Había llegado a casa un poco
mas temprano de lo habitual, con prisas, abrió la puerta como un rayo, dejó el
bolso en mitad del pasillo y entró al baño presurosa a hacer pis. Wow por los pelos. - pensó aliviada
sentada en la taza del váter-. Suspiró y se quitó los
zapatos. Fue a por el bolso y lo dejó en su dormitorio. Se recogió el
pelo, le apetecía darse una ducha pero antes fue al salón a poner un poco de
música, odiaba el silencio en casa. Se quitó el abrigo, las medias
tupidas invernales y desabrochó los botones de su vestido, justo en el momento
que comenzaba su canción favorita y cuando se comenzó a desnudar, se dio cuenta
de que estaba siendo observada.
Él estaba allí sentado en uno de los taburetes de la isla en
uno de los frontales del salón, con el pc encendido y los auriculares
puestos. La miraba inmóvil justo en ese instante en que el vestido iba a
caer.
Ella recordó entonces que habían quedado para hablar de lo suyo,
de su relación dormida por no decir muerta. Que le había dado permiso
para utilizar la llave de casa, ponerse cómodo y esperarla hasta que
volviera del trabajo. Había estado días entero pensando en qué
decirle, pero ese día había sido un día de locos, no había pensado
en ello, de echo, lo había olvidado. Él suspiró y se mordió los
labios. Sigue.- dijo con una
voz seria y cargado de deseo-
Ella se quedó inmóvil, olvidaba
lentamente todo el desenfreno del día. Hizo el amago de dejar caer el
vestido.
Espera. - pidió en el último momento el hombre desde la penumbra solo
iluminado por la luz del portátil- Abróchate el vestido y quítate las bragas. Ella lo
hizo.
Él le pidió que se acercara y ella le dijo que fuera él quien
fuera a ella.
El hombre se acercó, cerca, muy cerca, piel con piel. ¿Lo sientes? Dijo él. Ella asintió
con la cabeza. Se quedaron en silencio mientras se descubrieron en un abrazo.
- Bueno, ¿Qué haremos.
Qué va a pasar con lo nuestro?
- Ahora no lo sé cariño,
mañana en el desayuno lo hablamos. Dijo mientras la miraba
a la vez que sus dedos llegaban a los jardines de las delicias.
No era el momento para hablarlo, claro... si acaso mañana... o pasado mañana...
ResponderEliminarBesos.
Hola Nieves.
ResponderEliminarTotalmente cierto. A veces es mejor posponer la charla, hasta que puede que cuanto más tarde mejor salga todo luego jajajaj
Besos
No va a hacer falta ni hablarlo.
ResponderEliminarBesos.
Mañana, pasado, o nunca.
ResponderEliminarBesos 🌷 🌼 🌹
......... sin palabras, una noche de pasión
ResponderEliminarBesos
Primero lo que el momento pide, luego lo importante.
ResponderEliminarA veces las palabras estorban tanto como la ropa. Saludos en pelotas.
ResponderEliminarCada cosa a su tiempo...
ResponderEliminarUn beso.
Me parece que esa charla va a ser pospuesta indefinidamente, o mejor, citarse para hacerla y que pase lo mismo!!!!
ResponderEliminarUn abrazo Nieves!
Imagino que siempre hay momentos que pueden esperar y darse un respiro a lo que parece importante en el ahora.
ResponderEliminarBesitos a todos y gracias por pasaros por casa. :)
Claro! primero lo que el cuerpo pide a gritos, luego lo importante! :DDD
ResponderEliminarBesitos =)))