde aquí... un mundo cada día más real  ...

Un año más os deseo feliz Navidad.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Inexplicable



No era muy tarde, pero a esas horas del mes de Diciembre el sol se había ocultado hacía ya unas horas.
Veían televisión, fuera llovía, el sabor a chocolate aún permanecía en su boca, a veces le gusta  comer una onza de postre. Él acarició su pierna, ella apoyó su cabeza en el hombro de su esposo...

* ¡¡¡  AY, se fue la luz !!!  - Exclamó la mujer al ver que todo se fundió en negro-.

*¿ Que dices cariño?  -  Su marido la miró desconcertado-.

A veces el porqué ocurren las cosas es algo que se escapa a nuestro entendimiento. Así que aquella noche del mes de diciembre la visión de María se fundió en negro. El mundo siguió con sus colores, con sus formas y texturas pero ella nunca más lo pudo disfrutar. Aprendió a ver el mundo como si viviera en una noche perpetua y aunque al principio se preguntó mil veces porqué, porqué a ella, un día dejó de hacerlo, en ocasiones no hay respuestas para las pregustas más importantes.




miércoles, 14 de noviembre de 2018

El andén








Lo había olvidado todo.  Estaba vacía.  Su mente era un gran océano sin horizonte, un desierto de sal y arena.  Su mirada perdida era lo poco que le quedaba a aquella octogenaria mujer. 
Cuando su marido llegó después de haber estado perdido en una  de esas antiguas guerras que duraban media vida de un hombre descubrió con pavor que su amorosa mujer ya no estaba, se había perdido en algún momento de aquellos largos años.  
Alquiló un piso cercano a la casa de su esposa, le parecía pecaminoso yacer con una mujer que no lo recordaba pero que en cambio guardaba una de las pocas cartas que pudo llegarle, una carta donde le indicaba que volvía el 23. Camuflado en un hombre servicial que se ofrecía a ayudarla pudo entrar alguna vez  en casa y encontró la carta en la mesita de noche. Esa carta era lo único que unía a su esposa con el mundo porque a pesar de que apenas podía apañárselas sola cada 23 iba a la estación, esperaba la llegada  de todos los  trenes, sin comer ni beber, ya al anochecer de cada 23 volvía a casa y no salia más en todo el mes. 
En una  de esas esperas de anden  el marido la acompañó, camuflado de atento vecino.  

- ¿ A quien esperas?

- A mi esposo, llega de la guerra, recibí esta carta  hace 10 días, me dice que llega hoy. El 23

El hombre no pudo evitar derramar alguna lágrima. Su cariñosa esposa aún le esperaba. Había olvidado todas las demás cartas que llegaron después ,  y esa, justo esa era la que recordaba, convirtiéndose en su maldición.  En lo único que le unía con el mundo real... El 23 de cada mes.




viernes, 26 de octubre de 2018

Delirios




¿Donde has estado, hace mucho que no te veo?

Miró al cielo un segundo y abrió con las manos la naranja que llevaba desde hacía rato en las manos.
"Pues estoy en un lugar nuevo,  los días claros el cielo porta un color azul turquesa y cuando las tormentas llegan, nos rodean por los cuatros puntos cardinales. Llamo la atención por mi léxico, y creo que aún con la boquita cerrada se detecta que no hace mucho que llegué.  Pero  que más da.  Me agrada este lugar, el tiempo pasa distinto.  Mis sobrinos y yo descubrimos que hay un margen de un minuto entre este lugar y el mundo. Ese minuto es el minuto que marca la diferencia. Nadie suele detectarlo, pero imagino que es lo normal, porque ya casi nadie cree en la magia, pero yo si, ya me conoces".

Pero princesa,  en vuestro castillo ...

" Shhhh, cállate - susurró-  Aquí no soy eso. Aquí soy una mujer más. He descubierto que era una inútil. Que todo lo que hago en este lugar lo hago por primera vez. El otro día lo vi claro, puse por primera vez una bombona de butano. Tenía que cambiarla porque sino lo hacía sencillamente no comía. Si, aquí soy... Yo.  Me quedaré en estos lares mucho tiempo, tanto como para que ni el color del cielo, ni la lluvia, ni las tormentas, ni siquiera ese mar dormido me llame la atención. Si preguntan por mi diles que estoy bien, que no tengo lujos pero que encontré mi hogar y mi propio castillo, descubrí el motor de mi mundo.  El amor.  Y créeme que a veces me despierto en la noche, y me invade la idea de que todo es un sueño o incluso en ocasiones tengo la delirante idea de que estoy muerta y esto es... mi paraíso ".




viernes, 28 de septiembre de 2018

Trampilla



Era la última casa antes de cruzar la frontera. En ella vivía un hombre cuyo nombre nadie recordaba pero no olvidaron nunca lo que  hizo durante años con tantas personas que era imposible alcanzar una cifra exacta.   
Muchas noches escondía a todas las personas;  hombres, mujeres y familias que aprovechando la nocturnidad  y algún que otro día de desconcierto osaban escapar de su tortura.  Los refugiaba  en un pequeño sótano; con el suelo de tierra y las paredes llenas de humedad y bichos.  Allí de rodillas se cogían de las manos rezando mientras escuchaban el traficante de esclavos pasearse por la tarima con sus botas de espuelas.  Al alba corrían sin mirar atrás. Otros exhaustos se quedaban dormidos y no despertaban nunca pero para la gran mayoría el futuro comenzó en aquella trampilla, con la rebeldía de un hombre sin nombre que no olvidaron nunca. 



domingo, 23 de septiembre de 2018

MaraÑa

Hay 7 demonios que andan trabajando para la diosa de la muerte y la penumbra.
No hay modo conocido de escapar de  estos demonios.

