Nunca podrá olvidar aquel
verano.
Justo el cuarto día de sus vacaciones cayó en desgracia.
Aquella tarde al llegar a casa con su bici después de haber pasado casi
toda la jornada con sus amigos, resbalo con la gravilla de la carretera y
fue a dar con sus huesos al suelo. Brazo roto, mes y medio de yeso.
Prácticamente todo el verano. Adiós piscina, bici, pantano...
Adiós al verano de aventuras, bienvenido al más jodido verano de tu vida.
Los amigos lo visitaban y compartían grandes ratos jugando a
cartas en la cabaña. Pero la cabaña era para el invierno, en verano molaba
la piscina o el pantano y aunque los primeros días nuestro desdichado amigo se
animaba a ir, pronto descubrió lo aburrido que es eso de mirar mientras otros
se divierten, sentado a la sombra de un árbol no se vive el verano igual que
chapoteando en el agua o pescando en el pantano después de un largo tramo de
pedaleo...
Pronto prefirió quedarse en casa. Hacer nada divertido era el
maravilloso plan que vivía aquel verano.
Una de las tardes más calurosas de todo el verano se sentó
en el porche de casa, ella pasó con su vestido de florecitas, tres
libros en la mano y con el pelo recogido con una trenza.
- Que chulo!! ¿Te
lo has hecho tú?
Él la miró desconcertado, sin saber muy bien de qué hablaba.
- La escayola, ¿
Iron-man, no?
- Ah!.
Si, tengo mucho tiempo libre. Demasiado... Contestó disimulando la sorpresa de que una niña tan de vestidos de florecitas supiera de la existencia del superhéroe más genial de la historia.
Aquel verano terminó siendo demasiado corto. Septiembre
llegó con la pereza de cada año. Comenzó el curso y todo volvió a esa rutina
conocida. Pero él sabía que aquel verano había sido distinto, había conocido
algo increíble. Había abierto una puerta que ya nunca podría cerrar.
Aquella niña con su trenza y sus vestidos de flores le había conducido a
un camino maravilloso, lleno de sensaciones y una vez que comenzó no pudo parar
en todo el verano. Olvidó la piscina, las tardes de pesca en el pantano,
apenas recordaba a los amigos y sus locuras veraniegas. Había
tardes que quedaba con los amigos, claro, pero no era de extrañar que recordara
por donde lo dejó la noche antes y un fuerte deseo de seguir en el mismo punto hacía que su mente hirviera en posibilidades y fantasías.
Aquel verano se inició en algo que nunca más pudo dejar de hacer.
Y es curioso porque no recuerda el nombre de aquella chica pero si
recuerda los nombres de los tres libros que llevaba aquella primera tarde.
Porque fueron los tres primeros libros que leyó en su vida. Todo el mundo
puede leer, pero pocos son los que saben disfrutarlo de verdad. Devorar
libros para descubrir el sobresaliente mundo que se encuentra en cada una de
sus hojas. Él se convirtió en una de esas personas. Y fue en ese
verano a los 13 años cuando lo descubrió. Un verano muy distinto al de
los amigos... él no tuvo besos, ni cigarrillos a la luz de la luna, ni pudo
deleitarse con el trocito de teta que pudo salir del biquini de la chica
que te gustaba, no... él no tuvo nada de eso. Él tuvo la compañía de aquella
niña que pasó el verano de alquiler con su familia en una de las casas del barrio, le gustaban los comic y los tenía todos de "la chica maravilla", recordaba que solía decir que era la superheroína mas extraordinaria de todos los comic, recordaba que solían hablar de las peleas y alianzas de "la chica maravilla con Iron-man", nunca antes había tenido este tipo de conversacines con una niña. Y
después de media vida le fastidia saber que olvidó el verdadero nombre de aquella chica maravilla. Aunque no puede olvidar el gran
regalo que le hizo... Con ella aprendió los placeres del leer, de
los libros, descubrió que con ellos... viajas a un mundo lleno de imaginación en
un abrir y cerrar de HOJAS.
Aveces suele pensar que aquella alianza aún perdura.
Aveces suele pensar que aquella alianza aún perdura.
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Como el primer amor no hay nada... aynsssssss me has hecho pensar en una chica maravillosa... y sí, a veces parece que esa alianza sea eterna.
ResponderEliminarBesos.
La primera chica que te aparta -gustosa y voluntariamente- de tus amigos.
ResponderEliminarEl primer libro que te hace descubrir que se pueden vivir otras vidas y visitar otros mundos sin salir de tu habitación.
No importa lo que dure...se convierte en eterno.
La lectura en el verano es maravillosa porque te embarga hasta el último pensamiento y a esa edad no hay otras preocupaciones ni estudios. Es el tiempo libre mejor empleado.
ResponderEliminarMe trajiste lindos recuerdos de libros de esa época.
Un gran besote, Nieves.
Dicen que las crisis son oportunidades, la mala suerte de su lesión le trajo la ventura de conocer a alguien que supo compartir momentos inolvidables y dejó su huella para siempre, un abrazo Nieves!
ResponderEliminarQue bonita historia, me recordó mil momentos de infancia
ResponderEliminary el primer enamoramiento que nos deja una preciosa marca en el alma
Buen fin de semana
Besos
Yo comencé a leer novelas a los nueve años y los autores y sus personajes llenaron mi vida de fantasías y de nobles pensamientos.
ResponderEliminarDesde ese entonces me devore la Biblioteca de Grandes Novelas de la Editorial Sopena.
Besos
Muchas gracias por ser tan fieles y amables.... :)
ResponderEliminarBesos y feliz semana!!!