Hoy os voy a contar algo que me contaron. Despues lei un poco sobre el caso y ahora os lo transmito a vosotros, como se debe hacer con las buenas e interesantes historias.
El murciélago es un animal que en muchos casos no gusta. Da miedo o asco, y no sabemos por qué: come mosquitos y nos evita sus picaduras, son pacíficos, algunas especies ayudan a polinizar y dan pie a cientos de leyendas fascinantes. Como la de nuestro rat penat.
El murciélago es un animal que en muchos casos no gusta. Da miedo o asco, y no sabemos por qué: come mosquitos y nos evita sus picaduras, son pacíficos, algunas especies ayudan a polinizar y dan pie a cientos de leyendas fascinantes. Como la de nuestro rat penat.
La cosa es que mucha gente puede no saber por qué tenemos un murciélago como animal insignia en nuestro escudo.( escudo de valencia). Hay una leyenda que da una razón de por qué esto es así. Obviamente no es más que una leyenda sin fundamento histórico, pero es bonito pensar que es la razón real.
Según esta leyenda, los musulmanes domesticaban murciélagos para acabar con los mosquitos que plagan las zonas pantanosas cercanas a Valencia como la Albufera y los marjales de Oliva-Pego.
Durante el asedio al que las tropas de Jaime I sometieron a la ciudad, por entonces musulmana, un profeta auguró que, mientras que los murciélagos sobrevolaran la ciudad, esta no caería en manos cristianas. Jaime I conocía esta profecía. Por lo tanto, cuando un murciélago anidó en la parte superior de su tienda mientras estaban acampados en el arrabal de Russafa ordenó que lo trataran lo mejor posible, para que se sintiera a gusto en el campamento. Fue para él una señal de buena suerte.
Al poco tiempo, mientras el campamento dormía, las tropas moras intentaron un ataque por sorpresa. Sin embargo, el sonido de un redoble de tambores despertó al ejército cristiano, que rápidamente se puso a las armas y expulsó a sus rivales, causándoles además muchas bajas.
Tras la batalla, Jaime I quiso recompensar al vigilante que tocó el tambor y despertó a tiempo a sus tropas. Cuál fue su sorpresa cuando descubrió que había sido el propio murciélago, golpeando las alas sobre el parche. Como recompensa, el rey colocó al rat penat en lo alto de su casco y su escudo real, que después pasaría a ser el de la ciudad de Valencia.
El murciélago como tal no aparece en la heráldica valenciana de forma oficial hasta el año 1377. Pedro II y Pedro IV incluyeron en sus escudos una “vibra”, un dragón, que poco a poco mediante varias reinterpretaciones se fue reconvirtiendo en un rat penat. Los primeros documentos que constatan el uso del murciélago como símbolo de la ciudad datan del siglo IV dC, y no se incorpora de forma oficial a la cimera que corona la Senyera Reial hasta el año 1503.
Cuando escuché esta historia me fascinó. Yo soy de historias y leyendas. Y creo que sabréis perdonar mi elocuente fantasía si os comento que quizás yo tenga mi propia inventiva fantástica y este murciélago que adorna la ciudad en muchos de sus hermosos rincones sea el guiño secreto de que Batman no vive en Gotham sino que Valencia es su verdadero hogar, y que posiblemente este superheroe se le pueda ver pasear por las calles de Valencia como un ciudadano de lo mas normal y corriente.
Pues si a ti te gusta así, que así sea.
ResponderEliminarBesos.
Y cuando lo encuentres saludalo también de mi parte, no me pierdo sus películas! Un abrazo Nieves!
ResponderEliminarHola Nieves.
ResponderEliminarTanto la historia como las leyendas, a veces nos deparan agradables sorpresas.
Besos
Un buen descubrimiento, Nieves.
ResponderEliminarUn beso.