Creedme
cuando os digo que pocas cosas me sorprenden en este mundo. El día que
marchó con su nueva vespa con la promesa de volver no pensé que lo haría, pero
lo hizo.
El
primer día llegó nerviosa, con el rostro brillante del sudor causado por
el calor y el miedo. Reconocí en sus ojos que ya era consciente de quien era
yo, con quien había pactado algo que aún estaba por determinar. Ese miedo
me gusta, los hacen vulnerables y me aseguran su fidelidad.
La
diferencia es que ella aún sabiendo quien era volvió a mi porche. Ninguno lo
hizo antes, todos desaparecían, se marchaban creyendo que así no los encontraría...
el miedo los hace estúpidos.
Sin
embargo ella apareció una tarde con un vestido de flores y un pañuelo anudado
en la cabeza al estilo pin
up. Traía entre sus manos una fiambrera con magdalenas que obviamente
no probé, no suelo comer nada de lo que me pueden ofrecer mis esbirros,
por nombrarles de alguna forma.
Con
ella tuve una actitud distinta, lo admito, el verla allí me desconcertó tanto
como para tener interés en ella y dar lo mejor de mí. Me esforcé por ser
simpático y compartir mi tiempo con ella. Se acostumbró a venir un par de
veces a la semana, poco a poco las visitas fueron a más y nuestras
conversaciones mas fluidas, se empeñaba en preguntarme cosas, a veces pensaba
que demasiadas, le contestaba según me parecía, algunas verdades, algunas
medias verdades y en ocasiones le contaba alguna treta para darle vidilla a su entusiasmo.
Vi su
evolución claramente, como poco a poco la encantadora chica de trajes de flores
y de pendientes de argollas se tornaba a perlas negras y maquillaje
oscuro. Estaba perdiendo peso y sus modales dejaron de ser refinados,
utilizaba expresiones mías y comenzó a tener interés por mi afición a la caza.
Le enseñé todo lo que me pidió; a
disparar, a fumar y otras actividades
nada lúdicas.
Un día
le dije; Quiero que hagas algo por mí.
Estaba
sentada en el salón a oscuras, limpiando la pistola y fumando uno de mis
cigarrillos. Sammael, el doberman que me regaló en navidades se levantó de su letargo y me miró como si
él también tuviera que participar de aquel momento.
Dime...
Sammael
gruñó, en los últimos tiempos pensé que ese perro, ese veneno de dios, era más
de ella que mío. Volví a centrar mi vista en su reciente tatuaje. La
Parca, con su guadaña y su manto negro también parecía esbozar la misma mueca
sonriente que ella, esperando mi respuesta. Que
clase de vida había tenido esta mujer antes de que callera en mis brazos, su vida
anterior parecía un chiste...
Le dije
lo que tenía que hacer.
No dijo
nada, dio una calada al cigarro y volvió a girarse a la mesa para seguir
limpiando el arma.
Lo harás? Su silencio me
provocó dudas.
Si lo
hago acabará nuestro pacto?
Oficialmente si.
Y si
no lo hago?
Pues sintiéndolo mucho, porque me he
encariñado de ti, haré lo propio para que la parca venga por tu alma.
De
verdad lo harías?
Si. Y lo sabes. No me dejarías otra
alternativa.
Puedo
volver cuando termine el trabajo?
Esperaba
que volviera, me había acostumbrado a esa mujer, salvaje, sin escrúpulos,
había hecho de ella un ser frío y demoledor. Terminé amándola,
no sé porqué. Nunca amé a nadie. Volvió con el alma de quien había dado muerte en lo más profundo de sus ojos. Estuvo a mi lado algún tiempo,
hasta que se aburrió.
Un día
se fue y me olvidó.
Creedme
cuando os digo que pocas cosas me sorprenden en este mundo. Ella me ha dejado
de piedra.
Esta sería una vuelta de tuerca negra de Joe Black! Un final inesperado, Nieves, muy buena, un abrazo!
ResponderEliminarElla aprendió bien del "maestro" y le pagó con su misma moneda.
ResponderEliminarUn relato muy bien logrado, Nieves, me gustó mucho.
Besotes
Un relato muy bueno.
ResponderEliminarBesos
excellent account. is an honor to read you every day kisses
ResponderEliminarAhhhh que no me lo esperaba...
ResponderEliminarMe gustó mucho
Besos
¿Ves?, lo que yo decía, al final no era tan malo, a todo hay quien gane.
ResponderEliminarAbrazo.
A veces quién pretende sorprender, es el sorprendido. Me gusta.
ResponderEliminarBesos Nieves.
MuCHAS GRACIAS por vuestras visitas, y esas cosas que me decis que siempre me provocan una sonrisa.
ResponderEliminarMil besos amig@s !!!
:D