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jueves, 30 de noviembre de 2017

Rayos y truenos




Eran las tres de la madrugada cuando la tormenta se desató  sobre la ciudad. 

Ella abrió los ojos tan pronto escuchó el primer trueno.  Su hogar se iluminaba, contaba el tiempo entre luz y sonido, así sabía si la tormenta se alejaba o como aquella noche cada vez estaba mas cerca.

Se agarraba fuerte a la almohada y cerraba los ojos cada vez que escuchaba el retumbar de los cristales de las ventanas. 

Aún no eran las cuatro de la mañana cuando el móvil sonó.  Era él.

- Sé que estás despierta. Siento  no poder estar esta noche a tu lado para protegerte de tu miedo.

Ella le contestó y estuvieron un rato mandándose mensajitos. 
En momentos así, en noches como aquella descubría lo importante que es tener a alguien a quien abrazar en las noches oscuras y tormentosas.  Alguien que está ahí en plena madrugada y recorrería en 10 minutos los dos kilómetros que les separaban sin dudarlo si ella se lo pidiera.  Alguien que quiere cuidarla y que le dice que no se irá de ella nunca. Y lo demuestra con creces.  En momentos como estos descubre lo absurdo de ciertas  elecciones y lo fácil que es quedarse donde se está bien. Donde no hay complejos, donde todo es libertad y armonía, donde simplemente se es.  Si, aquella noche en mitad de la madrugada quería estar en él, en silencio, abrazada a su cuerpo de titiritero.  Aquella noche cerró los ojos soñando que estaba entre sus amorosos brazos y recordando sus letras de calma y tranquilidad.

A la mañana siguiente se  despertó cansada de no haber dormido demasiado.  Se incorporó y puso los pies en el suelo.  Bajó del colchón y de los sueños de madrugada. Quizás todo lo que había pensado aquella noche de rayos y truenos solo era producto de la soledad de la madrugada.  Pero él a media mañana le dio los buenos días. Ella sonrió como la que ve su propio arcoíris.




11 comentarios:

  1. Las tormentas sino tiene uno un buen agarradero se pasa mucho yuyu.

    Besos Nieves.

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  2. Saber que ese alguien existe mejora en mucho la vida.

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  3. Ese arco iris al final es el broche perfecto del relato.

    Besos.

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  4. Que bello amanecer le trajo la tormenta, precioso
    Besos

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  5. Es muy importante para ella.
    Precioso, Nieves.
    Besos 🌷🌷🌷

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  6. En Sucre algunas tardes el cielo se ponia negro y los rayos y los truenos le ponian color a la ciudad de los locos

    Besos

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  7. En las tormentas, como en la vida, siempre termina escampando. Y es una gozada tener a alguien para amparar en lo uno y con quien compartir lo otro.
    Besos.

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  8. Precioso, aunque yo no soy de las que teme a las tormentas, a mí me calman.

    Besos

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  9. A mí me asustan los vientos, que traen desastres tras ellos, de todos modos es bueno tener con quien compartir esos momentos de miedo, aunque sea en el teléfono, yo tengo mi almohada extra, un abrazo Nieves!

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  10. Muchas gracias por vuestras visitas y comentarios tan amables.
    Os quiero mucho amig@s

    Mil besos :)

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  11. No me gustan las tormentas eléctricas, pero si hay de quien abrazarse, que truene!!! jajajaja

    Besos =)))

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Hola chic@s!!!!
Gracias por visitarme, por estar y compartir tus pensamientos....