Demonología sumeria





No hay mayor tortura que saber que la muerte nos alcanzará, que no tenemos modo alguno  de escapar de ella, saber que siempre nos parecerá pronto,  siempre querremos más tiempo. Probar las mieles de la vida; vivir al día y solucionar los obstáculos cuando lleguen. Construir una vida sencilla y verla como un regalo...   No hay mayor tortura que saber que todo se puede terminar en el momento más interesante, aunque supongo que para quien ama la  vida cualquier momento será digno para el recuerdo y el brindis. Siempre querremos más tiempo. Más música, amaneceres amorosos y todas esas pequeñeces que nos hacen grande.  Algún día, el que menos esperes, uno de esos demonios te alcanzará, tendrás que mirarle a los ojos, enfrentarte a todos tus miedos, a la oscuridad infinita. Al fin del mundo, porque llegará si, conoceremos el fin del mundo con el arrullo de nuestra propia muerte, todo es cuestión de tiempo a pesar  de que siempre querremos más y siempre, siempre nos parecerá pronto.




miércoles, 19 de septiembre de 2018

Dormida



Hasta que no vacíes tu alma de todo aquello que te atormente, no podrás llenarla de todo aquello que te hará feliz.

Se sentaba frente al ordenador llena de cosas bonitas en sus recuerdos  de los últimos tiempos. Estaba llena de ilusiones, llena de besos y de todo eso que por alguna razón en otros tiempos ya lejanos, pensó que no tendría,  pero si,  había un trocito de  Edén para ella. 

Se sentaba frente al ordenador y pensaba  en los poetas, en sus desdichas y desamores que lo llenaban de palabras hermosas y melodías envolventes, deliciosas rimas que brotaban de sus penas.  Alguna vez había escuchado que ese era su secreto y que cuando lo inalcanzable llegaba a sus amorosos brazos las palabras se desvanecían porque se convertían en vida.

Se sentaba frente al ordenador  llena de vida y de amor, escuchaba sus cascabeles de la alegría constantemente. No salían palabras, había estado años vaciándose de todo lo que nunca llegaba y de pronto no había más.  ¿Y ahora qué?  Posiblemente tendría que saciarse de otras cosas y encontrar palabras nuevas mientras dormitaba en el Edén, mientras vivía en esa primavera interminable con aroma a azahar, sal y deseos tangibles.

Se sentaba frente al ordenador y se sentía  como esos poetas, como una guerrera con palabras dormidas...

Hasta que no vacíes tu alma de todo aquello que te atormente, no podrás llenarla de todo aquello que te hará feliz.



jueves, 13 de septiembre de 2018

Elecciones




Dos horas y algo habían dado para mucho tema. Eran las cuatro y media de la mañana.  En pocas ocasiones se había encontrado con alguien tan jodidamente interesante para hacerle perder la noción de la madrugada y  que hiciera que contara esas partes privadas que oculta un tipo como él, que no era demasiado hablador ni dado a la empatía.

Se sorprendió al verse hablando de ese asunto que guardaba dentro de lo más profundo y oscuro de su corazón de lata.  De lata de taza antigua. 

- ¿¿Es por tu propia erección??   - Ella no se inmutó ni hizo ningún gesto particular después de realizar  aquella pregunta-.

- Imagino que tendría otras opciones - respondió él - pero en aquel momento era sin duda la mas acertada aunque no fuera la mas fácil e inteligente.

El caballero se despidió de la señorita después de ajustarse el sombrero, pero aquella pregunta aún seguía como un eco excepcional.

Aún no había salido por la puerta del local cuando decidió volverse y preguntar a la señorita...
-Me marchaba pensando, pensando si estaba dispuesta a conocer mis erecciones.

Ella se sonrojó y sonrió.







domingo, 9 de septiembre de 2018

La sala de espera



No es nada personal, solo son negocios.

Siempre se había considerado una persona confiada y que creía en la buena fe del prójimo.  Se sentía aturdida y no recordaba como había llegado a esa sala de espera en la que estaba ella con un niño que lloraba silenciosamente.

Había estado ensimismada leyendo demasiado tiempo aquella frase colgada en la pared . No sabía especificar cuanto. 

En el centro de la sala, lo suficientemente grande para darte un paseo hasta allí, había una especie de carrito de helados.   Con helados de todos los sabores y  tamaños.

Después de varios paseos  en busca de los helados el niño y ella decidieron sentarse  en el suelo, cerca de los helados.  El niño dejó de llorar y ella olvidó la espera.

