Habías bebido mucho, lo
sé, lo suficiente como para no tener apenas fuerzas para llegar al dormitorio,
despojarte de la ropa y desplomarte en la cama. Lo sé porque yo estaba en las mismas. Me desmaquillo sin ganas, me quito la ropa rápido. Hace
frío. Me meto en la cama y siento el calorcito de tu cuerpo. Ojos achispados
por el champán y el ron. "Me gusta el rojo". Dices al ver mi cuerpo antes
de entrar bajo las mantas. Nos miramos y reímos. Lo hemos pasado bien. Lo
miro y deseo bucear en sus secretos hasta quedarme sin aliento.
Conocer todas sus sonrisas y todas sus muecas. Quiero abrazarle en
las tormentas y que sienta cuando lo miro que no existe nada más en la vida.
Descubrir su locura como la que entra de golpe en agua fría. Romper las
normas y exprimir todas las ideas que nos inventemos. Quiero que dibujemos
garabatos en las hojas del destino. Que las montañas no nos parezcan altas ni
el mar tan salado. Que hagamos travesuras juntos y que los demonios no nos quieran
en el infierno por desalmados. El tiempo pasa rápido y hemos perdido demasiado
en miedos y callejones sin salida. Lo miraba y sentía que lo quería todo con
él.... que me quedaban tantas cosas por desear, por sentir y por hacer.... y
todas contigo...
Se levantó de la cama. La habitación en penumbra. Fue al
baño. Calcetines y calzoncillos. No tardó el volver. No encendió luces, imagino
que para no molestar. Volvió solo con los calcetines. Enlazamos nuestras manos.
Se acurrucó en mi espalda y me besó el hombro. Creía que dormía. Y
la verdad es que no tardé en dormir.
Al despertar, él estaba esperando a mi lado. Con voz ronca de
trasnoche. Buenos días. Beso en la boca. Siempre pensamos que nos
queda tiempo, pero tiempo es siempre lo que nos falta. Tiempo es el que
solemos perder en miedos y suposiciones, en prejuicios y vergüenza a no
ser correspondidos. Ahora quedaba todo el tiempo, nos quedaba
tantas cosas por desear, por sentir y por hacer.... y todas contigo...
En ese momento me di cuenta que entre los dos, hundido entre las
mantas estaba nuestro bote de cristal Me senté apoyada entre los almohadones. Él abrió la tapa.
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Ese bote de cristal es mágico.
ResponderEliminarBesos.
Por error he borrado un comentario que alguno de vosotros me ha dejado. Me sabe mal porque ni lo he podido leer y no se de quien era.
ResponderEliminarSólo espero que sepa disculpar mi momento patoso cuando vea que no aparece su comentario.
perdón !!!
Y besitos
Yo creo que era mío, te deseaba feliz año nuevo 2017🎉🎊, a menos que lo haya dejado en otra entrada...
EliminarBesos =))))
Muchas gracias Lili, igualmente te deseo un año de diversión y muchas cosas buenas. Que podamos compartirlas por aquí.
EliminarBesitos y sé muy feliz.
¡Esto está qué arde!
ResponderEliminarSe te dan bien los relatos, Nieves, y estos picantillos me gusta el vocabulario que utilizas, felicitaciones. 😘 🌸 gran año para ti.
Se ve todo rojo! Pura pasión anda por ahí, Buen comienzo del 2017! Un abrazo Nieves! Y que se dé!
ResponderEliminarBorraste el mio, no importa, te lo dejé nuevamente. Besos
ResponderEliminarMucho tiempo perdido en miedos, sobre todo hablo por mí. Y cuando me armo de valor, cuando me vuelvo valiente, ya es tarde, y ya la pasión se ha ido de mi alma...
ResponderEliminarEl rojo tiene algo... algo que anima, es la leña que alimenta el fuego de la seducción.
Feliz año. Un abrazo.
Quienes hacen travesuras juntos comparten lo mejor de la vida.
ResponderEliminarUn relato lleno de pasión y poesía. Un canto también a la existencia. Genial. Besos
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