Mi hermano y yo dejamos de
hablarnos hace ya más de veinte años, la causa fue una simple discusión
familiar. Pero lo cierto es que aquél día perdí a mi hermano. Salió
por la puerta y nunca más volví a verle... HASTA AYER.
Yo
estaba sola en casa, leía un libro en el sofá cuando de pronto entró en el salón y
se quedó de pie, frente a mí, mirándome fijamente. Vino a pedirme perdón,
a decirme que se marchaba, pero no habló... porque los cuerpos astrales no
hablan.
Pero yo
le escuché, él se limitó a acariciarme con sus ojos y muy despacio, igual que
entró abandonó la estancia dejándome sola y temblando, con lágrimas en los
ojos.
Esta
mañana he sabido que mi hermano ha muerto. Mi sobrino me ha dicho que estaba
enfermo y ya no salía de casa, no me he atrevido a contarle que eso no es
cierto, que ayer vino a verme y se despidió de mí.
Qué gran enigma es el momento de la muerte, "algo" se va y el cuerpo pesa 21 gramos menos.
ResponderEliminarMuy bueno el relato, Nieves.
Besos.
Primero que me pague lo que me robo y despues puede mandar a su fantasma
ResponderEliminarMuy fuerte!!!! Me apasionan estos temas.........Mil besos!!!
ResponderEliminarMuy conmovedor Nieves, si es tu historia, un abrazo grande, recibiste el gran consuelo que necesitabas, uno se reconcilia con la vida si ha estado muy enojada cuando estas cosas milagrosas suceden, y el alma queda en paz.
ResponderEliminaraprecciate your blog kisses
ResponderEliminarMuchísimas gracias amigos!!
ResponderEliminarGracias por tu insititencia a pesar de estas cositas de bloguer Cristina :)
Mil besos y feliz día!!