Helados y juegos divertidos. Risas y conversaciones interminables.  Cuando llegaban  a los 10.000 helados saboreados comenzó a sentir una especie de molestia en la espalda, a la altura del omóplato.  Le dijo al niño que mirara si tenía algo...

Comienzan a salirte las alas.

Ella se sintió aliviada, aquella sala de espera estaba bien pero tenía ganas de salir, que la puerta de los labrados bonitos se abriera y con ello lo que entendía como eternidad.

Abrió los ojos después de una siestesita y lo entendió...  Su purgatorio era una sala de espera donde se esperaba con juegos de mesa y helados de todos los sabores y formas.  Cada uno tendría  el suyo antes de liquidar sus deudas con su conciencia.

No es nada personal, solo son negocios.



miércoles, 5 de septiembre de 2018

Tiempo ralentizado








Y mientras el tiempo me envuelve.
Cuido los sueños tejidos 
Mi sonrisa se torna de nieve
Mientras espero al último vaquero
y el refugio de esa casa en las montañas de las ilusiones...
guarda mi corazón hasta que vuelva.







domingo, 19 de agosto de 2018

Hallazgo



En una playa de Canadá un hombre pasea con su perro un día cualquiera.  El perro se adelanta y olfatea algunos troncos arrastrados por la marea.  El hombre se acerca y horrorizado descubre una zapatilla de deporte con el pie dentro.   Es el décimo cuarto pie izquierdo que se encontraba en un espacio de tiempo de diez años.

Se sabe que los pies no fueron separados del cuerpo por una acción traumatica, nadie los separó del cuerpo sino que es producto de la erosión del medio acuático que se encontraban.  Pero entonces...  ¿Entonces porqué solo han salido pies que portaban zapatillas de deportes ?  Parece ser que el material de  las deportivas hacen que floten.

Hay nueve pies que se sabe la identidad de la persona, que siempre son de personas que desaparecen y que décadas después su pie izquierdo aparece en las playas de Vancouver .
Cuanto menos inquietante. ¿No crees ?


domingo, 12 de agosto de 2018

Es-tu-día



"voy a empezar ese curso"

"¿ El  de encaje de bolillos ?" Preguntó el marido mientras secaba uno de los platos del almuerzo.

"No cariño... El de acceso a la universidad" 

"Te dejaste convencer por la chiflada de tu nieta... "

"¿ Lo vez una locura? " Carolina paró para mirarlo.

" No, ya sabes que me gusta que hagas cosas. Pero sabes que tu nieta querrá que vayáis juntas para presumir de cadilac. ¿verdad? "  El marido puso una de sus muecas de resignación. 

"Y qué mas da,  mientras estudie..."

"Entonces... ¿Te parece bien? "

"Claro que si amor, estudia que sin duda es tu día".

...  Y siguieron con las actividades cotidianas.




martes, 7 de agosto de 2018

Impresiones



Ganar o perder, esa era una impresión muy personal.  Al final lo que importa es estar preparado, para volver a tirar los dados, para volver a empezar y enfrentarte a aquello que traiga  contigo un nuevo sol y cosas que te llenen.  Porque a veces la vida te regala personas extraordinarias, y no debería extrañarnos, porque quizás nos la merecemos.

El mundo no suele pararse, ni siquiera por ti, ni siquiera ese día que agradecerías un empujoncito, o una cerveza helada a orillas del mar, o una siesta con el amor de tu vida. El mundo suele ir por libre. La vida sigue - Es algo que se escucha un millón de veces- pero a veces no sigue,  recuerdo haber tenido esa terrible sensación de que a veces solo pasan los días. Y justo por eso me encontraba aquí,  en un motel de carretera secundaria. Esperando  las hamburguesas que pedimos por teléfono,  esperando la cubitera de hielo  por la que había ido él,  mi amor.  Escuchaba a los vecinos de habitación hacer el amor, en la pared había un cuadro y junto al cuadro una trampilla por donde se intuía luz al otro lado.  Me  llevé minutos mirándola hasta que decidí acercarme y mirar.  Quería mirar al otro lado, y lo hice. La luz me segó, no vi nada los primeros segundos. Escuché a mi amor entrar,  dejar el hielo en la mesa y preguntarme que hacía sin que yo moviera un músculo.  Pude ver la habitación contigua. Pero tampoco me interesó demasiado, nada podía ser mejor que la historia de la habitación 53.  Hicimos el amor y nos emborrachamos,  quizás fue en orden inverso, la verdad es que no lo recuerdo. Las hamburguesas llegaron y él  abrió tan solo con los pantalones puestos, cenamos desnudos en la cama, viendo películas clasificadas.  En aquel motel estaba mi mundo. Y como suele suceder en pocas ocasiones...  el mundo pareció pararse.  La felicidad tiene ese efecto. 




martes, 31 de julio de 2018

BelleZas


Ella tenia esa clase de belleza, lo que ves es lo que hay. Tenía unos ojos color miel y unos labios que parecía que estaban siempre pintados aunque no fuera así.  Se hacía una trenza antes de ir a dormir.  A veces usaba pijama, otras ... cuando dormía en su compañía prefería sentir el roce  de su piel en las sábanas y ese tacto nocturno  de piel con piel.

