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♥ Entra y siéntete en casa ...

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miércoles, 9 de noviembre de 2022

Mátame camión

 

Seis años me costó llegar aquí, a este punto de la historia.

Seis años de solicitudes, informes, entrevistas para conocerme y estudiar mi perfil, justificantes, pérdidas de documentos, disculpas y ... volver a empezar.  Más solicitudes, informes  y citas previas donde dios perdió el mechero...

Pero al fin seis años después del comienzo de todo la chica de asistencia de hogar llamaba a mi timbre.  Yo pertenezco a ese colectivo de diversidad funcional  que por mi torpe equilibrio entre otras cosas el gobierno me puede facilitar una asistencia de hogar para que me ayude a todas esas tareas de la casa que por mi situación no puedo realizar.

Estaba entusiasmada, habia preparado mentalmente todas esas tareas que yo no podía realizar, que era básicamente todo lo que implicara subir a una escalera o taburete.

La muchacha entró en casa risueña, era joven y bien guapa. La belleza de la juventud supongo.  Se puso el mandil, los guantes y preguntó por donde debía  comenzar.  Así que yo encantada de la vida le dije que me agradaría que le diera a la campana del extractor de la cocina.  La joven  entró en la cocina y tras unos segundos mirando la zona en cuestión dijo  "para limpiar esto necesito subir a una escalera". Yo respondí contundente, con la evidencia en mi argumento  " Lo sé perfectamente, es justamente por lo que necesito tu ayuda ". Y entonces ella masticó un poco lo que me iba a soltar  de golpe sin anestesia. " Verás señora, lo siento pero es que no nos está permitido subir en taburetes ni escaleras".

Me senté en una de las sillas de la cocina, perpleja, seis años para esto... Mátame camión.






miércoles, 2 de noviembre de 2022

Las noches del foco


 Estamos viviendo tiempos adversos, imagino que todos habéis llegado a ese punto de clarividencia.  Sin embargo son pocos los que alcanzar el nivel máximo de implicación al ahorro energético;  porque en estos tiempo hasta lo que parecía inagotable y eterno amenaza con  escasear o llegar de forma intermitente. Los más informados sobre este asunto se prepararon los primeros...  Güendián fue uno de los primeros, fue inmediatamente a una de las mejores tiendas especializadas y compró una magnífica linterna, que mas bien era foco ya que en la descripción del producto indicaba que tenía un alcance de iluminación de 1km y medio. 

- En estos momentos no se podía andar con compras discretas- Pensó.

Había que estar preparado para el Gran Apagón, es más, tenía que comenzar de inmediato a su aportación personal al ahorro energético.  Así que en cuanto caía la noche Güendián agarraba el foco y todos sus desplazamientos por las distintas estancias de su hogar lo hacía a oscuras, solo con la luz del foco, como ya tenía cierta edad y necesitaba ir al baño varias veces durante la noche.... él agarraba su foco y al váter.

Todo era perfecto, su plan de ahorro energético era ideal. Sólo había algo que fallaba en todo aquel desarrollo hacia la nueva forma de vida, la Señora Güendián que cada noche era alumbrada por el foco, el foco de alcance de kilómetro y medio era enfocado hacia sus ojos cada noche como si fuera disidente abordado en su cama en la noche mas inesperada.  La señora Güendián se despertaba cada noche una media de 4 veces deslumbrada por la luz del foco de su esposo. Estaba claro que el comienzo del fin de los tiempo había llegado, las noches donde las tenues luces de las lamparitas de noche se encendían manteniendo el letargo onírico al compañero del insomne había acabado... 

¿Os acordáis cuando alguien hacía chirriar la tiza en la pizarra? Ese es el sonido del mundo desde hace ya un buen rato...