Juan aparcó su coche en el garaje. Su hijo sentado a su lado
había permanecido en silencio todo el trayecto, ni siquiera había insistido
para poder conducir él.
Juan sacó las llaves del interruptor. Miró a su niño. Siempre habían tenido una bonita complicidad aunque desde que se había
convertido en un muchacho y podían compartir alguna cerveza de domingo el
vínculo padre-hijo era aún mas fuerte.
- ¿Qué te pasa hijo?
Le preguntó con cierta preocupación.
- Me gusta una chica y
soy invisible para ella. Estoy jodido papá.
Juan miró a su hijo. ¿Qué decirle?. Posiblemente
estuviera enamorado o creería estarlo, que es lo mismo a esta edad.
- Hijo... No te desanimes.
No eres invisible, ella te ve, solo que puede que no sea tu momento. Quédate ahí,
no te alejes. Trata de hacerla sentir a gusto los ratos que coincidáis y puede
ser que un día ella abra los ojos y te descubra a su lado.
El joven escuchaba a su padre en silencio.
- Tuve que afrontar dos novios
de tu madre y esas amigas tan insoportables. Yo tuve mis novias también, no
puedo decirte que no. Pero tu madre era mi chica. Un día cuando menos lo
esperaba nos refugiamos en una tienda de ropa por un ataque terrorista.
La cogí de la mano toda aquella tarde y aún no se la solté. Salimos juntos de
aquella tienda y no nos separamos más.
- Y si ella no me
quiere, y si ella no me elige. ¿Qué hago entonces papá?
Se notaba la desesperación en sus ojos.
- Entonces el tiempo
pasará y encontrarás a otra chica. Tan especial y bonita como en la que piensas
hoy. El tiempo todo lo cura, hace olvidar todo y terminas
evolucionando.
- No se lo digas a
mamá, ¿vale?.
- Claro que no hijo. Es una
verdadera pesada en estas cosas.
Ambos sonrieron, bajaron del coche y entraron a casa. Mamá
estaba en el salón. "HOLA MAMÁ" dijeron los dos a coro.
- Vaya, que contentos volvéis.
A ella le gustaba verlos tan unidos.
- Por cierto papá, ¿Qué es eso de ataque terrorista?
- Son cosas antiguas hijo,
cosas que pasaban antes de que nacieras. Es complicado, no lo entenderías.
Cenaron a las ocho y media. Se fueron pronto a dormir.
Mañana sería un buen día.
Los primeros enamoramientos se sufren muchísimo, bien por Juan acompañando a su hijo en esos momentos, un abrazo Nieves!
ResponderEliminares verdad, si esta no abre los ojos encontrara otra.
ResponderEliminares verdad, se le diga lo que se le diga sufrirá si no le hace caso.
Buen padre y buenos consejos.
ResponderEliminarBesos.
Hola Nieves.
ResponderEliminarBonita historia familar y bonitas cosas del día a día.
Besos
Qué bonito sería que llegara un día en que un muchacho no pueda entender lo era un ataque terrorista.
ResponderEliminarBesos.
Un padre al que le puede contar las cosas, está a su lado y le da los mejores consejos.
ResponderEliminarBesos 🌹
Los padres queremos siempre lo mejor, pero bueno, tampoco salen siempre las cosas como uno desea, por muy buenos consejos que se den. Y tampoco todos los hijos, tienen siempre esa confianza que deberían tener con los padres.
ResponderEliminarBesos Nieves.
Bonita historia, la familia, el día a día...♥
ResponderEliminarBesos =)))
Que deliciosa historia, me encanta la complicidad con los padres sea ambos uno u otro
ResponderEliminarBESOS
Muchas gracias por estar aquí y darme tantas energías para seguir adelante. Crear y soñar compartiendolo con vosotros.
ResponderEliminarBesitos :)