A veces despertaba en la madrugada de forma brusca, bien por algún sueño o por una de esas pesadillas. Tardaba algunos segundos en reaccionar, en  reconocer el lugar, las luces y aquella cama. Entonces se acercaba a él y aún con el desazón en el alma hacía uno de esos ruiditos suyos y volvía a dormir con una mueca de descanso; no solo descanso de su maltrecho cuerpo sino de esa clase de descanso que da el estar con un hombre que no suele regalar bombones sino sonrisas, que paseaba con ella y reían a carcajadas, le enseñaba rincones nuevos, le contaba historias, algún secreto, no temía a las tormentas y aprendió  esa otra medida del tiempo cogido de su mano.  Ella era una de esas personas que piden poco, y sonreía pensando que  nunca antes se había sentido tan viva.

Ella no era una persona simple, pero si de lo que ves es lo que hay.  Ella tenía esa clase de belleza.  




jueves, 26 de julio de 2018

Rat Penat



Hoy os voy a contar algo que me contaron. Despues lei un poco sobre el caso y ahora os lo transmito a vosotros, como se debe hacer con las buenas e interesantes historias.

El murciélago es un animal que en muchos casos no gusta. Da miedo o asco, y no sabemos por qué: come mosquitos y nos evita sus picaduras, son pacíficos, algunas especies ayudan a polinizar y dan pie a cientos de leyendas fascinantes. Como la de nuestro rat penat.
La cosa es que mucha gente puede no saber por qué tenemos un murciélago como animal insignia en nuestro escudo.( escudo de valencia). Hay una leyenda que da una razón de por qué esto es así. Obviamente no es más que una leyenda sin fundamento histórico, pero es bonito pensar que es la razón real.
Según esta leyenda, los musulmanes domesticaban murciélagos para acabar con los mosquitos que plagan las zonas pantanosas cercanas a Valencia como la Albufera y los marjales de Oliva-Pego.
Durante el asedio al que las tropas de Jaime I sometieron a la ciudad, por entonces musulmana, un profeta auguró que, mientras que los murciélagos sobrevolaran la ciudad, esta no caería en manos cristianas. Jaime I conocía esta profecía. Por lo tanto, cuando un murciélago anidó en la parte superior de su tienda mientras estaban acampados en el arrabal de Russafa ordenó que lo trataran lo mejor posible, para que se sintiera a gusto en el campamento. Fue para él una señal de buena suerte.
Al poco tiempo, mientras el campamento dormía, las tropas moras intentaron un ataque por sorpresa. Sin embargo, el sonido de un redoble de tambores despertó al ejército cristiano, que rápidamente se puso a las armas y expulsó a sus rivales, causándoles además muchas bajas.
Tras la batalla, Jaime I quiso recompensar al vigilante que tocó el tambor y despertó a tiempo a sus tropas. Cuál fue su sorpresa cuando descubrió que había sido el propio murciélago, golpeando las alas sobre el parche. Como recompensa, el rey colocó al rat penat en lo alto de su casco y su escudo real, que después pasaría a ser el de la ciudad de Valencia.
El murciélago como tal no aparece en la heráldica valenciana de forma oficial hasta el año 1377.   Pedro II y Pedro IV incluyeron en sus escudos una “vibra”, un dragón, que poco a poco mediante varias reinterpretaciones se fue reconvirtiendo en un rat penat. Los primeros documentos que constatan el uso del murciélago como símbolo de la ciudad datan del siglo IV dC, y no se incorpora de forma oficial a la cimera que corona la Senyera Reial hasta el año 1503.
Cuando escuché esta historia me fascinó. Yo soy de historias y leyendas. Y creo que sabréis perdonar mi elocuente fantasía si os comento que quizás yo tenga mi propia inventiva fantástica y este murciélago que adorna la ciudad en muchos de sus hermosos rincones sea el guiño secreto de que Batman no vive en Gotham sino que Valencia es su verdadero hogar, y que posiblemente este superheroe se le pueda ver  pasear por las calles de Valencia como un ciudadano de lo mas normal y corriente.



viernes, 20 de julio de 2018

Cíclope




La puerta entornada y ella en la cama.  Suele llegar cansada, en apenas unos minutos el sueño la invade. Justo en ese momento, cada noche, la joven descubre al cíclope, camuflado en los nudos de la madera  de la puerta.  Piensa que es estúpido decirlo, nadie la creerá. 

Pero sin duda el cíclope está ahí, como el mágico ámbar con el mosquito dentro, solo que  ella descubrió la madera de algún mágico laberinto con el cíclope dentro.  El ser mitológico la mira con su único ojo, justo antes de quedarse dormida. 
"No te preocupes,  una noche de estas encontraré en mis sueños más fantásticos el camino a tus nudos de madera antigua".

