Adele terminó la conversación telefónica con esa frase que resumía todo. "No quiero entrar en bucle en situaciones absurdas, siempre he pensado que la vida es más sencilla de lo que parece".
La vida sigue, no se para para nadie. El sol sigue brillando
y todo parece estar igual de ayer. La primavera avanza en sus primeros días
como esperezándose de su letargo. Adele se asoma por la ventana de su
cocina, mira los árboles que apenas mueven sus hojas. Pone la radio, su
música, al escuchar los primeros acordes recuerda que hacía varios días que no
escuchaba música. Se acerca al estante y mira su cajita de gusanos de
seda. El cambio climático los hace despertar antes de lo adecuado, cuando
despiertan las hojas de moreras aún no han salido y cada año le cuesta más
mantener vivos una nueva generación. Los limpia y le pone hojas frescas.
Mira el reloj y se pone a preparar el almuerzo. Cuando se
viene a dar cuenta el timbre suena. Tarda un poco en abrir y cuando lo
hace ella está hablando con el vecino. Ella es Sofía, su mejor amiga, hoy
lleva el pelo mas alborotado que de costumbre. Se demora en despedirse del
vecino, un tipo de estos que se levantan temprano y se recorren corriendo
kilómetros y kilómetros para mantener su cuerpo así, como si Miguel
Ángel lo hubiera esculpido y el azar me lo pusiera allí frente a mis ojos
cada día.
Mi amiga dice que el vecino, que responde al nombre de Daniel está
sin planes y que se queda a almorzar con ellas. "Pues
fenomenal".
Todo transcurrió con la normalidad esperada hasta que el vecino
hizo esa pregunta... Imagino que es la pregunta que pega tras
tropecientos chupitos y cervezas.
¿Cual
fue vuestra infidelidad perfecta?
Sofía con su pelo aún más alborotado, respondió con rotundidad que nunca había sido infiel. Que no
sabía que era eso de desear a otro hombre mientras compartía historia con
alguien.
Adele quiso reaccionar igual pero su rotundidad no fue tan creíble,
sus dos acompañantes le animaron para que lo contara.
"Fue en el
transcurso de uno de sus viajes. Hice una fiesta en casa, uno de nuestros
amigos bebió demasiado y se acostó en nuestra cama, cuando me di cuenta
fui a decirle que durmiera en cualquier otra cama pero... "
"terminasteis
durmiendo los dos" Terminó Daniel
"Pues si.
El caso es que aquel revolcón, que fue de los mejores que he tenido se
quedó ahí, no tuvo consecuencias. Permanece intacto. Como un recuerdo en
un paisaje congelado que nadie
sabe que está ahí"
“Ahora lo sabemos
nosotros" Recordó con ironía Sofía
“Que más da, ellos son
prehistoria para mi"
“¿Y tú? ¿Que nos puedes
contar?" Sofía se interesó por lo que pudiera desvelar aquella
belleza de hombre
“Yo soy
un tío, y todas mis infidelidades han sido descubiertas, la más patética fue
cuando me pillaron en toda la faena. Tenía una novia que por
circunstancias vivía en casa, se iba a trabajar y volvía todos los días a la
misma hora, así dos años. Yo empezaba a trabajar en el Gim pero por
horarios coincidía con la chica de la limpieza, venia a casa los Martes y
Viernes y de vez en cuando yo le decía alguna cosilla y bueno... era una chica
divertida y un día pues la besé y terminamos acoplados en las escaleras
de casa. No escuché el coche, ni la puerta abrirse ni cerrarse, solo escuché
ese HIJO DE PUTA que sueltan las mujeres cuando ven a su pareja follándose
a la limpiadora".
“Al menos lo pasaste
bien" Sofía reía mientras hablaba
"pues
ni me acuerdo. Fue un momento de esos de impulso e instinto, como cuando vosotras
decís esas cosas que nos joden tanto, siempre he pensado que tendéis a crear culebrones de cualquier
cosa"
"Pues yo recuerdo
aquel día perfectamente" Añadió Adele como si hubieran hurgado en
una vieja herida.
"ya se sabe lo
que dice...” Sofía
se levantó para recoger los botellines vacíos y traer otros junto a
un folleto de esos de publicidad de comida rápida.
"¿Qué es lo que
se dice Sofía?”
Pues...
Recordar es fácil
para quien tiene
memoria,
Olvidar es difícil
para quien tiene
corazón.
Daniel puso expresión de vaya chorrada y Adele se rio... con amigos todo es más fácil...
Todos somos pecadores. El gran Chiquito de La Calzada lo repetía sin cesar: ¡Pecador de la pradera...! Saludos.
ResponderEliminarNieves, estás hecha una gran sabia! Tus historias cierran con frases muy profundas! Un abrazo!
ResponderEliminarJajaja Cusiosa conclusión. Siempre interesantes tus historias ^^
ResponderEliminarOlvidar es difícil para quien la sufre...
ResponderEliminarEn realidad la infidelidad es el producto de intentar someter las hormonas a reglas demenciales.
Besos.
La pregunta del vecino tiene su miga.
ResponderEliminarConfesiones entre amigos.
ResponderEliminarBesos 🌹 🌸 💐 🌼 🌷 buen finde
La culpa fue de ella por llegar antes a casa sin avisar,jajaja, el disgusto que se habría ahorrado...
ResponderEliminarEn esta lluviosa mañana se agradecen estos relatos.
Un beso, Nieves.
Ah, que envidia me has dado con ese paseo por Córdoba, que recuerdos...
De esas cosas no hablo jamas
ResponderEliminarBesos
El vecino algo quiere.... 😉
ResponderEliminarBesos Nieves 😙😙
:D Gracias por vuestro humor y por visitarme...
ResponderEliminarMil besitos !!!