La puerta entornada y ella en la cama. Suele llegar cansada, en apenas unos minutos el sueño la invade. Justo en ese momento, cada noche, la joven descubre al cíclope, camuflado en los nudos de la madera de la puerta. Piensa que es estúpido decirlo, nadie la creerá.
Pero sin duda el cíclope está ahí, como el mágico ámbar con el mosquito dentro, solo que ella descubrió la madera de algún mágico laberinto con el cíclope dentro. El ser mitológico la mira con su único ojo, justo antes de quedarse dormida.
"No te preocupes, una noche de estas encontraré en mis sueños más fantásticos el camino a tus nudos de madera antigua".
Y se quedaba dormida imaginando cuantos secretos guardaría ese cíclope camuflado. Cuantos años de silencio observando los inquilinos de esa casa, ahora ella formaría parte de las historias que miraba, quizás sería recordada como la que lo descubrió y lo observaba en silencio y en secreto. Ella cerraba los ojos para dormir sabiendo que el cíclope la miraba con su único ojo. Ojo de madera vieja.
Qué bonito... Y qué sugerente y misterioso.
ResponderEliminarBesines.
Muchas veces sucede que encontramos figuras curiosas en las edificaciones, sean manchas en una pared o esbozos en la textura de la madera, pero este ojo me daría impresión! Es bueno que a la protagonista de este relato la acompañe placenteramente, un abrazo Nieves!
ResponderEliminarHa pasado a ser un voyeur consentido.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta, una bella fantasía
ResponderEliminarBuen fin de semana
Besos
Ay! Qué miedo!
ResponderEliminarBesos =)))
Últimamente me he convertido en el cíclope que vigila el sueño de los demás.
ResponderEliminarUn beso.
Un bonito y misterioso relato, Nieves, te felicito 👏👏👏👏
ResponderEliminarBesos, buen fin de semana
Se puede ver cualquier cosa en cualquier objeto.
ResponderEliminarPero solo las personas que poseen los ojos de la imaginación.
Hola Nieves
ResponderEliminarCuanto ve para tener un solo ojo.
Besos