Y  se quedaba dormida imaginando cuantos secretos guardaría ese cíclope camuflado.  Cuantos años de silencio observando  los inquilinos de esa casa, ahora ella formaría parte de las historias que miraba, quizás sería recordada como la que lo descubrió y lo observaba en silencio y en secreto.  Ella cerraba los ojos para dormir sabiendo  que el cíclope la miraba con su único ojo. Ojo de madera vieja.






lunes, 16 de julio de 2018

Corazón adentro




Cuando llegué,  mi primer contacto vecinal fue con aquella octogenaria mujer con la que mantuve tímidas conversaciones y terminamos agasajándonos con pequeñas delicias gastronómicas.  Imagino que ella veía en mis ojos lo mismo que veo  hoy en mi nueva vecina. La mirada de quien llega para quedarse.

Hoy soy yo la octogenaria. Mi joven vecina tiene toda la mañana la radio encendida y habla  por teléfono con los amigos que dejó en algún lugar.  Veo en sus ojos el amor y recuerdo el mio cincuenta años atrás, cuando mi oído era tan joven que lo escuchaba llegar, subir las escaleras del bloque y me ponía nerviosa cuando lo escuchaba abrir la puerta de casa.

La vida ha pasado rápido, un pestañeo, pero  que el tiempo va a otra velocidad cuando vives con armonía y amor siempre lo supe, fue de las primeras cosas que descubrí a su lado.  A veces quiero volver atrás, a aquellos años de juventud en los que todo se saboreaba con intensidad y un puñado de locura, cuando sentía que todo era nuevo a su lado y me abría paso a un mundo nuevo que para mí era como el Eden  o como las grandes llanuras del oeste cuando aún estaban salvajes y podías elegir cualquier camino para hacerlo tuyo. 

El tiempo no retrocede, se gasta en presentes. Y un día como hoy, descubres que eres la vecina octogenaria con una vida gastada.
 Ponía las galletas en un plato cuando recordé que él me aficionó a las meriendas. Dos vasos de leche fría con galletas en la mesa de la salita, documentales de ciencia en el televisor.  Le miro.  Sigo viendo al  muchacho que llevaba dentro. A ese muchacho que veía cuando le conocí cincuenta años atrás.   El amor tiene esas cosas maravillosas, te hace ver lo que se es corazón adentro.



domingo, 1 de julio de 2018

Vecinos X




Alain había sido sincero, me contó todos sus miedos y todos esos deseos que estuvieron en su cabeza todo este tiempo en el  que la desventura nos había separado.

Yo a pesar de toda esa rabia que acumulé, dentro de mí, sabía que nunca lo dejé de amar.  Esa certeza me la regaló Alain. Ningún hombre me había dado tanto sin tener la intención de darme mucho. Él estaba  aquí, en mi cocina, me había besado y yo le acaricié como se acaricia la tapa de un libro que te gusta mucho.  

Alain me miró, con esa mirada de hombre que desea. Me volvió a besar, me cogió a peso y me sentó en la mesa de la cocina.  Dejé caer los zapatos al suelo mientras él se encajaba entre mis piernas.  Pasó sus dedos por mi silueta, por mis pechos, mi vientre y mis piernas, me pellizcó la cintura  con sus manos bajo mi vestido. Le abrí la camisa,  llevaba un camiseta interior, recordé lo mucho que me gustaba verle con ellas, le bajé la cremallera del pantalón  al mismo tiempo que sentí que mis bragas recorrían mis piernas.  Él me dijo que me amaba. Hicimos el amor en la cocina, aunque terminamos en la cama de donde no salimos hasta el día después.  Nos levantó el hambre.

Tenía miedo, no lo puedo negar. Es ese miedo que se tiene cuando entregas tu alma y tu corazón a otra persona. No puedes evitar sentirte vulnerable. Esa persona tiene la clave de todo tus sentimientos, esos que no enseñas a nadie.  Alain era el único hombre al que había permitido verme triste. Él también lloraba, no necesitaba ver lágrimas en sus ojos para saber que lloraba. Los hombres suelen ser así. 

Me dijo que debía salir, su jefe llevaba algunas horas llamándole.  Dio un salto para vestirse pero no daba con sus calzoncillos, llegaba tarde, recordé esos calzoncillos que había guardado en un cajón desde mucho antes de ser lo que eramos. Los cogí y  se los dí. Alain abrió los ojos con sorpresa, sonrió sutilmente y yo me ruboricé. Lo miré con aquellos calzoncillos... el culpable de toda nuestra historia.  Entonces le pregunté si volvería.  Me dijo que si yo lo deseaba volvería.   Quizás no debí ser tan clara y directa, quizás debí darle a él la opción de elegir libremente, pero le dije que quería que volviera después del trabajo, que trajera todas sus cosas... y que se quedara en casa. Conmigo.

Él -pincha aqui- 

domingo, 24 de junio de 2018

Vecinos IX





Mis lágrimas me avergonzaban.  No me gusta que descubran mi debilidad.  Me había abandonado como el que deja a su mascota en alguna gasolinera antes de irse de vacaciones, al menos yo me había sentido así todo este largo periodo de tiempo.

Pero de pronto Alain comenzó  a hablar. Sus palabras comenzaron firmes pero poco a poco  su voz  se iba quebrando. Aquello que me estaba contando era terrible, un verdadero mazazo para alguien joven y bueno como él.  Mi corazón se encogió, me sentí culpable por todo lo que había pensado de él mientras Alain  dormía entre barrotes todo el tiempo que yo lo había estado maldiciendo.

