Laura
veía los relámpagos alumbrar toda la calle, se abrazaba a la sábana cada
vez que el trueno hacía vibrar los cristales de la ventana de su
dormitorio.
Se puso
las botas y se asomó por la ventana, pronto la lluvia llegaría, al abrir la
ventana pudo oler a tierra mojada. Se subió a una silla para ayudarse a
salir a la azotea, atravesó el pequeño muro colindante. Iba a
dar unos golpecitos en los cristales pero descubrió que la ventana
de Gonzalo estaba abierta.
Entró.
Era un
poco más de media noche. Un nuevo trueno hizo vibrar la ventana justo en el
momento que la cerraba. Comenzó a llover. Se quitó las botas, se
deslizó en la cama de su vecino Gonzalo, se cubrió con la sábana.
Gonzalo
supo en cuanto escuchó el primer trueno que esa noche Laura dormiría a su
lado. No se movió al verla llegar, tan solo cuando estuvo a su lado
se acercó abrazándola por la espalda. Ella se movió con suavidad. Gonzalo le
preguntó si iba a dormir esa noche con pijama. Ella le dijo que no,
que estaba esperando a que él se lo quitara. Justo en ese momento
la luz de un relámpago alumbró el dormitorio y dejó al descubierto la
sonrisa de esa eterna adolescente, enamorada y descontrolada que se cuela de
madrugada en la alcoba de ese hombre que solo llama amor cuando
está en sus brazos.
¡Hola Nieves!
ResponderEliminarMe encantan las tormentas. Bueno, en general la lluvia y más en otoño xD Lástima que Gonzalo y Laura les haga falta una xD Na, es broma xD
Encantador tu relato. Besos
Mágicos encuentros estos, muy bueno Nieves, un abrazo!
ResponderEliminarEso es lo que trae las tormentas, que el miedo a los relámpagos y truenos, busque uno, donde apretujarse bien.
ResponderEliminarBesos Nieves.
El olor a tierra mojada........ que delicia
ResponderEliminarMe encantò tu historia
Beso
El bueno de Gonzalo decidió seguir pagando al brujo de la tribu para que provocará tormentas.
ResponderEliminarBesos.
Bonita historia, Nieves, las tormentas mejor en compañía.
ResponderEliminarBesos 🌹 🌸
Preciosa historia... Por todo lo que sugiere...
ResponderEliminarBesos
Ayy qué lindo encuentro!! Me gustan esas ventanas en los tejados.
ResponderEliminarMil besos!!
Tormenta entre las sábanas...
ResponderEliminarUn beso.
Esas tormentas de inicio de otoño que incitan a dormir acurrucada con otro.
ResponderEliminarBonito relato, Nieves.
Besotes.
Pues aquí hay una tormenta del carajo, he dejado las ventanas abiertas y solo ha entrado agua.
ResponderEliminarEsta visto que la suerte está -muy- mal repartida.
Gracias amig@s por vuestras palabras, por vuestras visitas.
ResponderEliminarComo dato puedo deciros que soy de esas que las tormentas me dan muuucho miedo.
Besitos
La ternura de un texto adorable y amoroso. Un abrazo. carlos
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