Martina enseñó el anillo con la pequeña piedra que brillaba tanto como sus
ojos.
El
matrimonio de amigos que los acompañaban en ese fin de semana de naturaleza y tranquilidad
la miraron complacientes y con felicidad contagiada. ”Sabíamos que terminaríais
juntos... a que sí cari" comentó
Toñi a su marido que ascentía a la vez que daba un buen bocado al cruasán
mojado en el café.
"Yo
tampoco tardé mucho en declararme " José miró a su esposa que le sonreía
“Pues
como vosotros... unos cinco meses" comentó
Toñi.
“Resulta
curioso que una escritora y un mecánico resultaran siendo tan
compatibles. ¿Cómo os conocisteis? " Preguntó a la vez que intentaba recordar si
alguna vez le habían contado como se conocieron sus mejores amigos en estos
día.
Martina
un poco aturdida ante la inesperada pregunta balbuceó un... bueno pues...
mirando a un Pablo expectante. ” ¿Me
dejas contarlo a mi?” Pablo
se limpió la boca con la servilleta y explicó que se le estropeó la
camioneta en mitad de la calle, en la avenida central y tras aparcarla de
mala manera como mejor pudo entró en el primer establecimiento que
encontró abierto y Martina estaba en él, poniendo libros en una pequeña
estantería del escaparate. No sólo me dejó el teléfono para llamar
al seguro, m hizo comprarle su primer libro. Le dejé una tarjeta
de la empresa y algunos días después me llamó para preguntar si todo iba
bien. Nos fuimos enredando y aquí estoy.
Martina
lo observaba sorprendida de la capacidad de improvisación de su Pablo.
Ella era incapaz de salir airosa de una pregunta así sin tener
ciertos reparos para montar una historia corriente que pasara desapercibida
ante unos amigos deseosos por saber...
Porque
la verdad es que Pablo no entró en ninguna librería, Martina fue la que
entró en el taller de Pablo, entró precipitada y nerviosa, había bollado
el coche de su marido, y cuando éste lo descubriera se tendría que enfrentar
con los terribles demonios de un hombre cargado de ira y superioridad.
Pablo
se sintió atraído por ella desde el primer momento pero no fue hasta la tercera
vez que Martina entró en el taller para pagar la factura en efectivo para que
su marido no descubriera el percance ocurrido cuando ella se fijó en la mirada de Pablo, en sus
gestos e insinuaciones. Tomaron café juntos en la cafetería frente
al taller y las palabras y los gestos se convirtieron en deseo. Buscaban
momentos prestados para amarse a escondidas hasta que después de tres
meses Martina decidió dejar a su marido y vivir con el rudo y malhablado Pablo,
que era sin lugar a dudas el hombre que más la había cuidado y querido de todos
los que pasaron por su desdichada vida.
Bueno, bueno parece que el mecanico tiene mejor imaginacion que la escritora
ResponderEliminaraprecciate much your blog kisses
ResponderEliminarInteresante tu historia de amores infidelidades y bodas
ResponderEliminarBesos
Curiosa historia!!! A veces encontramos a nuestro amor en el lugar que menos esperamos....muy buena la improvisación del mecánico. Mil besos!!!
ResponderEliminarHay que ver, un mecánico que lo arregla todo, hasta el mal de amores.
ResponderEliminarUn beso,Nieves.
A ver cuando sale el corto. Yo ya tengo la entrada en el borrador.
Y yo también la tengo en el borrador ... :)
EliminarEsperando su momento
un abrazoooooo !!!
Eso mecánico es una joya. Lo mismo arregla un roto que un descosido. Aquí hay para todos los gustos y revoltijos.
ResponderEliminarBesos Nieves.
Muchísimas gracias amig@s
ResponderEliminarFeliz fin de semana!!!
Besitoooos :)