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♥ Entra y siéntete en casa ...

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viernes, 28 de septiembre de 2018

Trampilla



Era la última casa antes de cruzar la frontera. En ella vivía un hombre cuyo nombre nadie recordaba pero no olvidaron nunca lo que  hizo durante años con tantas personas que era imposible alcanzar una cifra exacta.   
Muchas noches escondía a todas las personas;  hombres, mujeres y familias que aprovechando la nocturnidad  y algún que otro día de desconcierto osaban escapar de su tortura.  Los refugiaba  en un pequeño sótano; con el suelo de tierra y las paredes llenas de humedad y bichos.  Allí de rodillas se cogían de las manos rezando mientras escuchaban el traficante de esclavos pasearse por la tarima con sus botas de espuelas.  Al alba corrían sin mirar atrás. Otros exhaustos se quedaban dormidos y no despertaban nunca pero para la gran mayoría el futuro comenzó en aquella trampilla, con la rebeldía de un hombre sin nombre que no olvidaron nunca. 



domingo, 23 de septiembre de 2018

MaraÑa

Hay 7 demonios que andan trabajando para la diosa de la muerte y la penumbra.
No hay modo conocido de escapar de  estos demonios.

Demonología sumeria





No hay mayor tortura que saber que la muerte nos alcanzará, que no tenemos modo alguno  de escapar de ella, saber que siempre nos parecerá pronto,  siempre querremos más tiempo. Probar las mieles de la vida; vivir al día y solucionar los obstáculos cuando lleguen. Construir una vida sencilla y verla como un regalo...   No hay mayor tortura que saber que todo se puede terminar en el momento más interesante, aunque supongo que para quien ama la  vida cualquier momento será digno para el recuerdo y el brindis. Siempre querremos más tiempo. Más música, amaneceres amorosos y todas esas pequeñeces que nos hacen grande.  Algún día, el que menos esperes, uno de esos demonios te alcanzará, tendrás que mirarle a los ojos, enfrentarte a todos tus miedos, a la oscuridad infinita. Al fin del mundo, porque llegará si, conoceremos el fin del mundo con el arrullo de nuestra propia muerte, todo es cuestión de tiempo a pesar  de que siempre querremos más y siempre, siempre nos parecerá pronto.




miércoles, 19 de septiembre de 2018

Dormida



Hasta que no vacíes tu alma de todo aquello que te atormente, no podrás llenarla de todo aquello que te hará feliz.

Se sentaba frente al ordenador llena de cosas bonitas en sus recuerdos  de los últimos tiempos. Estaba llena de ilusiones, llena de besos y de todo eso que por alguna razón en otros tiempos ya lejanos, pensó que no tendría,  pero si,  había un trocito de  Edén para ella. 

Se sentaba frente al ordenador y pensaba  en los poetas, en sus desdichas y desamores que lo llenaban de palabras hermosas y melodías envolventes, deliciosas rimas que brotaban de sus penas.  Alguna vez había escuchado que ese era su secreto y que cuando lo inalcanzable llegaba a sus amorosos brazos las palabras se desvanecían porque se convertían en vida.

Se sentaba frente al ordenador  llena de vida y de amor, escuchaba sus cascabeles de la alegría constantemente. No salían palabras, había estado años vaciándose de todo lo que nunca llegaba y de pronto no había más.  ¿Y ahora qué?  Posiblemente tendría que saciarse de otras cosas y encontrar palabras nuevas mientras dormitaba en el Edén, mientras vivía en esa primavera interminable con aroma a azahar, sal y deseos tangibles.

Se sentaba frente al ordenador y se sentía  como esos poetas, como una guerrera con palabras dormidas...

Hasta que no vacíes tu alma de todo aquello que te atormente, no podrás llenarla de todo aquello que te hará feliz.



jueves, 13 de septiembre de 2018

Elecciones




Dos horas y algo habían dado para mucho tema. Eran las cuatro y media de la mañana.  En pocas ocasiones se había encontrado con alguien tan jodidamente interesante para hacerle perder la noción de la madrugada y  que hiciera que contara esas partes privadas que oculta un tipo como él, que no era demasiado hablador ni dado a la empatía.

Se sorprendió al verse hablando de ese asunto que guardaba dentro de lo más profundo y oscuro de su corazón de lata.  De lata de taza antigua. 

- ¿¿Es por tu propia erección??   - Ella no se inmutó ni hizo ningún gesto particular después de realizar  aquella pregunta-.

- Imagino que tendría otras opciones - respondió él - pero en aquel momento era sin duda la mas acertada aunque no fuera la mas fácil e inteligente.

El caballero se despidió de la señorita después de ajustarse el sombrero, pero aquella pregunta aún seguía como un eco excepcional.

Aún no había salido por la puerta del local cuando decidió volverse y preguntar a la señorita...
-Me marchaba pensando, pensando si estaba dispuesta a conocer mis erecciones.

Ella se sonrojó y sonrió.







domingo, 9 de septiembre de 2018

La sala de espera



No es nada personal, solo son negocios.

Siempre se había considerado una persona confiada y que creía en la buena fe del prójimo.  Se sentía aturdida y no recordaba como había llegado a esa sala de espera en la que estaba ella con un niño que lloraba silenciosamente.

Había estado ensimismada leyendo demasiado tiempo aquella frase colgada en la pared . No sabía especificar cuanto. 

En el centro de la sala, lo suficientemente grande para darte un paseo hasta allí, había una especie de carrito de helados.   Con helados de todos los sabores y  tamaños.

Después de varios paseos  en busca de los helados el niño y ella decidieron sentarse  en el suelo, cerca de los helados.  El niño dejó de llorar y ella olvidó la espera.

Helados y juegos divertidos. Risas y conversaciones interminables.  Cuando llegaban  a los 10.000 helados saboreados comenzó a sentir una especie de molestia en la espalda, a la altura del omóplato.  Le dijo al niño que mirara si tenía algo...

Comienzan a salirte las alas.

Ella se sintió aliviada, aquella sala de espera estaba bien pero tenía ganas de salir, que la puerta de los labrados bonitos se abriera y con ello lo que entendía como eternidad.

Abrió los ojos después de una siestesita y lo entendió...  Su purgatorio era una sala de espera donde se esperaba con juegos de mesa y helados de todos los sabores y formas.  Cada uno tendría  el suyo antes de liquidar sus deudas con su conciencia.

No es nada personal, solo son negocios.



miércoles, 5 de septiembre de 2018

Tiempo ralentizado








Y mientras el tiempo me envuelve.
Cuido los sueños tejidos 
Mi sonrisa se torna de nieve
Mientras espero al último vaquero
y el refugio de esa casa en las montañas de las ilusiones...
guarda mi corazón hasta que vuelva.