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♥ Entra y siéntete en casa ...

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miércoles, 27 de febrero de 2019

El gato del pueblo




Amish llegó a casa de Luisa cuando apenas tenia algunas semanas. 

Luisa se iba a trabajar temprano y Amish exploraba la habitación donde la muchacha le habia dejado su camita, su caja de tierra y sus juguetes. 

Las semanas fueron pasando y Amish fue creciendo a la misma velocidad que la habitación menguando. Así que poco a poco fue explorando la habitación contigua, el pasillo y un día incluso ese jardín tan coqueto que había en la entrada de la casa.

Cuando Luisa llegaba él permanecía en sus lugares de juego pero poco a poco Amish alargaba sus exploraciones.  Un día se le hizo tarde y tuvo que dormir en la mullida alfombra de la señora Carlota que le dio la cena y lo acarició antes  de dormir.

Así fue como Amish descubrió las maravillas de aquel esplendido pueblo y sus gentes.  No sé como sucedió exactamente pero ahora Amish es el gato de todos. Él se pasea por sus calles y todos le saludan.  Pasa por el bar de Santiago y le da un vaso le leche, pasa por la peluquería de María y lo peina, pasa por los jardines del parque y juega con las niñas. También pasa por ese callejón... y visita a su amorcito, gata salvaje, callejera y preciosa a  pesar de sus escasos modales.  De vez en cuando pasa por su casa, Luisa siempre  se alegra de verle, le pregunta donde ha estado mientras lo achucha. 
Amish es un gato listo, un gato de casa y de pueblo. Un gato amigo de todos y que ha sabido sacarle provecho a los corazones amorosos de todas las buenas personas de aquel pequeño lugar en mitad de un paraíso cualquiera. Si alguna vez pasas por allí posiblemente lo encuentres en algún que otro paseo, en alguna que otra actividad de gato listo. Y todos dirán, es Amish el gato del pueblo.