Ella cerró la puerta del coche con
no demasiada fuerza. Con suavidad femenina.
- ¿Dónde quieres que te lleve?
Ella lo miró atendiendo a su pregunta. Ese silencio.
Esa mirada. Él le acarició la mejilla, la comisura de esos labios
aún por conocer. Esa mirada. Esa atracción que subyuga. Silencio. La
besa.
- Llévame a casa
amor mío, me caigo de sueño.
Si. El viaje hasta llegar a sus brazos había sido arduo y
peliagudo.
Como en la casa de uno no se está en ningún sito...Saludos.
ResponderEliminarEsa manera de cerrar la puerta.....
ResponderEliminarCasa en un buen lugar para reposar de un camino largo y peliagudo.
Misterioso... era un primer encuentro o la culminación de algo pendiente? Muy bueno Nieves, un abrazo!
ResponderEliminarPero llegó.
ResponderEliminarAhora, a descansar.
Besos.
Poco a poco...
ResponderEliminarEl descanso es más necesario.
Besos 🌹 🌸 feliz noche
Hola Nieves
ResponderEliminarUn momento suspendido en el tiempo. Incógnitas antes e incógnitas después. Hace volar la imaginación.
Besos.
Y cuando duerman y descansen, ñaca ñaca la cigala.
ResponderEliminarBesos Nieves.
Imagino que... hogar no es el edificio, son las personas.
ResponderEliminarGracias... de todo corazón.
Besitos