La lagartija yacía
inerte en la palma de la mano del niño.
Apenas
unos minutos antes el pequeño animalito tomaba el sol en la pared encalada
junto a la parra del anciano Ceferino. Había parpadeado un segundo, lo
justo para caer en las garras de David, su nieto de ocho años. La guardó
entre sus manos, le estiró del rabo, de las patas, la metió en un bote de
galletas. Después de un rato seccionó parte del rabo con las
tijeras de costura de su madre y volvió a darle unas cuantas sacudidas. El niño
se quedó hipnotizado viendo como el rabo se movía nervioso queriendo huir junto a un cuerpo al que ya no pertenecía.
Cuando
David abrió el bote después del almuerzo descubrió que el bichillo estaba paseándose
buscando una salida. Volvió a cogerla entre sus manos apretujándola para
que no escapara. Para cuando el niño llegó al arriate descubrió que la
lagartina no se movía. Abrió los ojos de manera exagerada mirando detenidamente
al animal cuando descubrió que su vientre aún parecía moverse, le dio un
empujoncito con uno de sus dedos pero nada, panza arriba e inerte permanecía en
su mano mientras pensaba con una mezcla de asombro, incredulidad y miedo a la
muerte. Giró su vista hacia la puerta de la casa, sin saber muy bien que
hacer, giró con suavidad la mano para dejar en la tierra abonada de los
rosales a la lagartija sin rabo. Corrió a dentro de casa, era la
hora de sus dibujos animados favoritos, su madre ya le preparaba la merienda.
La lagartija abrió
uno de sus saltones ojos, olió la tierra húmeda y sabiendo que el enemigo
podría estar cerca, dio un rápido giro y corrió con las fuerzas del que escapa
de la misma muerte a esconderse entre las ramas de la parra. Hasta que no
se introdujo en su grieta favorita no se sintió a salvo. No le importó
quedarse sin rabo. El viejo truco heredado por centenares de generaciones
de hacerse el muerto había vuelto a funcionar...
Por ahi dicen que el pirulin de las lagastijas es un talisman para conquistar mujeres.
ResponderEliminarSaludos
Los niños suelen jugar con seres vivos sin medir las consecuencias
ResponderEliminarPobrecito ese animalito inofensivo
Besos
Muy buen relato. Besos.
ResponderEliminarUn relato muy bien trenzado. Y ya se sabe; de los niños espera cualquier cosa.
ResponderEliminarBesos Nieves.
Ante la crueldad, hacerse el muerto suele dar resultado, otras veces es tarde, los niños tan inocentes que parecen no? Un abrazo Nieves!
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