Hacía semanas, meses... que aquella tormenta estaba sobre sus cabezas, sobre su casita a las afueras, sobre su infinita cama de dos metros cuadrados.
Sus vidas no habían cambiado, seguían prosperando en el trabajo, con sus amigos propios y comunes, los domingos de paellas en casa madre, y alguna cena juntos con los amigos. Pero una extraña grieta se había abierto en mitad de la cama. Ya no había besos ni charlas a media voz. El móvil de él se encendía a media noche con el volumen quitado. El verano estaba siendo uno de los más calurosos de los últimos tiempos y ni la ausencia de pijamas, ni el olor a su crema hidratante perfumada, ni esas braguitas francesas que durante años habían sido tan letales conseguía que esa brecha volviera a unirse. Él se quedaba dormido demasiado pronto pero contestaba a ese mensaje en mitad de la madrugada con una media sonrisa en sus labios.
Ella lo sabía, estaba dejando pasar los días con la esperanza que todo volviera a su cause natural, aunque aquella noche, mientras pensaba y lo observaba mientras él dormía el teléfono se iluminó, vibró y él como su tuviera uno de esos poderes extraordinarios de los superhéroes que tanto les gustaban abrió los ojos y cogió el móvil. Sonrió, escribió y volvió a cerrar los ojos.
"Estás despierto?"
"Si... "
Ella se volteó dejando sus pechos que un día fueron tan irresistibles a la vista. Aunque aquella noche, como tantas en las últimas semanas se habían convertido en simple piel...
" Si algún día llegas a dudar entre estar conmigo u otra persona, por favor... no me elijas a mi"
Y así fue como después de un par de días él eligió, ella se quedó en esa infinita cama que hoy era tan solitaria, si algo había aprendido en esta vida era que los te quiero, los te amo, los abrazos, la atención y los te extraño, no se mendigan ni se van regalando alegremente por la vida, son cosas que se ganan y que se les entregan a aquellos que realmente se lo merece.
Qué triste terminar así, cuando ha habido tanto amor......Esta historia me da que pensar: Qué tiene que pasar para que todo se acabe? Mil besos!!!
ResponderEliminarBueno Nieves, cuando uno tiene los hue... para decirlo hay que bancar la respuesta, la soledad puede ser entonces el camino, pero para qué querríamos tener al lado a quien no nos quiere? La vida espera a la vuelta de la esquina solo hay que aguardarla, un abrazo!
ResponderEliminarhello nieves is an honor to read you kisses
ResponderEliminarMas vale solo, que mal acompañado
ResponderEliminarmanolo
Cuando en una cama infinita se produce una grieta, no hay puente que la cruce, terminará derrumbándose.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Nieves.
Muchísimas gracias por vuestras visitas y comentarios. Un beso y feliz día amigos :)
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