Déjame decirte que me
reconforta mi libertar y que no necesito tener ningún hombre que me saque de atolladeros,
que no sé como compartir la vida ni dar explicaciones de donde voy y con quien
comparto mis momentos del día. Mi cabeza piensa en unidad, le cuesta compartir,
no sabría como empezar, no sabría como cuidarte, ni que aportarte. No
encontraría ese momento para cogerte de la mano y darte un beso en la boca.
Me costaría actuar con esa naturalidad innata con la que viven todas esas
personas con las que tropiezo cada día, todas tan enamoradas y tan pensando en
dos.
Déjame
explicarte que mi corazón nunca ha sido descubierto, nadie lo ha acariciado
ni ha tenido la paciencia para conquistarlo. Sin embargo sabe bien lo que es
amar, ... tiene tanta cicatrices y remiendos, lo he dejado olvidado tanto
tiempo que se ha convertido en un viejo corazón de madera tallada bajo el
mando de una cabecita loca. Confieso que vivía bien, convencida de tener
un corazón infranqueable, bajo la llave de la incredulidad y el poder de una
mente libre carente de ataduras, impasible ante las tretas de los que llegan
queriendo conquistar lo que nunca descubren.
Déjame
decirte que tengo miedo, a que me descubras, a dormirme en la guardia, a
que abras las puertas de mis infiernos; de mis miedos, de mis inseguridades y mis vértigos, de que aún así quieras quedarte, de que me mires y me desborones, de que mi corazón vuelva a latir, de que no sepa darte lo que necesitas, de no saber encontrar el camino de para siempre, de amarte con desorden, de encontrar en tu boca la miel y el deseo, de sentir esa certeza, la misma que siento cuando sé que detrás de los demonios
se esconde lo mejor de mi, y ahí descubrirás el paraíso.
Somos mamíferos y los mamíferos viven en familia y en manada. No saben vivir solos y son sumamente protectores con los suyos y con sus crías. Tienen un orden. Hay un líder, hay soldados, hay ancianos y todos cuidan de todos. Las hembras elijen a los más fuertes. Ellos la protegerán y le llevará comida asegurándose la descendencia. Ellos las buscan jóvenes y sanas para continuar su estirpe. Y nosotros en el fondo, somos un poco así. Como los monos, los lobos, las ballenas...:)
ResponderEliminarMuy íntimo. Pero a la vez me atrevería a decir una sensación compartida por muchos. De todo se aprende y de todo se padece. Pero hay que seguir adelante. Un saludo por aquí, me gusta el blog :)
ResponderEliminarEs humano tener miedo.
ResponderEliminarLos demonios que se vayan dónde les corresponde y no agobiando.
Besos, feliz noche
Cuando uno tiene miedo hay que andar con pasos cortitos.
ResponderEliminarBesos
Roberto, Pues viendolo así parece mucho más facil, hay que jarse llevar por el instinto mamífero y no como humano inteligente :)
ResponderEliminarBesicos!!!
Roland, Estos sentimimientos resultan mas habituales de lo que nos parece, todos los hemos tenido alguna vez, solo que preferimos guardarlos dentro.
Un abrazo y gracias por quedarte, nos seguimos leyendo !!!
Vero, los demonios que se vayan al infierno y quedemonos con nuestra vida sencilla y luminosa no amiga?
:) Besos!!!
Charly, despacito y con calma, el camino es el mismo asi que adelante...
Besos
Cuando llega lo bueno, hasta todos esos miedos... pierden el miedo.
ResponderEliminar;)
Besos, Nieves.
Y gracias por pasarte e invitarme a leerte.
Me gusta, y volveré (con tu permiso, claro).
:))
Cuendo se teme, mejor no relacionase porque se va por mal camino,ni amistades ni amores, tomarse el tiempo que haga falta para sanar el alma
ResponderEliminarAl perder el miedo uno se entrega a los afectos incondicionalmente y es allí donde se disfrutsa la compañía sea de amidos o de un amor que se va conociendo poco a poco
Buen fin de semana
Ah los miedos! Nos obstaculizan el camino, nos llevan a meternos muy adentro, pero la vida es sabia, sabe cuándo podemos confiar, un abrazo Nieves!
ResponderEliminarEs sencillamente tierno. Saludos.
ResponderEliminarSe vive y se ama como se puede, con dolor, con expectativas, entusiasmo y mucho miedo que eso que nos emocionó se acabe.
ResponderEliminarHay que seguir amando para a que la madera se ablande.
Me gustó mucho este texto con voz íntima.
Besotes, Nieves.
Hay que pensar menos y dejarse llevar, no es tan complicado cuando lo haces. Eso de pensar en dos, me ha encantado Nieves, es curioso pero hasta que lo he leído, no me he caído en ello..y es verdad sin darse uno cuenta, cuando se vive en pareja se piensa en dos...
ResponderEliminarMil besos!!!
Muchísimas gracias de todo corazón por vustras visitas, comentarios y esa bonita acogida que habéis dado a "encuentros antes del alba".
ResponderEliminarUn beso graaaaaande y feliz semana
:D