Todos quieren saber que les deparará el nuevo año. Y yo siempre les digo que para qué quieren saberlo. Vivir sin saber que les deparará el destino es mucho más divertido que tener la certeza del nuevo fracaso o la confianza desmedida de saber que se llegará a la meta de tu deseo más deseado.
Hoy hace frío. Bebo el café sabiendo que se enfriará pronto
si pierdo la vista en los clientes sentados en la barra, esos que nunca tienen
tiempo para casi nada o en Antonio, el camarero que es siempre tan atento
y simpático conmigo. Intento no mirar... pero mis ojos no esquivan el
fondo de una taza que me dice cosas, me dibuja futuros inmediatos; despedidas
sutiles, casi imperceptibles de las que me voy despidiendo poco a poco para que
cuando ya no esté mi corazón no se desquebraje. Muevo la taza como mi abuela me
enseñó cuando aún era una niña y veo mi reflejo triste incluso sabiendo que
alguien llega despacito, de puntillas para no agitar mi vida apacible.
- ¿Que miras tan
ensimismada? Lucas se sentó en la mesa con su café humeante.
- Nada. Saboreaba el café mientras pienso en lo mucho que
tengo que hacer y en las pocas ganas que tengo.
- ¿Tienes frío eh?
miró sonriente el guante que aún tenía puesto en una de mis manos.
Sonreí mientras asentí con la cabeza, "
Si ando descuidada terminan doliéndome las manos de frío".
- No hace falta que
me lo jures, - dijo cuando escuchó mi argumento- Te conozco lo suficiente como para saber el frío que manejas siempre. ¡Por
cierto! Hoy tengo el día libre. ¿Quieres que te acompañe a esas cosas que
no tienes ganas de hacer? Seré tu sherpa. Y si quieres además
de ayudarte a llevar las compras te contaré alguna de esas historias que
me sé y que tanto te divierten. ¿Te gusta el plan?
La verdad es que él siempre aparece así. Y se queda contigo
porque quiere, sin pedir permiso. Sé que la mayoría de sus historias no son
verídicas, como él me quiere hacer creer, pero me divierten y me asombran,
sobretodo esas picaronas que me sonrojan y me hacen reír por partes
iguales.
Hoy le he comprado una corbata, para el día de año nuevo.
Esa noche hay que despedirla elegante. Este año él estará en mi mesa,
junto a una parte de mi familia y mis mejores amigos. No puedo permitir
que alguien que está conmigo todo el año permanezca sintiéndose solo las
últimas y primeras horas del año. Se lo he dicho frente al estante de
las corbatas. ”Para qué
quiero yo una corbata" me dijo con rostro desconcertado.
Entonces le conté mis planes.
Me dejó todas las bolsas en el salón de casa y marchó hacia la
puerta con la pequeña cajita con la corbata. Todo contento que estaba. ¿Cuál
es tu comida favorita? - le pregunté ya en la puerta- Ya lo sabes... las brochetas de pollo, patatas al horno con
queso y tú. Sonreí a la vez que me disponía a despedirle con nuestro
habitual "Nos vemos". Me dio ese beso en la boca tan suyo y
antes de irse, después de dar un par de pasos y yo estar casi apunto de cerrar
la puerta de casa, se volteó y preguntó. ¿Lo tendré todo esa noche? No dije nada, hice un gesto como
de no saber, como dejando la X de la incógnita
sin despejar...
Él no es como los demás.
Todos quieren saber que les deparará el nuevo año. Y yo siempre
les digo que para qué quieren saberlo. Vivir sin saber que les deparará el
destino es mucho más divertido que tener la certeza del nuevo fracaso o la
confianza desmedida de saber que se llegará a la meta de tu deseo más deseado.
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El no es como los demás porque para ella es especial, y la suerte es para los dos, el haberse encontrado y reconocido, un abrazo Nieves!
ResponderEliminarSoy un lobo solitario, no me gustan esas fiestas o como se llamen
ResponderEliminarBesos
que no sea como los demás, eso será síntoma de buena diferencia, de buen final...
ResponderEliminarun besazo!
Si supiéramos lo que nos deparará el destino ese destino no se cumpliría.
ResponderEliminarEs así de paradójico.
Besos.
Yo creo que se merece todo lo que espera.
ResponderEliminarUn beso.
Se quiera o no se quiera el futuro no se sabe.
ResponderEliminarEs recomendable poner de nuestra parte todo lo necesario para que lo que llegue sea parecido a lo que se quiere.
El lo pone. Incluido el deseo de que pase.
¿Ella?
Espero que sepa lo que quiere.
Hoy me has gustado mucho. Pero que mucho. Saludos. Y el año que viene que nos traiga lo que le de la gana. Saludos.
ResponderEliminarPor lo menos consiga lo que desea tanto...
ResponderEliminarBesos
Qué sí!!!
ResponderEliminarMe ha gustaado mucho y me he quedado con ganas de más...! jajaja
Besos =))))
Un placer realmente haberte leído
ResponderEliminarme gusta como manejas las letras y lo que veo dentro de ellas
Tenemos la manía de adelantarnos en el tiempo, de saber lo bueno y lo malo y así es como desperdiciamos el presente.
ResponderEliminarUn buen relato, Nieves.
Besos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por vuestra visitas y comentarios, siempre tan atentos y divertidos...
Mil besos !!!
:)