Porqué
deseas morir nunca fue la pregunta correcta sino por qué vivir. Esa era
posiblemente una de las muchas preguntas que le atormentaban a las miles de
personas que se adentraban en aquel bosque maldito en el confín de la
tierra.
Es fácil
perderse en ese enmarañado reino de muerte. Así que el visitante temeroso de
adentrarse demasiado y perderse, temeroso de arrepentirse en el último
momento y verse encerrado en un laberinto de árboles y restos de viejos objetos
abandonados junto a los esqueletos de quien decidió morir en ese lugar
olvidado, suelen crear caminos con cintas o cuerdas enlazándolas por los
árboles para poder volver a la vida si tras ver a la parca cara cara descubre
que la vida siempre es más bonita por complicada que sea que la muerte en aquel
lugar inmundo. Así que las cuerdas se trenzan entre la maleza hasta lo
más profundo del bosque, allí donde los grandes árboles impiden entrar la luz
del sol y donde una penumbra perpetua parece acunar al moribundo.
Es allí
donde una música invade el lugar, no creáis que es una melodía lúgubre y
tétrica, es música alegre, de fiesta, a un volumen exagerado.
Si buscas el lugar de donde viene la música podrás encontrar una vieja
cabaña abandonada, grandes altavoces que no dejan escuchar tu propia voz, que
no dejan escuchar los pensamientos del que busca en aquel bosque el silencio y
la complicidad del que ya no quiere volver a la vida. La música entra
dentro de esas personas e intenta disuadir las ideadas suicidas del
que pasea como alma en vida por el paraje.
En ocasiones
los pensamiento del visitante son aún más fuertes de la música de la cabaña,
otras veces consigue encontrar una pequeña grieta entre tanta desalación y el
que no quiso volver tiene la idea de volver así que sigue nervioso y
agitado las cuerdas que fue colocando enroscadas entre los árboles, si no fue
así puede que las viejas cuerdas le ayuden y con suerte encuentre la entrada al
mundo, a la vida de donde quiso escapar de una forma absurda y cobarde.
Impecable y profundo relato, Nieves, un abrazo!
ResponderEliminarEsa es la pregunta. Me gustó mucho tu relato. Besos.
ResponderEliminarHola! Me gusto mucho tu relato, muy profundoo! Existirá ése bosque? tal vez lo visitaría jajaj. Ya te sigo, espero puedas visitarte mi blog y comentar tambien: unsolocaracter.wordpress.com
ResponderEliminarGracias y saludos!
Muy buenas reflexiones,Nieves.
ResponderEliminarEn mi ventana hoy también es protagonista un pedacito de bosque.
Un beso.
Una pregunta acertada y una hermosa metáfora del camino de la vida -o de la muerte- representado en ese bosque.
ResponderEliminarBesotes, Nieves.
Tienes un gran talento, Nieves, siempre me sorprenden tus escritos.
ResponderEliminarEse bosque me puso el vello de punta.
Besos
Hola Nieves, interesante tu historia
ResponderEliminarBesos
Muchísimas gracias por comentar y visitarme en cada entada. Os lo agradezco que todo corazón.
ResponderEliminarSois geniales y sin duda ocapais un bonito lugar en mis días.
Mil besos amig@s
:)