Nada hubiera hecho presagiar aquel acontecimiento tan
delicioso. Su propuesta no era nueva, ni sus ganas habían estado ocultas.
La luz de las farolas
de la calle,
anaranjadas y
tenues,
la luz de la media
luna de las noches de otoño,
las sábanas cubriendo
los cuerpos en la madrugada,
ella dormía apacible,
acurrucada,
respirando sobre él,
ajena a que era
contemplada
y deseada aún más que
antes,
tenerla en la cama con
él,
con sus cabellos en su
boca,
con su mano enlazada
a la suya,
era algo que había
pensado mil noches,
que sus constantes negativas lo habían apaleado mil días.
Hoy. Esta madrugada...
Cuento esto como el
milagro con el que no contaba.
Porque para un
cuarentón errante y vagabundo
decepcionado de toda
civilización
verse refugiado en
esta clase de poesía
solo puede verse como
el milagro con el que no contaba.
Nada hubiera hecho presagiar
aquel acontecimiento tan delicioso. Ella soñaba como una princesa de marfil. La calabaza se hizo hogar.
Qué relato pleno de poesía, Nieves, ojalá sea una realidad, un abrazo!
ResponderEliminarLa vida nos da unas veces regalos inesperados y otras veces arremete contra nosotros como una fiera salvaje. Y sin avisar. Por eso lo que viene bueno tenemos que disfrutarlo como si no hubiera un mañana. Carpe diem. Saludos.
ResponderEliminarEsperó tanto, supo hacerlo y su perseverancia lo llevó a buen puerto.
ResponderEliminarUn abrazote, Nieves.
Ay qué bonitoooooooooo! espero sea realidad....sí!!!
ResponderEliminar=)))) besos muchos ;)
ResponderEliminarEntro y me siento en tu casa para leerte con mucho gusto. Saludos.
A veces los sueños se hacen realidad...Y cuando pasa.. te crees que sigues soñado..Es maravillosoooo!!!
ResponderEliminarMil besos!!
La poesía siempre florece en lugares inóspitos.
ResponderEliminarUn abrazo.
La poesía obra milagros.
ResponderEliminarCada día.
Besos.
Carpe diem como dice jfbmurcia
ResponderEliminarLa vida y su poesía como indicais otros
Y las romanticas, desean que sea cierto eso de ser princesa durmiente, aunque se sienta de marfil :)
No es facil encontrar castillos, a veces la perceverancia consigue la rendición.
A veces descubres que las calabazas pueden ser hogar.
Mil besos a todos vosotros por compartir vuestras inquietudes, y esas ganas de que la poesia fluya :)
Tu intensidad envuelve
ResponderEliminarhogar no es una casa, es la persona con quien se quiere estar
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