Estamos en temporada de nísperos. Es habitual que cuando me como uno me traslade a otros tiempos, tiempos lejanos cuando era tan solo una niña .
Una niña que iba los domingos a bañarme a una alberca en la finca de unos tíos y junto a esa alberca había un árbol repleto de nísperos y todos cogíamos algunos y nos lo comíamos sentados con los pies a remojo. Recuerdo el olor de ese agua y de los nísperos recién cogidos. Recuerdo a mi abuelo llegar con su coche peculiar. A mis hermanos zambullirse en el agua y a mi madre reírse con sus primas.
Recuerdo a mi madre contarme este paisaje veraniego. Justo este . El mismo que yo recuerdo al comerme un níspero y entonces me planteo una de esas preguntas extrañas... ¿ son mis recuerdos o recuerdos heredados ?
Supongo que el tiempo y los recuerdos antiguos pueden entrelazarse como el adn en nuestro cuerpo dejando de importar mucho de quienes fueron los recuerdos primigenios y si las sensaciones que nos transmiten.