Snow vive en la casa de la
puerta verde. Vive con Jacob. Y de vez en cuando la visita ese hombre.
Si, el que escribe en el jardín en verano y junto a la ventana en invierno.
El que la besa tan pronto ella abre la puerta y lo saluda. El que le
hace el amor lentamente. El que le abre esas cosas con precintos imposibles y
con el que toma capuchinos en la mesa de la esquina del café, la única
que tiene vistas a la calle.
Calcetines duerme. Hoy ha tenido una de esas noches movidas, de
juegos y descubrimientos, la madrugada lo dejó agotado. Snow está en la
cocina se prepara el desayuno; café y hoy de forma excepcional,
una tostada. Lo prepara todo y lo coloca ordenadamente en la mesa. Tiene
ganas de hacer pis. Va al baño. Cuando vuelve a por su
desayuno se queda parada, desconcertada, piensa...
“Yo dejé la
tostada en el plato, estoy segura"
Calcetines aparece en ese instante, con su rabito contento.
Se queda parado junto a la mesa con el plato vacio y el café aún humeante.
Intuye que a Snow le ronda algo por la cabeza, aún así elige omitir esa intuición
y se le acerca para abrazarla por la espalda y darle un besito en el cuello.
Ella sonríe cuando nota que sus manos acarician su cintura y le recuerda
algún capítulo de la madrugada.
Jacob observa la escena desde el sofá, con un ojo abierto,
relamiendo. Agradecido por la visita de ese hombre que ocupa el tiempo de Snow,
que la nubla y la dispersa dándole margen a ciertas licencias, teniendo fáciles
escapatorias.
Después de haberse besayunado y desayunado. Cuando los ratos
domésticos retomaban el día. Snow miró a Jacob. ”No te hagas el remolón que sé
de sobra que fuiste tú" Jacob le miró agachando las orejas. Se escapó de
la reprimenda encontrando refugio entre las piernas de Calcetines, ese hombre
amable que le daba porciones de la merienda y le rascaba la oreja mientras
veían televisión.
Deliciosa historia!!!!! me encanta leerte
ResponderEliminarBesos
No puede ser más entrañable.
ResponderEliminar:)
Besos.
Que complicidad más bonita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso se llama: solidaridad de género.
ResponderEliminarUn trío de lo más compensado.
ResponderEliminarBonito relato.
Besos, Nieves.
Deliciosa y dulce historia, ojalá todo lo malo fuera así.
ResponderEliminarBesos Nieves.
Complices
ResponderEliminarBesos
Todos sabían que había sido Jacob, pero a nadie le importo demasiado.
ResponderEliminarHola Nieves.
ResponderEliminarBonita y entrañable escena :)
Besos
Me encantan esos nombres originales para contar una historia tierna, un abrazo Nieves!
ResponderEliminarEntrañable escena, me recuerda a alguna parecida...:)
ResponderEliminarMil besos!!!
Bonitos momentos de amor y travesuras.
ResponderEliminarBesos, linda.
Muchísimas Gracias a tod@s. Vuestras visitas son recibidas en casa como sonidos de cascabeles. Con alegría y sonrisas.
ResponderEliminarBesitos :)
Qué yo quiero estar en tus historiasssssssssssssssssssssssssss! jejejeje
ResponderEliminarBesos :DDDD