El verano fue transcurriendo apacibles, calurosos, con sus días de asueto, con veraneantes que llegaban dando lo mejor de ellos.
Margarita trabajaba a deshora. Apenas tenía tiempo para darse un respiro, a veces, cuando las mesas estaban atendidas paraba un instante y alargaba la vista a aquel trozo de tierra rodeada por aguas saladas. Deseaba que la semana transcurriera tan fugaz como un pestañeo y ver llegar a David. Incluso si se ensimismaba creía verle allí, esperándole con su vieja bici...
David llegaba cargado de ganas y de ilusión. Aparcaba el coche y bajaba los materiales que había conseguido aquella semana. Los chicos del pueblo llegaban y se llevaban todas las maderas a la Isla. Él iba un poco más tarde y trabajaba con ellos en la construcción de la casa del árbol. A Margarita le gustaba tanto que David había decidido reconstruirla y arreglarla para que ella fuera feliz en aquel cachito de paraíso.
*
Margarita se abrazaba a él con ganas, con alegría. David le daba un beso en la mejilla y le cogía de la mano para sentirla cerca. Llegan a casa en la que casi siempre estaban los chicos, bebiéndose unas cervezas después del trabajo. Aquel día a Margarita les extrañó no verles. Aún así prefirió no comentar nada.
"No hagas de cenar, me apetece coger la barca ¿Quieres? " David lo planteó con una aparente espontaneidad mientras volvía a los melocotones en almíbar y a las anchoas en lata...
"Nos llevamos las cañas de pesca?" A margarita se le daba bien eso de la pesca, siempre conseguía alguna pieza para la cena.
Cuando llegaron a la Isla, aún en la barca, Margarita sintió como su corazón se desbocaba intuyendo que aquella decisión no había sido tan espontánea como había echo creer. Una antorcha clavada en la arena de la playa parecía darles la bienvenida a un lugar que le encantaba pero que por alguna razón, David no había querido visitar en las dos últimas semanas.
Desenbarcaron, David afianzó la barca y tras dar un salto para llegar a tierra seca pasó su brazo por el hombro de su amiga.
Ella dibujó en su rostro una mueca de sonrisa. "Que pasa David?"
"Nada. los chicos y yo te hemos hecho un regalo"
" Que regalo" Susurró con la sensación de que la emoción le superaba ya, aún sin saber de que se trataba.
"Bueno, está a unos metros" Dijo dándole intriga al momento, le dio un beso en la mejilla y ella le devolvió otro.
Varias antorchas estratégicamente colocadas para salvaguardar la integridad de la naturaleza daban luz a la zona donde la nueva casa del árbol lucía como en su mejor momento.
Ella sorprendida y con la alegría de estar viviendo un momento inolvidable agarró la mano a su amigo y le preguntó cuando lo habían hecho...
Durante dos semanas habían trabajado al máximo para tenerla terminada en cuanto antes, para poder aprovechar lo que quedaba de verano.
Subió presurosa, sin percatarse de que David se había quedado atrás para apagar las antorchas.
Cuando subió David, la descubrió sentada en la mesa, petrificada con una postal en una mano y unas llaves en la otra, un sobre abierto y un abanico de billetes esparcido en el centro de la mesa...
"Qué es esto David?"
Él no sabía nada de aquello. Había sido cosa de los chicos...
Se acercó a ella y cogió la postal para leerla... Miró la foto de la postal. "Joder, a mi no me hacen estos regalos, menudo casoplón tienes " Sonrió ampliamente interpretando que ella sería feliz.
"Que significa esto?"
"Pues creo que es lo que pone, que la casa de la foto es tuya, que esas son las llaves, y que con ese dinero tienes para empezar tu nueva vida"
"Yo no quiero esto, no sé de donde sale"
"No tengo nada que ver con esto Marga, ha sido cosa de los chicos, pero estoy seguro que lo hacen de corazón, saben tu situación y han querido echarte una mano. No lo aceptes si no quieres..."
" Pero en que están metidos, viven de una forma humilde, trabajan duro todos los días, que es lo hay ahí enterrado David"
" No lo sé, ni lo quiero saber, yo vivo mi vida y ellos la suya, de vez en cuando nos bebemos unas cervezas y al día siguiente me dejan aquí un sobre , y eso es todo. No quiero vivir otra vida de la que vivo. Alguna vez me permito algún lujo pero la mayoría del dinero lo dono"
Margarita metió el dinero en el sobre y lo cerró. "Yo... -su corazón latía con fuerza, desbocado como un potro salvaje- yo no quiero marcharme David, yo quiero quedarme aquí contigo, en esta Isla..."
David se acercó a ella.
"Ey yo no sabía nada de esto, no quiero que te vayas"
Ella se levantó y le abrazó. Fue un abrazo largo y silencioso. "no quiero decirte adiós" Susurró en mitad del silencio. Él la miró desconcertado, con esperanza de lo que sentía por ella fuera recíproco...
... no fue un beso cualquiera, fue uno de esos de los que dejas de usar los labios y das espacio al corazón, uno de esos donde quisieras que el mundo se detuviera y vivir esa sensación por siempre.
Él la cogió en brazos y la llevó a la cama donde pasaron toda la noche hablando, porque no hay cosa mas erótico en el mundo que una buena conversión con alguien a quien amas, a quien deseas.
Los placeres llegan después, a su tiempo, en su momento.
*
Durante aquella semana, Margarita llamó a uno de los chicos. Cuando llegó a casa ya la estaba esperando en la puerta. Ella lo invitó a entrar y le dio las gracias por el trabajo que habían hecho. El chico demostró abiertamente y sin remilgos su satisfacción.