Sus lágrimas brotaron como las mías, avergonzadas y ahogadas. Intentó reponerse, actuar como el hombre que recordaba.  Pero a veces cuesta, lo sé por experiencia propia.  Después de contarme su terrible accidente, su estancia en la cárcel, se giró buscando algo para fingir normalidad y seguir trabajando como si no hubiera sufrimiento, como si no hubiera solución ni perdón... 

Pero  si lo había. No podía engañar a mi corazón.  Lo quería, lo amaba y su sufrimiento... su sufrimiento era el mío.  Lo abracé por la espalda.  " perdona, perdóname por haber dado por echo que no me querías,  por no haberte buscado, por no haberte acompañado en tus días más complicados... nunca dejé de quererte".

Tan pronto dejé de hablar, Alain se giró para besarme.  Sentí por un instante como si el tiempo no hubiera pasado y el dolor que había sentido tantos días sólo fuera una pesadilla que se olvidaba con las luces del alba, sentí nuevamente esos besos tan llenos de pasión. Le retiré con mis dedos sus lágrimas furtivas  y entonces en algún instante entre besos y lágrimas sentí la fuerza de su abrazo, volví a sentirme  pequeñita y frágil entre sus fuertes brazos,  tenía miedo de un nuevo comienzo, ilusionarme y que todo fuera una especie de espejismo. El amor es un riesgo. No hay que tener miedo a entregar todo lo que eres, ni a sentir. No quería perderme la vida con el hombre que amaba y me dejé abrazar por sus brazos que parecían aún más fuertes de lo que recordaba.  La vida en ocasiones nos hace más fuertes.

Él -pincha aqui-


domingo, 17 de junio de 2018

Vecinos VIII



De pronto lo tuve en mi cocina. Durante un instante nuestras miradas se cruzaron, noté su nerviosismo, lo conocía lo suficiente como para saber que mil pensamientos no le dejarían razonar con claridad. No tardaron en descubrir donde estaba el fallo del frigorífico.  Alain me miró cuando reafirmé  algún comentario de su jefe, intuyendo que no fue casual el estropicio del enchufe.  No puso ninguna objeción  cuando el jefe lo mandó volver solo a reparar la fuente de alimentación.  Sonreí por tener ese golpe de suerte que el destino me regalaba.  Aplaqué mis ganas de hablar para ese momento en que estuviéramos solos.  
Mientras esperaba su vuelta me pinté los labios y me puse  el vestido de flores. La verdad,  no sé por qué lo hice. Puede que simplemente sabía que aquel vestido le gustaba.

Le saludé con cierta ironía,  no me gustó nada que no me contestara, que simplemente entrara en la cocina con  esa naturalidad de saber exactamente donde estaba.  Cerré la puerta con energía. Ya estaba aquí, después de tantas noches vacías hoy me iba a escuchar, necesitaba una explicación.

- ¿Puedo abrir la ventana? hace calor aquí-  Alain intentaba crear un ambiente cordial.

No. No puedes abrir la ventana porque hace 8 meses se quedó encasquillada en los raíles y no tenía fuerzas para volverla abrir.   Posiblemente se había oxidado, como  mi  corazón cuando descubrió que habías alquilado el piso.  No  podré perdonarte nunca, descubrir que de pronto tu teléfono ya no está operativo, que tus amigos no saben donde estás... que simplemente desapareciste. Creía en ti, creía en nuestros planes de futuro. Yo... yo te quería, y me trataste como si fuera una de esas chicas de habitaciones por horas a la que no tienes que darle explicaciones porque solo es la chica del momento.  ¿Eso fui para ti, la chica del momento?. Mírame a la cara...  -esperó unos segundos retando su mirada con la de Alain con ojos vidriosos debido a tanto sentimiento acumulado- me partiste el corazón.

Alain estaba allí, sin decir una palabra, sólo me escuchaba con tristeza. Me odié cuando descubrí  que las lágrimas salieron furtivas resbalando por mi mejilla. Me las limpié con rapidez y rabia. 

Entónces fue cuando él con un tono de voz  apesadumbrado me recordó la última vez que estuvimos juntos.
Si, lo recordaba, había pensado en aquel día un millón de veces. 





domingo, 10 de junio de 2018

Vecinos VII





Iba por mi cuarta copa cuando él salió del  restaurante, con la cabeza baja,  esperó a su acompañante en la calle, fumando.  Lo sé porque me acerqué a un ventanal con vistas a la avenida.  Vi como tiraba el cigarrillo al llegar su amigo y como se subían en una furgoneta de empresa. "Reparaciones de electrodomésticos  a domicilio" . Apunté el número de teléfono.  Terminé de cenar y llamé a un taxi porque estaba borracha. Cuando llegué a casa fui directamente al baño, pasé toda la noche vomitando. 

A la mañana siguiente después de toda una noche sin dormir llamé por teléfono.  Mi actitud desesperada por quedarme sin congelador y la pérdida de todos mis congelados hizo  que lo apuntaran  como urgente,  me comunicaron que pasarían esa misma mañana.  

