Era tan de ti cuando aún no te conocía, tan de tus mañanas, tan de tus tardes de paseos perdidos, tan de tus excursiones de Domingos, tan de tu amigo de cuarto patas con orejas gachas, tan de tus historias sin héroes...
Era tan de ti cuando llegaste a mí, que no hizo falta tallar tu nombre en mi corazón de madera, escuchabas en mí palabras que siempre fueron tuyas, tu caos y esa parte de ti que no tiene remedio era como el reflejo en las aguas del pantano de mi propio mundo de confusión y desorden.
Era tan de ti que ya no pude amarte en secreto, ni en silencio, sabías escuchar mis silencios y descifrabas mi mirada como el navegante lee en las estrellas el camino a casa... así que cuando mi boca llegó a la tuya, fue como la rendición de mi mundo equilibrado y me fundí contigo sin miedos porque aún cuando no te conocía, yo... era tan de ti que lo nuestro no fue comienzo sino perpetuidad atemporal.
Nieves, un hermoso y poético relato, pleno de sentimiento, un abrazo!
ResponderEliminarPrecioso, te felicito.
ResponderEliminarBesos.
Se respira tanto amor en cada párrafo.....precioso!!! Mil besos Nieves!!!
ResponderEliminarbeautiful poerty i consiider a magnificent write kisses
ResponderEliminarSin saberlo, se espera a ese ser que amamos, sin saberlo.
ResponderEliminarY cuando llega. Sin Saberlo, lo reconocemos y lo aceptamos ya como nuestro y todo esto, sin saberlo.
Eso es el Amor a primera Vista.
manolo