"pero siento deciros que lo otro no lo puedo aceptar" Dijo a la vez que le indicaba la mesita donde se encontraba la postal, las llaves y el sobre.
"No sé de lo que me hablas señorita"
"No me jodas, coge eso y dadselo a otra persona, yo me quedo en la Isla"
" Con gusto lo cogería pero eso no es mio, ni de ninguno de los chicos, no sé de lo que me hablas"
Margarita entendió entonces, aquello podía ser tan complicado o tan fácil como se quisiera afrontar.
*
Margarita escuchaba llegar la nueva barca de David, una que consiguió a un módico precio en el puerto. Ella vivía en la Isla, había encontrado en ella todo lo que quería, era como su burbuja, se sentía protegida del mundo.
Ya las luces del día se iban perdiendo en el horizonte... cuando David entró las velas para iluminarse ya estaban encendidas, la mesa preparada para la cena y la radio a pilas regalaba canciones de décadas pasadas.
David se disculpó por la tardanza, la besó. Cenaron.
Descansaron a la luz de una luna casi llena. David no fumaba habitualmente pero aquella noche decidió encender uno. Le daba caladas profundas mientras escuchaba a Margarita... en algún me momento de la conversación ella se apoyó en el hombro de él. Aquella noche estaba especialmente habladora...
"Voy por agua, tengo sed, quieres algo" Dijo justo antes de dar una nueva calada al cigarro.
Ella no dijo nada, se incorporó en su asiento y dejó que David fuera por el agua. Traía la jarra de cristal y bebía por el camino, Margarita bebió un gran trago de agua, la noche era calurosa.
Volvió a recostarse en su hombro "Quiero hacer el amor..." David, sonrío, respiró profundo y dio una calada al cigarro antes de apagarlo y cogerla a peso, con las piernas de ella abrazándole y sus bocas besándose...
Ya de madrugada, mientras la noche avanzaba y David dormía Margarita recordó el momento en el que días atrás con la pala en mano decidó desenterrar lo que nadie sabía y tanto les daba.
Tuvo que hacer más hoyos de lo que imaginaba, pero porfin dio con ello... Tiró la pala a un lado y cogió una bolsa, negra de plástico. Buscó su interior sin pensarlo dos veces... una media docena de carpetas, con papeles oficiales, e-mails. conversaciones transcritas.... volvió a meterlo en sus carpetas, en la bolsa negra de plástico y volvió a enterrarlo.... Ahora lo entendía todo... no sabía lo que era y no quería saberlo... Se limitaba a vivir en su Isla, con su trabajo de camarera y con el amor de David. Algunos días tomaba cerveza con los chicos y al día siguiente encontraba un sobre en la casa del árbol ... eso era todo... de vez en cuando se daba un capricho y en ocasiones lo donaba de forma anónima... eso era todo...
Margarita escuchaba llegar la nueva barca de David, una que consiguió a un módico precio en el puerto. Ella vivía en la Isla, había encontrado en ella todo lo que quería, era como su burbuja, se sentía protegida del mundo.
Ya las luces del día se iban perdiendo en el horizonte... cuando David entró las velas para iluminarse ya estaban encendidas, la mesa preparada para la cena y la radio a pilas regalaba canciones de décadas pasadas.
David se disculpó por la tardanza, la besó. Cenaron.
Descansaron a la luz de una luna casi llena. David no fumaba habitualmente pero aquella noche decidió encender uno. Le daba caladas profundas mientras escuchaba a Margarita... en algún me momento de la conversación ella se apoyó en el hombro de él. Aquella noche estaba especialmente habladora...
"Voy por agua, tengo sed, quieres algo" Dijo justo antes de dar una nueva calada al cigarro.
Ella no dijo nada, se incorporó en su asiento y dejó que David fuera por el agua. Traía la jarra de cristal y bebía por el camino, Margarita bebió un gran trago de agua, la noche era calurosa.
Volvió a recostarse en su hombro "Quiero hacer el amor..." David, sonrío, respiró profundo y dio una calada al cigarro antes de apagarlo y cogerla a peso, con las piernas de ella abrazándole y sus bocas besándose...
Ya de madrugada, mientras la noche avanzaba y David dormía Margarita recordó el momento en el que días atrás con la pala en mano decidó desenterrar lo que nadie sabía y tanto les daba.
Tuvo que hacer más hoyos de lo que imaginaba, pero porfin dio con ello... Tiró la pala a un lado y cogió una bolsa, negra de plástico. Buscó su interior sin pensarlo dos veces... una media docena de carpetas, con papeles oficiales, e-mails. conversaciones transcritas.... volvió a meterlo en sus carpetas, en la bolsa negra de plástico y volvió a enterrarlo.... Ahora lo entendía todo... no sabía lo que era y no quería saberlo... Se limitaba a vivir en su Isla, con su trabajo de camarera y con el amor de David. Algunos días tomaba cerveza con los chicos y al día siguiente encontraba un sobre en la casa del árbol ... eso era todo... de vez en cuando se daba un capricho y en ocasiones lo donaba de forma anónima... eso era todo...
Muy interesante, Nieves.
ResponderEliminarTengo mis sospechas de a que se dedica, pero....
Besos, feliz día
A veces es necesario no meterse en problemas, mientras esté feliz, que viva el amor, un abrazo Nieves!
ResponderEliminarMuy interesante, me intriga saber como continúa
ResponderEliminarBesos
is an honor to read you every day much kisses
ResponderEliminaruuuf qué fuerte...
ResponderEliminarchantaje????
otro capítulo por favor....