Y allí estaba yo, frente a la ventana cuando vi llegar la jodida furgoneta de reparaciones, me aseguré que la clavija del enchufe estuviera bien doblada y esperé tras la puerta.  Llamaron al porterillo,  "Somos los técnicos".  Los esperé con la puerta abierta pero mi sorpresa fue que solo había uno.  Me saludó y al entrar dijo "vamos a echarle un ojo a ese congelador a ver si podemos hacer algo".  

Maldita forma de hablar. Este tipo lo hablaba todo en plural. Cuando entró en el descansillo de casa, se paró para que le indicara el camino a la cocina. De pronto unas nuevas náuseas volvieron a mi estómago revuelto. Le indiqué el camino a la vez que hice el gesto de cerrar la puerta de casa. "No cierre señorita, mi compañero viene ahí detrás".  Las náuseas aumentaron, quizás por la adrenalina, si...  escuchaba sus pasos  subiendo las escaleras. Dejé la puerta abierta mientras indicaba al que llegó primero el camino a la cocina. Ahora no tendría escapatoria, me tendría que ver, me tendría que mirar a los  ojos.



domingo, 3 de junio de 2018

Vecinos VI

Capitulo 2.-   Un año después



Llegaba tarde.  Definitivamente el trabajo se había convertido en mi universo, me pasaba las horas  en aquella tienda de ropa y complementos.   Me coloqué los zapatos de tacones  dorados a la carrera justo antes de apagar las luces y cerrar la puerta de casa para salir tan rápida como esos 7 cm. de tacón me dejasen. 
Cuando apagué la luz pude ver el reflejo de la ventana de los vecinos de enfrente. Los niños jugaban con una pelotita de goma.  Bajé las escaleras del bloque enfadada por haberle recordado. Hacía ya tiempo que me había prometido no perder el tiempo pensándole.  Posiblemente estaría en alguna parte del mundo compartiendo noches con alguna mujer. 

Esa noche en la ciudad no había mucho tráfico y la conducción era fácil. A mitad de camino el teléfono sonó. Activé el manos libres. Resultó ser Oscar que me animaba para ir con la cuadrilla de amigos a tomar unas copas. Pero desistí. Sabía de sus intenciones y no tenía ganas de complicaciones amorosas. Aunque la verdad era que no me gustaba aquel tipo, desde hacía un tiempo no me gustaba ninguno,  cuando entraba en casa y me ponía el pijama  me sentía como la vecina de los gatos, aunque por no tener no tenía ni gato. Era patética en todos los aspectos.

Entré en el restaurante. Era la primera vez que iba, llegué tarde en la reserva de mi habitual y me arriesgué con la novedad.  Di mi nombre y dije esa frase que ya no me avergonzaba a base de repetirla.  "Tenía una mesa reservada para uno".  El camarero me sonrió amablemente y me acompañó a la mesa. Me vi en el reflejo del espejo que había colocado en una columna.  Pensé que quizás el vestido que elegí era demasiado elegante y ceñido para ir a cenar sola un día cualquiera.

Cuando me senté en mi mesa, esperé con una copa en la mano a que me sirvieran. Eché un vistazo a la sala de comensales, la iluminación era bonita. A penas veía más allá de tres mesas, mi presbicia hacia mella, la edad no perdona, pero di un trago largo al verle, ni oculto tras una mano que quería ser seto que camufla, ni aquella barba aspirante a hipster hicieron que no lo reconociera. Sin duda era él. Entre todas las personas del mundo la única que no hubiera querido encontrarme... y por lo que veía, yo parecía producirle el mismo jodido efecto. Pero no me marché, pedí otra copa.



viernes, 1 de junio de 2018

La chica kriptonita




* En las duchas del trabajo...

- Tio, ¿ Y esos calzoncillos de Superman?

- Me los compra mi novia, pero es mi  kriptonita,  con ella me duran poco puestos.






miércoles, 30 de mayo de 2018

Made in Spain.


Tenía el pelo largo, rubia con el Pelo dorado como el sol. Ojos azules como el cielo del caribe. Era delgada y menuda. Usaba bragas de encajes. Tenía los pechos pequeños y una imaginación grande. En su piel había pecas, algunas cicatrices con historia y  en unos de sus más hermosos rincones había una leyenda en la que se leía  Made in Spain.  A él le encantaba, no solo esa leyenda, le encantaba toda ella.




