El transeúnte iba con su mejor chaqueta y pantalones, incluso con una de las dos corbatas que tenía, había ido a una entrevista de trabajo y volvía a casa con la sensación de que pronto tendría noticias de la empresa.
¡DIOS, QUE ES ESTO!
Un liquido marrón y ligeramente espeso resbalaba por su flequillo, por los hombros de la chaqueta y después de unos segundos el líquido ya goteaba en los flamantes zapatos.
El olor no dejaba lugar a la duda, era cacao con leche, alguna gota se coló por la comisura de los labios. Miró arriba, no vio nada, se enfadó y gruñó como hacía tiempo que no hacía. Decenas de balcones anónimos se perdían en las alturas, era inútil averiguar de donde llegaba el cacao templado.
Algunas mujeres le prestaron ayuda dándole pañuelos para limpiarse la cara. Pero él seguía gruñendo...
Varios pisos arriba estaba Carlos, 6 años, castigado aún siendo vacaciones de navidad. Odiaba la leche, odiaba la leche templada, odiaba la leche templada con cacao. La solución la tuvo ante sus ojos cuando miró por el balcón. En dos segundos el problema se había esfumado de su vista.
¡Ya terminé mamá!
Que bien hijo, te lo tomaste tan rápido y sin quejarte que esta tarde iremos a la feria ambulante navideña. - dijo la madre orgullosa de su niño que por una vez había obedecido -.
Carlos a sus 6 años era feliz pensando en lo bien que lo pasaría en la feria.
Cabrón de niño.
ResponderEliminarBesos.
La culpa lo tiene el cacao
ResponderEliminarBesos
Menudo elemento.
ResponderEliminarBesos🌷
Ese niño es un cafre con todas las letras, y un sinvergüenza. Merece que alguien le diera dos capones, pero bien pegados.
ResponderEliminarBesos.
Al menos ya había hecho su entrevista el pobre damnificado! Quién no se habrá mandado alguna Carlitos en su vida para sortear el castigo materno! Un abrazo Nieves!
ResponderEliminarYo las hacía peores que ese niño, menudo elemento era yo...
ResponderEliminarBesos.
La manera más rápida y eficaz de acabar la comida que no se quiere.
ResponderEliminarHabrá que ir con cuidado por esa calle el día que le den al niño cocos sin pelar.
Gracias por estas palabras que me regaláis. Por vuestras visitas y simpatía, Me acompañáis y me alegráis mucho.
ResponderEliminarEspero estar aquí y visitaros a vuestras casas un año más amigos :)
Lluvia de besitos
JAJAJAJA vaya con el niño, eh?
ResponderEliminarBesossss