Tuvo que escuchar palabras
feas, hirientes y directas para hacerle perder la dignidad que le quedaba.
Estuvo
todo el rato allí plantado, fumando con aparente calma, aspirando el humo
de su cigarrillo como si fuera el bálsamo de todos sus males.
Camino
de vuelta a casa sintió esa maldita sensación de vacío, de estar en ese
precipicio que ya era conocido para él... pero esta vez era distinto, esta vez
el precipicio no era tan siniestro ni demoledor.
Poe, el
perro que había adoptado apenas hacía unos meses, lo esperaba tras la puerta de
su hogar.
El
hombre fue directo a la ducha y se preparó un sándwich vegetal, se sentó en la
pequeña terraza, dio un largo trago al botellín de cerveza. Observó a su perro
que bostezó justo antes de tenderse en el suelo junto a él. Miró un
momento el cielo, intentó ver algún resplandor, alguna estrella... pero aquella
era una de esas noches en que la luz y el resplandor de la ciudad ocultaban la
belleza y la magia de los destellos de galaxias vecinas.
Se
terminó el sándwich y dio el último trago de cerveza.
”Vamos
Poe, entra, que nos vamos a dormir"
El
perro entró y se tendió en su mantita, que estaba colocada en uno de los
rinconcitos del salón.
El
hombre entró en el dormitorio y se quedó dormido sabiendo que nada iba a
impedir su búsqueda personal, la que algunos encuentran con facilidad, otros la
obtienen por un golpe de suerte -como el
que le toca la lotería-, otros la compran y algunos tienen que empeñarse y
entregarse por la causa con todas sus fuerzas, él era una de esas personas, una
de las personas que obtenían a poquitos su dosis de felicidad, y pese a
ello, era un buen capitán de su barco ahora a la deriva...
Al
despertar, supo de inmediato que aquella mañana era la primera mañana de su
nueva vida, vida tranquila, vida apacible, llena de esperanza y nuevos
proyectos…
Acarició
a Poe antes de marcharse a trabajar y le prometió que en el fin de semana irían
al monte, a pasear y ver las estrellas.
La ironía mas grande del mundo,
es que las mejores personas
tienen pocos amigos.
Intenso escrito que me ha llegado al alma
ResponderEliminarCúanta ternura, Besos.
ResponderEliminarTodos los comienzos son duros, pero si hay esperanzas y tesón, se llega a buen puerto.
ResponderEliminarUn buen otoño para vos, querida Nieves.
Abrazos.
Las palabras hirientes no lastiman al solitario.
ResponderEliminarBesos
Nieves, una historia con esperanzas en el mañana, llegar a aprender que la soledad a veces no es mala, un abrazo!
ResponderEliminaris an honor to read you kisses my sweet friend
ResponderEliminarMuy tierno y emotivo. La soledad no es buena, pero a veces es hasta aconsejable. Todo es cuestión de plantearlo y ver el futuro con optimismo. Quizás cuesta volver a encontrar el norte, pero nunca conviene venirse abajo.
ResponderEliminarBesos Nieves.
Comenzae es fificil, pero si hay esperanza se puede
ResponderEliminarAbrazo
Muchas gracias por vuestras visitas y comentarios.
ResponderEliminarUn besote grande y feliz día !!!
:D