sábado, 26 de mayo de 2018

Miel y amor


Ella era nueva en aquel lugar tan pequeño como luminoso y encantador.  Sus calles olían a primavera. Tan solo un puñado de días los unía pero eso no significaba nada para quienes  en su mente la única idea que brillaba era avanzar. 
Ella pasaba largos ratos en la cocina. Algunos  días de la semana él llegaba antes, mucho antes, y la pillaba entre fogones, harinas y mieles, con el delantal y el moño bien alto. Otras veces ella estaba con ganas y la sorprendía entre fogones, harinas y mieles, pero solo con el delantal, sin ninguna otra prenda.
Él la admiraba por detrás y la agarraba por su cintura, la oía y le besaba el cuello. Le comunicaba entre susurros que se la iba a comer y ella... ella sonreía porque era lo que quería, lo que había estado pensando buena parte de la mañana.  Ella se da la vuelta y le besa, juega con su lengua hasta encontrar la lengua de su hombre.  Después de, ella está aún solo  con el delantal, y él con hambre, pero en esos momentos de  lentejas y bizcochos.
Hacen planes para el fin de semana que no está muy lejos y ella con una sonrisa en los labios le pregunta si le gustó el aperitivo y él asintiendo con la cabeza mientras saborea la cucharada le responde que le gustará aún más el postre.
Desnuda en mitad de la cama alborotada, ella acoge entre sus amorosos brazos a su delicioso hombre, que sabe a regaliz y caramelo. Ella le susurra que también le gustó el postre.  Avanzaban poco a poco entre amor,  rutinas cotidianas y deseo de seguir en ese espacio tan bonito que comenzaban a construir. Tenían un hogar aunque tan solo un puñado de días los unía. En las calles olía a primavera, y en su hogar a miel y amor.  En algunos momentos acariciaban la felicidad.  Ella era dichosa, si, era nueva en aquel lugar tan pequeño como luminoso y encantador.






miércoles, 23 de mayo de 2018

Sensaciones nuevas



Me estoy haciendo vieja. Si.  Lo sé porque de  repente todo se vuelve tan simple que asusta.  Perdemos las necesidades. Se reduce el equipaje. Las opiniones de los demás son realmente de los demás.  Incluso si son de nosotros... no importa.  Abandonamos la certezas porque ya no estamos seguros de nada. Y no nos hace falta.  Vivimos de acuerdo a lo que sentimos.  Dejamos de juzgar porque ya no hay bien o mal, sino más bien la vida que eligió cada uno. 

Finalmente entendemos que todo lo que importa es tener paz y tranquilidad. Vivir sin miedo y hacer lo que te alegra el corazón en ese momento y nada más.   Cuando llega todo esto es cuando supongo llega la satisfacción plena... la verdadera felicidad.  Aún así tengo la maravillosa sensación de estar comenzando. Si. Me estoy haciendo vieja.


lunes, 21 de mayo de 2018

Ágoras


Tenía 8 años. 
Su madre le cogía de la mano y le dijo que lo que quemaban todas esas  mujeres eran los nombres de los hombres que la habían forzado.  
La niña apenas entendía la concurrencia de tanta mujer reunida.
Sólo pensó que había tantos papelitos  al vuelo camino a las llamas que parecía que nevara. 



viernes, 18 de mayo de 2018

Zona de confort


Dijo una frase que le recordó aquella de Samsagaz, nunca había estado tan lejos de casa. Ella en cambio no escuchó ninguna réplica quejumbrosa.
Posiblemente llegarás aún más lejos.




De que te sirve tener millones de plumas,
si de tu espíritu interior no ha salido ni una.

De que te sirve volar con alas que no son tuyas,

la libertad no se presta, no se roba ni se compra,

la libertad siempre está en tu interior
esperando a que la descubras.
Así que se miró a los ojos en el reflejo de la albariza
y sabría que lo haría.
Si,  lo hizo
fue más allá de cualquier límite que había imaginado
salió de su zona de confort


viernes, 11 de mayo de 2018

Matemáticas





Creo que los que pueden dividir fracciones sin dificultades después tienen pocos problemas en la vida.  Yo tenía una compañera en el colegio, no era muy buena en matemáticas pero intercambiaba  numerador y denominador como se lo habían dicho y sacó un 10 en el examen. Creció haciendo caso de lo que le decían, y no tuvo ningún problema... ahora es madre de dos niños.  Yo era muy mala en eso. Aunque no era muy lista me lo cuestionaba todo.  Mi vida no es muy interesante, ya me conoces.

martes, 8 de mayo de 2018

De leyendas




¿Como puede salir un rojo tan vivo de una flor tan amarilla?   Mi cuñada me contó una leyenda muy triste. 
Antiguamente las chicas no cosechaban con guantes de goma sino que lo hacían con las manos desnudas, y se pinchaban con las espinas.  Se decía que era de su sangre de donde salía el carmín de las flores.  Incluso me pareció escuchar el eco de sus voces llenas de resentimiento hacia las elegantes chicas de la ciudad,  porque ellas jamás llegarían a pintarse sus labios con aquél rojo carmín.

Para conseguir un puñado de carmín son necesarias 60 cabezas de esas flores.  En aquellos tiempos, aquél color rojo tan deslumbrante valía lo mismo que el oro.

Después de lavar las flores con agua, se pisotean, se amasan y se deja que se aireen.  Así van oxidándose y van adquiriendo el color rojo.  Después de dos o tres días de reposo...  la flor fermenta, se vuelve pegajosa, y adquiere un color intenso.   Luego se muele en un mortero, se exprime y se hacen bolas.  Finalmente se secan en el horno y así se obtiene la pasta, que será el ingrediente principal del lápiz de labios.

Antiguamente el agua que sobraba no se desperdiciaba, se usaba como tintes para las telas, se conoce como tinte de carcamo.  
Se dice que las mujeres de la aldea que no podían comprarse quimonos ni maquillajes utilizaban este tinte para  alegrar con algo de color sus vidas.