Tenía 8 años.
Su madre le cogía de la mano y le dijo que lo que quemaban todas esas mujeres eran los nombres de los hombres que la habían forzado.
La niña apenas entendía la concurrencia de tanta mujer reunida.
Sólo pensó que había tantos papelitos al vuelo camino a las llamas que parecía que nevara.
Su madre le cogía de la mano y le dijo que lo que quemaban todas esas mujeres eran los nombres de los hombres que la habían forzado.
La niña apenas entendía la concurrencia de tanta mujer reunida.
Sólo pensó que había tantos papelitos al vuelo camino a las llamas que parecía que nevara.
Cuántas pequeñas y grandes hogueras habrá por el mundo! Breve y conmovedor, Nieves, un abrazo!
ResponderEliminarGracias Cristina por pasarte y comentar con la simpatía de siempre.
EliminarUn abrazo grande amiga :)
Conmovedor Nieves....
ResponderEliminarHola Nieves.
ResponderEliminarDura y triste entrada de la niña en el mundo adulto...
Besos