Siempre fui una romántica pero
el amor nunca me correspondió, entonces me aficioné al chocolate. La
gente dice que es el sustitutivo del sexo. Imagino que la gente que
dice eso nunca se dejó arrastrar por esa pasión desenfrenada, porque joder no
tiene nada que ver una cosa con otra, y os habla alguien que durante años fue
una apasionada del chocolate. Bueno y lo sigo siendo para que engañaros.
- Si cariño, yo también te
quiero. Me gusta como me dice cariño. Sólo él me llama
así. Me gusta más el cariño que el te quiero, supongo porque aún me
cuesta asimilar que alguien me quiera, que valore mis cosas y le guste lo
que soy y como soy. Supongo que a todos nos pasa igual, pero a mi me costó
media vida encontrarlo.
Los viernes por la tarde comienza nuestro fin de semana.
Coincidimos en casa a eso de las seis. Él me suele mandar mensajitos subidos de
tono y yo los leo con una media sonrisa, con disimulo. Le contesto, claro que
si. No lo dudéis.
Me suelo duchar tan pronto llego a casa. Él se las apaña para
entrar con alguna escusa, así que me acostumbré a dejar la puerta abierta.
- Cariño, hoy tengo una
sorpresa para ti. Me mira tras la mampara de la ducha. Me mira como si
le gustara mucho lo que ve. Con el placer de recrearse sin querer probar.
Salgo de la ducha y pasamos la tarde con la rutina amable de los viernes por la
noche. Hacemos la cena juntos. Mientras que me como la ensalada
pienso en la sorpresa, le pregunto y él me dice que será el postre. Recogemos
los platos y los pongo en el fregadero. Él se acopla a mi
espalda, me besa el cuello, me dice algo al oído y me coge en brazos. Lo
miro con esa carita mía y él que me conoce bien me dice después de darme un
beso en la boca:
- La sorpresa es el
postre del postre.
Hacemos el amor innovando, siempre nos la apañamos para hacer algo
nuevo, somos como trapecistas de circo en la pista central. “Con todos ustedes, Amor y cariño os
harán su nuevo número de alto voltaje". Si nos sale bien
lo gozamos y si no nos reímos. Nunca fracasamos en la cosa de los placeres.
Para los interesados el viernes reímos en lo innovador pero
rescatamos los números ensayados y remontamos.
- No te muevas. Vuelvo con el
postre. Me dice mientras pega un salto atlético directo
fuera de la habitación.
- Vale amor.
Yo le llamo amor. Siempre me pareció cursi y pasteloso pero a él le
gusta.
Vuelve con un coulant de chocolate en una mano y una cucharita
de postre en la otra. Supongo que podía habérmelo dado antes del amor
pero a él le gusta lo diferente, a mí también. Nos sentamos en la cama como si fuera la
isla de nuestra habitación del amor y saboreo el mas delicioso de
los coulant de chocolate del mundo después de haber intimado con el hombre
al que amo y deseo. Introduzco la cucharita en el bizcocho y lo parto dejando
chorrear el chocolate líquido bañando todo el biscocho.
- ¿Te gusta?
- Si amor, me
gusta todo. Introduzco una porción en la cuchara y se la hago
probar.
- Está bueno si, pero cómetelo
tú cariño, quiero ver como te lo comes
Y ahí me quedo, desnuda comiendo coulant. La gente dice
que el chocolate es el sustitutivo del sexo. Imagino que la gente que
dice eso nunca se dejó arrastrar por esa pasión desenfrenada, porque joder no
tiene nada que ver una cosa con otra, y os lo dice alguien que durante años fue
una apasionada del chocolate. Bueno y lo sigo siendo para que engañaros.
Porque en esta vida no hay nada como el amor y el chocolate.
Hola Nieves.
ResponderEliminarQue dulce la entrada. Y que hambre me entró jajaja
Besos
Entrada dulce y sabrosona; a mí también me encanta el chocolate, aunque me sienta como el culo, y sí, es cierto, según afirman parece ser que es afrodisíaco, a no ser que también sea una leyenda urbana. Supongo que los nutricionistas, sabrán si es verdad o no, de lo que se dice del chocolate.
ResponderEliminarBesos Nieves.
Bueno, a ver... amor y patatas bravas con una cervecita tampoco está tan mal eh, jajjaja
ResponderEliminarBesos.
Un bocata de chorizo tampoco está mal, pero claro, no es lo mismo. Ni siquiera el chocolate es lo mismo, por mucho que se diga.
ResponderEliminarBesos.
Será el sereno Nieves, pero ahhhhhhhhhhhhh! qué hambre me entró! :P
ResponderEliminarBesos =)))
Una combinación genial! Hermosa y refrescante pintura del amor, Nieves, un abrazo!
ResponderEliminarEs una entrada capicúa, se puede empezar por el chocolate y terminar en desenfreno o empezar desenfrenados terminando con el chocolate.
ResponderEliminarVamos, que se complementan...
Un beso.
Prometo imitarte,,,, espero que no hayas patentado el numerito. Un abrazo de chocolate con chile...Saludos.
ResponderEliminarAmbas cosas no están reñidas.
ResponderEliminarBesos 🌹
Ayyy... qué exquisitez!!! Adoro el chocolate y me encantó tu relato.
ResponderEliminarAmor, sexo y chocolate, la trilogía perfecta.
Besotes, Nieves.
No hay porque renunciar a ninguna de las dos cosas. Ni utilizar una como sustituto. Se exprimen las dos posibilidades y todo resulta mejor.
ResponderEliminaruna delicia el chocolate....aunque no puedo abusar. Ambos se complementan!
ResponderEliminarEl sexo con el ser amado para mi, es irremplazable.- combina muy bien con el chocolate :)
ResponderEliminarPero son cosas diferentes
Disfruta de ambos
Buena semana- Besos
Si duda a cada uno lo suyos, todos tenemos nuestras debilidades y predileciones. :)
ResponderEliminarMuchísimas gracias por vuestra compañia. Un abrazo grande para todos y mucho amor, ya que si hay amor todo ira bien.
Besitos :)