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♥ Entra y siéntete en casa ...

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lunes, 6 de mayo de 2024

Observando más allá de mi burbuja

 







Sentada en la cafetería tomando un café y escuchando a 3 chicas hablando mal de una tal Julia, después de 20 minutos de criticar desde el pelo hasta la familia de esa "Julia", con mucho libertinaje y sarcasmo, se callan porque Julia entra a tomar café con ellas...

Julia, una chica hermosa, educada, amable y cariñosa se sienta con el trío que la estaba destrozando y ella sin saber nada las invita a una cena el domingo (cumpleaños de su mamá) en su casa.... me quedé mirándolas, ellas alabando al hermano y al novio. Julia terminó su café y se retiró.
El trío volvió al tema favorito: Julia, pero ahora la preocupación era la ropa para ir a la fiesta....
Mirando al trío y a Julia, vi como la envidia, la amargura y la hipocresía vuelven feas a las personas.
¿Cuántas veces fuiste Julia y sin saber trataste bien a quien hablaba mal de ti? ¿Cuántos tríos como ese hay entre ustedes y enmarañan tu vida por pura maldad o envidia? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Qué ganan? ¿Acaso eso las hace unas personas menos miserables en su propia existencia?
A veces no tienes nada, pero lo poco que tienes es mucho para que los POBRES DE ESPÍRITU envidien tu vida, tu brillo y destruyan a toda costa la bondad que caracteriza a los seres de luz, aquellas personas cuya alma siempre dicen la verdad y no andan fastidiando a nadie porque están centradas en vivir su propia vida de pequeños fragmentos de felicidad.








miércoles, 17 de enero de 2024

El sol de mis días



He alcanzado esa edad en la que ya cuento con un número razonable de amigos que dejaron este mundo nuestro para adentrarse en  el enigma de la muerte. Por lo tanto soy consciente de que a pesar de lo que pensaba en mi niñez y adolescencia no soy inmortal... la parca también me mirará a los ojos y me cubrirá con su cálido manto.  Y por mucho que evite  pensar en ello ... me alcanzará.


Imagino que la vida es como un día en la playa;  llegas de buena mañana cargada de planes y de ganas para aprovechar cada minuto del día.  Pones tu toalla, das paseos por la orilla, te bañas en las calmadas aguas matinales.  La mañana pasa pronto. Vas al chiringuito a comer, conoces a gentes, te lo pasas bien, quizás has comido y bebido demasiado y cuando llegas de nuevo a tu toalla te echas una siesta... despreocupada, aun queda mucho día.

 Llega la tarde y las sombras  se acercan a tu toalla, "No importa", mueves la toalla para alargar la tarde,  y al rato debes moverla otra vez, el día va acabando pero tu te resistes a abandonar ese espacio maravilloso así que mueves la toalla una vez más  y otra ... y otra... hasta que notas que el sol ya no calienta, y tienes frío  e irremediablemente la sombra te alcanza.

Nadie puede ganar esa batalla. Estas navidades una amiga fue alcanzada por la sombra de sus  días. Pienso en ella habitualmente y en los demás que fueron alcanzados como ella.  Pienso en que yo debo estar  repanchingada en mi toalla después de habérmelo  pasado de muerte en el chiringuito:  siento el calor apacible de mi sol, recuerdo  a toda esa gente que conocí; a las que conservo y a las que dejé morir, atrás en el tiempo, y en algunos momentos de este maravilloso sopor creo estar saboreando a Dios, un dios al que no conozco y en el que nunca creí.  Y ese sabor me da esperanzas, empuje y garra para tener la certeza de que me quedan mas vidas por vivir de las que siento que ya viví.  Aún siento el calor del  sol de mis días. Aún me siento guerrera e indígena.