Tan solo hacía unas horas que
no lo sentía, las suficientes para echarle de menos.
Justo hoy la mañana parece más silenciosa que de costumbre,
Placebo suena en la radio y la envuelve en sus melodías llenas de ideas y
pensamientos atrevidos. Ella mira el reloj y entretiene las horas con
esto y lo otro. Ensimismada en algunos momentos pasa los dedos por su
boca, descubre las ganas que tiene de verle llegar. Se sienta en la mesa
de la entrada, con ese vestido. Mira la puerta, sabe que aún tardará en llegar
pero mira la puerta como la gata que espera a su amo. Lo piensa
llegando, abriendo la puerta, descubriéndola allí sonriendo.
Cerrará la puerta y le preguntará que hace allí y ella le dirá que
esperándole. Él se acercará a ella y le dirá alguna de esas cosas suyas, le abrazará
y ella le abrazará con sus piernas. La cogerá en brazos a horcajadas aún
sabiendo que no llegará al dormitorio, - con los años ya no es el que era-,
pero lo intenta, en el pasillo se le escurrirá, descalza dará saltitos hacia el dormitorio, él la agarrará, la capturará entre los
cuadros Tibetanos, descubrirá sus ojos llenos de brillo, de ganas, de risas, está llena de risas. Ella no le dará tregua y le besará, él recordará en ese instante cada uno de esos momentos que le hizo sonreír, reír a carcajadas. Cuando
separen sus labios él la mirará, ahí estará ella con su corazón latiendo con
fuerza, su amplia sonrisa y ese brillo en esa mirada tan llena de colores.
Ella se escurre, él la sujeta, ella se ríe.
No llegarán al dormitorio, hay días que no da para otra cosa.
La mañana transcurrió despacito, llena de ideas y pensamientos atrevidos. Ella estaba sentada
en la mesa de la entrada cuando él abrió la puerta. Él la vio allí esperándole,
como una gata con cascabel. Sonríe. Ella le sonríe...
Tan solo hacía unas horas que no lo sentía, las suficientes
para echarle de menos.
Relatos plenos de pasión, bellamente contados Nieves, un abrazo!
ResponderEliminarHola Nieves. Relato tórrido sin necesidad de ser explícito.
ResponderEliminarFelicidades :)
Cuánto amor y qué bien contado.
ResponderEliminarBesos.
Y existen días que uno quisiera que nadie lo este esperando
ResponderEliminarBesos
Me gusta tu forma de contar las cosas y más este tema tan dificíl.
ResponderEliminarBesos
Hay esperas que son largamente recompensadas.
ResponderEliminarY él nada más verla sabría de sus intenciones...
ResponderEliminarHermoso relato, Nieves.
Besos 🌹 🌸 💐
Hermoso, siempre enamorada
ResponderEliminarMe gustan tus letras
BESOS
Natural y fresco relato de una ansiedad erógenamente sana. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarAsí mero quiero yo! :P
ResponderEliminarBesos =)))
Y es que el corazón no entiende de tiempos...
ResponderEliminarBesos.
Un abrazo solidario para todo tu pueblo, Nieves, que estas cosas no sucedan más, que encuentren la manera!
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestras amables palabras y vuestros comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo a todos y muchos besitos
:)