Me llamo Antonio, pero
todos me llaman por otro nombre que nunca me gustó demasiado y por eso no os lo
voy a decir. Soy un tipo normal, con un curro que me gusta,
un hijo de catorce años y una novia preciosa y amorosa. Soy
un tipo centrado, me gustan las cosas claras y siempre voy de
frente ante la adversidad. Hace cuatro días me pasó algo que no sé
como catalogarlo. No se lo he contado a nadie pero es algo que permanece
en mi cabeza desde que ocurrió.
Iba a casa de mi amorosa novia, tenía ganas de tumbarme en la cama
y hacer el amor con ella. Iba escuchando las noticias, no demasiado
rápido a pesar de que aquél día no había mucho tráfico. De
pronto escuché un grito; PÁRATEEEEEEE
Paré en seco. Aquél Grito retumbó dentro de mí sin darme
otra opción que la que hice. Parar.
Frené justo en el ceda el paso de la rotonda del caballo volador, Pegaso.
Lo miré un segundo tocándome la frente asimilando lo sucedido. Un segundo
más tarde, cuando mi corazón aún latía desbocado, un coche fuera de control
saltaba por mitad de la rotonda invadiendo el césped, magullando al pobre Pegaso
y recorriendo a una velocidad meteórica el terreno que posiblemente ocuparía yo y mi coche si no hubiera frenado en seco un par de segundos antes.
Han pasado cuatro días y aún estoy en ese instante donde
escuché aquél grito de mujer que sin lugar a la duda me salvó la
vida o de pasar unas largas "vacaciones" en el hospital.
Nada ha sido igual desde entónces, estoy jodido, si. Llegué a casa de mi
amorcito con la cara pálida, por supuesto no tenía cuerpo para hacer el amor y en mi vida en
general no me centro en casi nada, me he quedado allí, en aquél
frenazo. Ahora me cuestiono si de alguna forma perdí la
cabeza y como cualquier loco que se precie intenta buscar respuesta
a sus desvaríos y trastornos. Puede que ya no sea el hombre
sensato y elocuente de hace una semana, puede que hoy sea un demente más.
Es muy fuerte lo ocurrido y todavía está conmocionado.
ResponderEliminarUn suceso que le marcará la vida para bien y agradecerá a diario el estar vivo.
A pesar de ello es una bonita historia que seguirá gracias a aquella voz.
Precioso, Nieves, te superas a diario, felicitaciones.
Besos 🌹 🌸 💐 buen finde
No todo el mundo tiene una segunda oportunidad. Supongo que lo que le vuelve loco no es pensar en el frenazo que le ha salvado la vida, sino en no saber a quién tiene que darle las gracias.
ResponderEliminarBesos.
Muy bueno, y ya se le pasara el susto cuando empiece a creer en su sexto sentido, en el destino o en que se yo.
ResponderEliminarGracias por la historia.
Lo que le sucedió a Antonio está en el orden de lo milagroso o sobrenatural, de acuerdo a cada creencia, deberá aceptarlo y agradecer a la vida sin sentirse loco ni nada parecido, muy bueno Nieves, un abrazo!
ResponderEliminarYo antes era un incrédulo en relación a estas cosas pero me pasó algo muy fuerte... sin explicación lógica alguna y ya no soy incrédulo ante lo sobrenatural.
ResponderEliminarBesos.
Jo Toro. .. me intrigas totalmente
EliminarA ver si me lo cuentas ☺
Un abrazo
Es largo de explicar pero lo intentaré resumir.
EliminarEstaba trabajando de noches, yo por entonces trabajaba en protección de menores.
La mañana antes de esa noche, soñé con una persona que sólo conocía de vista que había trabajado en otro sitio hacía unos diez años. Con esa persona no tenía ningún tipo de relación pero la veía a menudo porque venía a mi sección a intentar ligarse a mi jefa... bueno, eso no viene al caso, lo importante es que yo ni le saludaba a esa persona, la veía de vez en cuando y poco más.
La mañana antes de esa noche, soñé intensamente con esa persona, incluso me desvelé medio asustado, no recordé que es lo que había soñado pero si que había soñado con esa persona.
Bien, por la noche entro a trabajar y a las dos horas nos avisan de que un menor se ha intentado suicidar, fuimos rápido a su casa, encontramos al menor encerrado en el baño, tuvimos que derribar la puerta, también estaba la hermana... muy asustada, abrimos las ventanas pues todo el piso olía a gas y al rato llegó la madre que trabajaba en un bingo.
Hablando con ella me fijo en unas fotos que hay en la pared.... y si, era la persona con la que había soñado y con la que no tenía relación alguna, le pregunto a la madre de qué lo conoce, y resulta que era el marido, que se había suicidado hace unos cinco años y a raíz de eso el hijo tenía problemas emocionales graves... como comprenderás se me heló la sangre...
Aún ahora que te lo estoy contando me afecta, yo con aquella persona no había soñado jamás, no tenía ninguna relación personal, ni había hablado jamás con él, y diez años después sueño intensamente con él y por la noche salvo a su hijo de un intento de suicidio...
Qué te parece?
Te juro que es absolutamente cierto.
De ahí lo de que mi incredulidad resultara afectada.
Pues me dejas helada, sin duda no es casual, lo que nos queda la duda es que es lo que provoca esa conexión. Eso es lo que nos perturba, ¿No crees?
EliminarMuchas gracias por saciar mi curiosidad y compartir tu especial viviencia, que con razón te hizo cambiar la perspectiva de estas cosas.
Un abrazo Toro. :)
Hola Nieves.
ResponderEliminarVaya con el grito y menos mal ¿O no? xD Me gusta el personaje, muy distinto a lo típico.
Besos
¿Se salva y se deprime?
ResponderEliminarTendría que haber llegado a casa y echarle dos a su amorcito.
...o bajarse del coche e invitar a algo a la gritona del párate.
Opino lo mismo que guille.
ResponderEliminarRación doble para celebrarlo.
Un beso.
Muchísimas gracias amig@s por compartir cada una de mis historias con vuestros elocuentes pensamientos.
ResponderEliminarGracias, me dais fuerzas para seguir adelante, BESOS !!