Tintín podía viajar a su propio
mundo imaginario... Sildávia. Yo también tenía el mío, desde bien pequeña solía cerrar los ojos y podía escuchar el tintineo de los
cristalitos del móvil mecido por el viento. Era un lugar donde pasar el
rato bajo el mando de la inventiva, donde mi casita con porche en mitad de un
lugar verde y natural era el centro de todo. Donde jugar, saltar y correr de forma extraordinaria fuera cosa más propicias de cuentos y
aventuras, como si la gravedad tuviera otras leyes en aquel espacio.
Yo
tenía allí mi casita, con mi porche con un asiento balancín, con mi dormitorio
con una ventana en el techo para ver las estrellas, con mis tesoros y mis
pensamientos secretos, esos que el pudor y la vergüenza hacen que se queden
dentro... dentro del corazón, en aquel mundo donde siempre encontraba refugio y soluciones. Allí marchaba cuando tenía dudas y miedos, es mi refugio interior,
mi templo silencioso, donde solo yo tenía acceso, porque solo yo sabía que
existía. Allí en aquella casa estaban los hijos que no tuve, el marido que no
encontré, la bici que nunca aprendí a montar y todas esas cosas que se quedaron
siendo sueños sin cumplir, todo eso que pensaba y anhelaba y no se materializó nunca, allí se iba quedando en aquel lugar donde lo inventaba y de donde nunca salieron...
Tintín
podía viajar a su propio mundo imaginario... Sildávia. Yo también tenía el mío,
después de media vida creando un mundo donde nada dolía y todo era primavera y
miel decidí un buen día abrir
los ojos y allí
estaba... mi mundo de piedras, plumas y sol ahora olía a gasolina y tabaco, allí estaba sentado en el porche bebiendo
una cerveza fría, sin hacer gesto alguno esperó a que yo me sentara a su
lado y me preguntó que tal el día, me cogió la mano y sentí el arropo de
su cuerpo. Él también tenía su propia Sildávia, y como si fuéramos lobos
esteparios encontramos una entrada entre su mundo y el mío. Y allí estábamos,
con los ojos abiertos, viviendo, con nuestros defectos y cualidades, nuestros
miedos y valentía comenzando una aventura nueva no muy lejos de nuestro mundo
mágico, teniendo esos encuentros antes del alba... en un mundo llamado realidad.
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Hoy es un día muy especial, hoy comienzo una nueva aventura en "encuentros antes del alba" si clikais en el enlace llegareis a ese nuevo mundo en el que compartiré mis cosas con mi amigo Roberto. Espero que os paseis y que si os sentís cómodos en nuestra nueva casa os quedeis. Seguro que nos lo pasaremos bien. Y mi "pareja bloguera" que es nuevo en este mundo seguro que agradecerá vuestros saludos y comentarios.
Gracias amigos por estar siempre ahí...
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Hoy es un día muy especial, hoy comienzo una nueva aventura en "encuentros antes del alba" si clikais en el enlace llegareis a ese nuevo mundo en el que compartiré mis cosas con mi amigo Roberto. Espero que os paseis y que si os sentís cómodos en nuestra nueva casa os quedeis. Seguro que nos lo pasaremos bien. Y mi "pareja bloguera" que es nuevo en este mundo seguro que agradecerá vuestros saludos y comentarios.
Gracias amigos por estar siempre ahí...
Que bien. Un lugar para tanto cuento y relato desde mi inexperiencia pero con mucha ilusión y nada menos que con nieves. Lo dicho... que bien!!!
ResponderEliminarBuena suerte con tu nuevo espacio
ResponderEliminarMe encantó tu relato, yo tuve un mundo de ensueños y lo disfruté mucho,
los peques de hoy no se si con tanta tecnología llegan a soñar así, suena lejano
Besos
Me sentí identificada con tu relato... esos mundos que inventamos y nos cobijan de éste, cada vez más caótico.
ResponderEliminarTambién coincido con lo que dijo Cantares sobre los chicos de esta época.
Pasaré a visitar tu nuevo lugar ¡felicitaciones!
Besos, Nieves.
¡Que bello era mi mundo inventado!
ResponderEliminarBesos
Ya imaginé de quién hablabas porque leí primero el nuevo blog! Qué bueno haber encontrado a alguien como necesitabas en tu vida Nieves, me alegra mucho y deseo que su amistad y cariño duren por siempre, un abrazo!
ResponderEliminarHermoso lo qué nos cuentas, Nieves.
ResponderEliminarEn muchas ocasiones necesitamos de ese lugar.
Besos y qué el nuevo blog os dé muchas satisfacciones...
Nuestro mundo interior es nuestro mundo más real. Saludos.
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