*¿Tienes algún secreto?
Aquella pregunta en
mitad de la conversación no hubiera tenido mayor trascendencia sino fuera
porque ella respondió con una afirmación tras unos segundos de silencio
escurridizo.
Su amiga, la que había
echo la pregunta segundos antes abrió los ojos con sorpresa y con esa
intriga cotilla que solo mantienen ese tipo de amigas que siempre permanecen a
tu lado para lo bueno y lo malo y descubren de golpe que no lo sabían todo, que siempre hay algo escondido en ese mar de sentimientos femenino.
*Me he vuelto a enamorar.
Supe que ocurriría, lo vi venir, intenté aferrarme a la realidad, atrincherarme en el
mar de espuma gigante, en la coraza de mi mundo al que ningún destino conduce,
me refugié durante un largo tiempo en los brazos de quien me amaba esperando
que en algún momento ese sentir naciera en mi... Lo he intentado con todas mis
fuerzas, créeme.
- Empezó a reír con ese
brillo en los ojos inconfundible, de quien ya está atrapada en el amor
-.
Créeme que él nunca lo
sabrá, ya sabes como soy. Que mi amor se quedará guardado con todas esas
cosas bonitas, con la música que nos hace bailar, las películas que nos hacen
llorar, el recuerdo de aquellas vacaciones de verano, las historias que
nos provocan la risa y todas esas cosas pequeñitas que nos llenan de vida.
Yo ya estoy vieja para
tonterías, para perderme en cruces de palabras, para declaraciones y arrebatos.
Que soy loquita para cuando las cosas no me importan demasiado, para cuando no
me importa perder. Pero esta vez quiero que sea para siempre, compartir la vida
y envejecer juntos aunque nuestros corazones estén distanciados por un
abismo de incertidumbres, aunque nunca lleguen a coincidir en ese tipo de
cuestiones.
Y créeme que hubo
un momento que pensé que sería posible, sentí que se cruzaría ese puente y que
coincidiríamos en su mitad, porque yo no lo iba a dejar cruzar solo, y
que me diría eso de... sé que esto es complicado, que todo indicaba que
era una historia imposible, que nuestras raíces estaban lejos pero que
nuestras ramas habían llegado a enredarse para no desenredarse nunca.
Que aún así le gustaba, que aún así me quería. Que ahora en mitad del camino de la vida quería dejar atrás
todas las tormentas y quedarse contigo, aunque fuera en ratitos robados, enredarse en mí para no perderse más,
sentir que el viento soplaba esta vez a favor… sentir la fascinación de
un horizonte no muy lejano, saber que todo iría bien, con las marcas de viejas
pinturas de guerras obsoletas, renovados y despojados de todo lo que sobra, con
la idea y el peso de que todo pudiera ser un loco sueño...
Ese momento se desvaneció,
creo que fue cosa de las ensoñaciones que provoca el amor; como los
espejismos en el desierto o las alucinaciones con la fiebre. Ahora estoy
mejor, sigo sin la vacuna de esta locura pero... que puedo
hacer dime... Ahora ya no tengo miedo, ya sabes como soy que no suelo pedir
más de lo que me dan, él nunca lo sabrá, esta locura no viviría más de unos
minutos bajo los rayos del sol. Hace muchos años, alguien me enseñó que
eso de no ser correspondido en el amor no es ninguna desdicha, ni
desgracia ni maldición pirata, porque ir sin amor por la vida es como ir sin
música al combate, como emprender un viaje sin un libro, como ir por el mar sin
estrella que nos oriente...
La amiga la escuchó, la
miró con cierta ironía.
Querida... - bebió
un gran trago de la cerveza helada que tenía entre las manos- Acaso crees
que ese pobre tipo sea quien sea no estará al tanto de todos los acontecimientos
de tu corazón.
¿Porque le llamas pobre
tipo?
No sé quien es, no lo
conozco... - le acercó otro botellín helado que había traído el joven camarero
y que colocó en la mesa sin orden- ... pero te conozco demasiado bien a
ti. Y sé que cuando quieres de verdad siempre se te escapan cachitos de tí.
Cachitos de vida...
ResponderEliminarBesos. Bonito relato.
Buena semana.
Así es, los secretos del corazón. no son tales.
ResponderEliminarBesos
Una vez expresado, ya no es secreto
ResponderEliminaresperemos que la protagonista lo viva con alegría
Besos
Cuando se está tan enamorado es difícil disimularlo y el inconsciente se encarga de enviar señales.
ResponderEliminarUn texto bien romántico.
Besotes, Nieves.
Qué hermoso, "cachitos de ti" que no escapan a la mirada y sentimiento de quien los recibe, cuando alguien tiene el corazón en la mano es difícil no dejarse atrapar por ese noble corazón, un abrazo Nieves!
ResponderEliminarTe dejo mi blog de poesia por si quieres criticar gracias.
ResponderEliminarMe gusta mucho el tuyo.
http://anna-historias.blogspot.com.es
Preciosa historia.
ResponderEliminarLa debe conocer bien...
Besos
me encanta este relato, y el título me gusta mucho.
ResponderEliminarme gusta tu nueva foto de perfil.
saludos
Es mejor haber amado, aunque no se sea correspondida, que no haber amado nunca!!! Me ha encantado el título.
ResponderEliminarMil besos!!
GRACIAS por estar ahi en cada entrada y compartir vuestros pensamientos al leerme.
ResponderEliminarFeliz día amig@s!!!
Besos :D